¿Cuáles son las características de una persona que ministra a otros? (250 Palabras)
Amor. Práctico, compasivo,sensible, paciente y proveedor de amor, todos son elementos indispensables para que se verifique el cuidado o la ministración a otros. Este amor tiene su origen en Dios Padre(1 Juan 4:7-11).
Paciencia. Esto implica estar con una persona o en una situación aún cuando no parece haber ningún cambio. Al igual que el amor, la paciencia viene de Dios. Esta se incluye como un fruto del Espíritu (Gálatas 5:22).
Apertura. Muchos adultos niegan o sofocan sus emociones, son incapaces de expresar sus sentimientos y aún llegan a decir que ser espiritual es estar sonrientes y libres de problemas.
Esperanza. ¿Puede imaginar lo difícil que sería ministrar a alguien a quien no pudiere darle ninguna esperanza? La esperanza da comodidad y alivio al menos temporal, para el sufrimiento, nos da la energía para continuar aún en medio de dificultades.
Flexibilidad. Será difícil, si no imposible, ministrar a otras personas si somos rígidos, si no deseamos cambiar, si nos resistimos a crecer o si tendemos a poner a las personas dentro de categorías.
Humildad. No es posible ayudar a alguien si quien brinda la ayuda no está realmente involucrado o si ve a los demás desde una perspectiva de superioridad, quién ministra debe ser humilde, no pretenciosa.
Consejería Cristiana Efectiva. Gary Collins página 104 - 106.
Interesante la afirmación que hace el escritor Gary Collins con referencia a cada uno de las características De aquellos que ministran a otros de manera efectiva y pone como plataforma fundamento base de qué estas características únicamente provienen de Dios y son frutos del espíritu es entonces donde nos lleva y nos encamina a una dependencia total en relación con aquel que nos provee de toda sabiduría y de todo conocimiento..
Mientras todos los cristianos son responsables de ministrar a otros, las investigaciones y nuestra propia reflexión nos indican que algunos son más eficientes ministrando que otros. ¿Cuales son las características de estas personas? Amor. Práctico, compasivo, sensible, paciente y proveedor de amor, todos son elementos indispensables para que se verifique el cuidado o la ministración hacia otros.
> AMOR : Este amor, que tiene su origen en Dios el Padre, debe ser una característica de cada seguidor de Cristo (1 Juan
4:7-11). El amor es un requisito básico para cualquier clase de cuidado efectivo.
> PACIENCIA: Esto implica estar con una persona o en una situación aún cuando no parece haber ningún cambio.
A1 igual que el amor, la paciencia viene de Dios. Esta se incluye como un fruto del Espíritu (Gálatas 5:22)
> APERTURA : Si se va a ministrar a otras personas, deberá animárseles a reconocer sus sentimientos, ya sean positivos o negativos. ¿Cómo se puede hacer esto? Una forma de hacerlo es que las personas que ministran a otras demuestren estar abiertos en palabra y conducta.
>ESPERANZA : La esperanza cristiana no estimula a las personas a negar la realidad de su situación para convertirse en alguien inactivo o para pasar tiempo soñando despierto. Por el contrario, estimula a regocijarse en la sabia soberanía de Dios, y a aceptar el hecho de que la forma en que Dios hace las cosas es perfecta, busca la guía de Dios, aprende a decir: "Padre sea hecha tu voluntad"
> FLEXIBILIDAD: Será difícil, si no imposible, ministrar a otras personas si somos rígidos, si no deseamos cambiar, si nos resistimos a crecer o si tendemos a poner a las personas dentro de categorías.
> HUMILDAD : No es posible ayudar a alguien si quien brinda la ayuda no está realmente involucrado o si ve a los demás desde una perspectiva de superioridad. La persona que ministra a otras, no es pretenciosa,
sino humilde, y está deseosa de aprender. El ministrar a otros es una experiencia de crecimiento y pocos tienen todos estos rasgos.
Cada una de estas características únicamente reflejan la evidencia de qué realmente el espíritu de Dios mora en nosotros( 1 juan 3 :10-11)
Consejeríacristianaefectiva Gary Collins pág 104 / 107
De hecho en esta generación que nos ha tocado vivir la cual es cambiante y demandante es cuando más nos urge mantenernos informados y actualizados pero aún más allá poder tener la cautela y el tacto mismo al momento de realizar el ejercicio espiritual de ministrar a otros sabiendo que ya nosotros primeramente fuimos ministrados por el espíritu Santo
Saluds
Amor. Siendo este el factor preponderante para cualquier cuidado efectivo, dado que el atributo principal de Dios es precisamente el amor, por tal motivo también debe ser una característica innata de sus seguidores, es así como esta comunidad de fieles llamada iglesia está comprometida para expresarlo a los demás de una manera espontánea.
Paciencia. Otro requisito fundamental para el que ministra. Esta característica ayuda para que los demás no sientan algún tipo de presión. La iglesia debe contar con lideres que se distingan en ese sentido.
Apertura. Habla de ser expresivo y no retener sus sentimientos. Es necesario que los ministros conozcan sus áreas fuertes y también las débiles, buscando desarrollar un interés genuino por los demás y mostrar disponibilidad sin importar las circunstancias.
Esperanza. Es lo que da energía para continuar aún en medio de las dificultades, cabe recalcar que la esperanza cristiana no impulsa a las personas a negar su realidad. Los que ministran deben estar fundamentados en Dios que es nuestra verdad y segura esperanza.
Flexibilidad. La rigidez no permite realizar una ministración adecuada, es necesario estar dispuesto a cambiar y no categorizar a las personas. Por tal motivo es menester la aceptación de los demás.
Humildad. El hecho de que se ministre a otras personas no implica que se vea superior a ellas, la vanidad y la egolatría serán emociones que remplazar por la humildad.
Hay que acotar que no todos los que ministran cuentan con estos rasgos, pero tampoco será un motivo para no hacerlo, por el contrario, estas se irán desarrollado conforme lo vaya practicando
Consejeríacristianaefectiva Gary Collins pág 104 / 107
Todos los creyentes tenemos el privilegio y responsabilidad de ministrarnos unos a otros, sin embargo, es notable la efectividad de algunos y no de todos. A continuación, notaremos algunas características que los distinguen.
Amor. Este amor se distingue porque es practico, compasivo, sensible, y paciente. Al hacerlo de esta manera damos testimonio que este amor tiene su origen en Dios.
Paciencia. No siempre se ven resultados rápidos sin embargo eso no significa que Dios no esta obrando o que el aconsejado no este cooperando y avanzando hacia la solución de su dificultad. La paciencia es una virtud que debe ser recuperada para beneficio personal y de los demás.
Apertura. La primera posibilidad de solución es la apertura para expresar sus sentimientos negativos o positivos. Aquí nuevamente nos encontramos ante la necesidad de ser honestos y sinceros. La práctica de estas virtudes son puertas de liberación.
Esperanza. A través de la esperanza podemos soportar la dificultad sabiendo que en algún momento llegara la solución. No se trata de ocultar la dificultad sino en medio de ella tener la confianza que pronto pasara.
Flexibilidad. Ofrece la posibilidad de cambio. Entendiendo que se trata no solamente de condición sino también de manera de pensar. La flexibilidad nos permite aceptar otras realidades que antes hemos rechazado.
Humildad. El primer paso al cambio es la humildad. El orgullo es un gran obstáculo en muchas áreas. Posiblemente a esto se refieren aquellos que afirman que “el primer paso es el mas difícil”, sin embargo, es el que conduce al cambio.
Estas 6 características son de vital importancia para poder ministrar a otros, y estar preparados con esta nueva información, porque día con día surgen nuevas investigaciones para prepararnos mejor y ser mas dependientes de la ayuda de Dios.
Estimadas pastoras Elia e Irma,
El escritor del libro a más de hacer alusión de las personas que ministran hace también una mención de como debe ser una iglesia de ministra a sus miembros , es decir va de lo singular a lo plural.
Son nueve puntos importantes que cita desde la pagina 107 a la 110. Cada líder debe ser intencional en ese sentido, de arraigar la ministración en otros miembros de la Iglesia, el apóstol Pablo lo dice muy claro en 2 te Timoteo 2:2 (NBV) lo que me has oído decir en presencia de muchos, enséñalo a creyentes de confianza que, a su vez, lo puedan enseñar a otros.
Saludos cordiales pastoras
En los principios de este caminar en el evangelio me tocó vivir muchos de los riesgos que se toman al ministrar a otras personas.
¿Cuáles son las características de estas personas?\
1)Amor. Práctico, compasivo, sensible, paciente y proveedor de amor, todos son elementos indispensables para que se verifique el cuidado o la ministración hacia otros.
que las personas asumen que el sentimiento de amor debe venir en primer plano, antes de cualquier demostración afectiva de cuidado.
2. Paciencia. Esto implica estar con una persona o en una situación aun cuando no parece haber ningún cambio. Al igual que el amor, la paciencia viene de Dios.
3. Apertura. Muchos adultos niegan o sofocan sus emociones, son incapaces de expresar sus sentimientos y aún llegan a decir que ser espiritual es estar siempre sonrientes y libres de problemas. Sin embargo, la vida real no es así.
4. Esperanza. ¿Puede imaginarse lo difícil que sería ministrar a alguien a quien no le pudiera dar ninguna esperanza? La esperanza da comodidad y alivio, al menos temporal, para el sufrimiento, nos da la energía para continuar aún en medio de dificultades.
5. Flexibilidad. Será difícil, si no imposible, ministrar a otras personas si somos rígidos, si no deseamos cambiar, si nos resistimos a crecer o si tendemos a poner a las personas dentro de categorías.
6. Humildad. No es posible ayudar a alguien si quien brinda la ayuda no está realmente involucrado o si ve a los demás desde una perspectiva de superioridad.
El ministrar a otros es una experiencia de crecimiento y pocos tienen todos estos rasgos.
Consejería Cristiana Efectiva. Gary Collins página 104 - 106.
Pero nosotros primeramente Dios podremos hacer un buen trabajo porque Dios esta con nosotros, y los maestros que tenemos son excepcionales, ellos nos equiparan para ser muy exitosos en esta preciosa rama.
Adelante mi hermano Lorenzo Cruz. Muy buena su participación.
Bendiciones
Efectivamente como usted lo menciona en su escrito introductorio y armando Lorenzo el ministrar a otros con lleva riesgo pero aún más allá de riesgos conlleva un enorme privilegio ser instrumento de bendición en las manos del Dios todopoderoso para administrar a otros y ahora con la asesoría y el nuevo conocimiento adquirido en esta clase y con la herramienta brindada por Gary Conley el escritor de consejería efectiva Creo que podemos ser eficaces en el ejercicio de ello
Dios le bendiga
Las cararacteristicas que debe de tener una persona que ministra a otra es:
Amor, practico, compasivo, sensible, paciente y proveedor de amor.
Amo rel que provienen y se origina del Padre Dios (Juan 4: 7-11) es uno de los requisitos de un cuidado efectivo.
Paciencia: la cual viene De Dios (Galatas: 5:22) implica estar con una persona o situación aunque no pareciera haber algún cambio aunque no sea fósil en la vida del otro solo con paciencia el que ministra puede satisfacer la necesidad del otro.
Apertura: El que va a ministrar a otra persona debe de animarles a reconocer sus sentimientos aunque sean positivos o negativos y debe de estar abierto a demostrar en palabras y conducta y debe de conocer sus áreas fuertes y débiles.
Esperanza: El que ministra debe de tener su mirada completamente en Dios quien es nuestra verdad y esperanza segura.sin negar la realidad de la situación y estimula a regocijarse buscando la guía y la voluntad De Dios.
Flexibilidad: Sera imposible si somos rígidos al ministrar . si no tenemos un cambio y deceamos crecer y el verdadero cuidado incluye aceptación sin poner a las personas dentro de categorías.
Humildad: El que ministra debe de ser y hacerlo con humildad y con el deseo de aprender y debe de evitar tener actitudes arrogantes y evitar interferir con la privacidad de las personas.
Estas características deben de ser una experiencia de crecimiento que pocos tienen, pero al empezar a ministrar esos pasos se irán desarrollando para llegar a tener una mejor capacidad de ministrar y poder alcanzar a otros a través de ministrar sus necesidades y de confiar en Dios quien nos ayudara a ser mas compasivos y cuidadosos con el cuerpo de Cristo.
Consejeria Cristiana Efectiva Gary Collins (pag 104 - 107)
Cuando ministramos a alguien nos arriesgamos a que se nos malentienda, se nos rechace, critique y aun se nos dañe físicamente.
En muchas ocaciones me toco lidiar con el malentendido de ministrar a otras personas ya que muchas veces, las personas solo quieren escuchar lo que ellos desean escuchar y fue un reto pero gracias a Dios nos ayudo a superarlo e ir aprendiendo mas acerca de ayudar y amar a los hermanos.
El ministrar a otros es una experiencia de crecimiento y pocos tienen todos estos rasgos. Sin embargo, esto no nos da una excusa para esperar a tenerlos y entonces empezar a ministrar a los demás, sino que al dar los primeros pasos, se irán desarrollando estas características y mientras esto sucede, seremos más capaces de ministrar a los demás.
Dios le bendiga y fortalezca.
esperanza, flexibilidad, y humildad no son exclusivas delos consejeros profecionales, sino que pueden ser desarrolladas por culquier persona que desee servir y ministrar
a los demas en la consejeria cristiana, una parte fundamental es que tenga una Fe viva: Una relacion personal con Dios a travez de Jesucristo.
siga adelante hna. Fortaleciendse en el Senor cada dia.
2- PACIENSIA: esta es uno de los frutos que como cristianos debemos desarrollar y mostrarlo progresivamente, es un requisito para el ministrador ya que este no tendrá el error de forzar a la persona, ni la presionara a actuar dándole el tiempo necesario y la confianza al paciente.
3- APERTURA: en este requisito el ministrador debe estar abierto en todos los sentidos para que el paciente pueda ver. La disponibilidad e interés de que se le aceptara tal y como es para que se abra con sus sentimientos y emociones, para que vea que hay interés sin importar sus creencias o sus posturas así como actitudes y de esta manera este podrá ser honeste en todo.
4- ESPERANZA: la importancia de inspirar la esperanza en las personas, pero no esperanzas falsas ya que estas suelen dar un alivio temporal. La esperanza cristiana o bíblicamente nos da gozo porque podemos entender o sabemos que Dios está en control de todo lo que nos pasa y ya que Dios es nuestro todo debemos aceptar como lo dice su palabra que todas las cosas nos surgen para bien .
5- FLEXIBILIDAD: no debemos ser rudos al contrario debemos ser flexibles y aceptar a los demás.
6- HUMILDAD: cuando ayudamos a otros no debemos ser arrogantes sino mostrar humildad y entender que somos servidores de los demás
Consejería Cristiana Efectiva. Gary Collins
El ministerio hacia otras personas es una labor que requiere un corazón compasivo, una entrega genuina y un profundo sentido de servicio.
Quienes ministran a otros coma como pastores, líderes o consejeros, tienen la responsabilidad de ser reflejo de Cristo en sus acciones, palabras y actitudes.
Los consejeros y pastores necesitan tener empatía y atención. Entendiendo que muchas veces las personas que se acercan buscan consuelo, dirección o sanidad emocional. Ministrar a otros es una gran labor, pero también desafiante. tenemos que tener amor genuino y dependencia de Dios y un compromiso constante con el bienestar espiritual.
Una persona que ministra a otros primeramente debe tener AMOR. El amor tiene su origen en Dios, porque la biblia dice que “Dios es amor” (1 Juan 4:8) Biblia RV1960. Esta debe ser la primera característica de alguien que ministra a otra persona.
Otro requisito es la PACIENCIA, primeramente porque es una de las nueve manifestaciones del fruto del Espíritu que se encuentra en la biblia, en Gálatas 5:22 (RV 1960). La paciencia se requiere para ayudar a las personas necesitadas de consejería.
También se requiere de APERTURA. El consejero debe demostrar una actitud de aceptación, aun cuando la otra persona no comparta sus mismos ideales. Es un requisito para ser un consejero efectivo.
La ESPERANZA es una virtud que va de la mano con el amor, de acuerdo a 1 Corintios 13:13 (Biblia RV 1960). Todo consejero cristiano deberá depender de ella a la hora de ayudar a otro en consejería.
Un buen consejero cristiano se caracteriza por ser FLEXIBLE, estar dispuesto a hacer cambios y ajustes. No debe ser rígido ni poner en categorías a las personas.
Por ultimo: para poder ayudar a alguien, se debe ser HUMILDE. La persona que ministra a otros no debe ser pretencioso/a, se debe tener en cuenta que al mismo tiempo que se ministra a otros, también el/ella está creciendo.
Jesús dijo: “aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón…” (Mateo 11:29) Biblia RVA 2015
Consejeria Cristiana Efectiva; pg.104-106
1) Amor. Práctico, compasivo, sensible, paciente y proveedor. Todos estos son elementos indispensables para que se verifique el cuidado o la ministración hacia otros. Que las personas sientan que el sentimiento de amor este en primer plano, antes que cualquier otra demostración afectiva.
2.) Paciencia. Esto implica estar con una persona, o en una situación, aun cuando no parece haber ningún cambio. Al igual que el amor, la paciencia viene de Dios.
3.) Apertura. Muchos adultos niegan y esconden sus emociones, son incapaces de expresar sus sentimientos. El consejero deberá animarles a reconocer sus sentimientos y ser positivos.
4.) Esperanza. La esperanza es una virtud que va de la mano con el amor, y alivia al menos por un tiempo, nos da la energía para continuar aún en medio de dificultades. Debemos regocijarnos en la soberanía dude Dios. La forma en que Dios hace las cosas es perfecta.
5.) Flexibilidad. Será difícil poder ministrar a otras personas si somos rígidos, si no cambiamos, si nos resistimos a crecer, o si optamos por poner a las personas dentro de categorías. El verdadero cuidado incluye aceptación.
6.) Humildad. No se puede ayudar a alguien si quien brinda la ayuda no está realmente involucrado, o si ve a los demás desde una perspectiva de superioridad.
El ministrar a otros es un acto de amor que solo el que esta lleno del poder de Dios lo puede hacer.
Gary Collins página 104 - 106.
Gary Collins explica que las personas que ministran deben tener las siguientes características;
Amor. Práctico, compasivo, sensible, paciente y proveedor de amor, todos son elementos indispensables para que se verifique el cuidado o la ministración hacia otros.
Paciencia. Esto implica estar con una persona o en una situación aún cuando no parece haber ningún cambio.
Apertura. Si se va a ministrar a otras personas, deberá animarles a reconocer sus sentimientos, ya sean positivos o negativos.
Esperanza. ¿Puede imaginarse lo difícil que sería ministrar a alguien a quien no le pudiera dar ninguna esperanza? La esperanza da comodidad y alivio, al menos temporal, para el sufrimiento, nos da la energía para continuar aún en medio de dificultades.
Flexibilidad. Será difícil, si no imposible, ministrar a otras personas si somos rígidos, si no deseamos cambiar, si nos resistimos a crecer o si tendemos a poner a las personas dentro de categorías. El verdadero cuidado incluye aceptación de los demás, deseo de crecer y disponibilidad para cambiar.
Humildad. No es posible ayudar a alguien si quien brinda la ayuda no está realmente involucrado o si ve a los demás desde una perspectiva de superioridad. La persona que ministra a otras, no es pretenciosa, sino humilde, y está deseosa de aprender.
El ministrar a otros es una experiencia que se desarrolla con la práctica, paso a paso. Sin embargo, no es una excusa para esperar a tenerlos y entonces empezar a ministrar a los demás. Con la ayuda de Dios y la experiencia que van obteniendo cada día podrán ayudar más eficazmente a los demás.
Consejería Cristiana Efectiva. Gary Collins página 104 - 106.
Adelante hna. Karla que el Senor Jesus la Fortalezca simpre!!!
Amor: Un amor práctico y compasivo es esencial para ministrar a otros. Este amor, que proviene de Dios, se demuestra a través de la paciencia, sensibilidad y disposición para proveer y cuidar. La iglesia local debe ser un lugar donde el amor se muestre de manera clara y activa, fomentando actos de amabilidad y apoyo mutuo (1 Juan 4:7-11).
2. Paciencia: El ministrador debe ser paciente, permaneciendo junto a las personas incluso cuando no hay cambios visibles. La paciencia es un fruto del Espíritu (Gálatas 5:22) y a menudo se desarrolla en medio de pruebas y dificultades (Santiago 1:2-5).
3. Apertura:. La apertura implica honestidad y veracidad, así como la disposición de caminar junto a otros en su proceso, sin juzgar ni condenar. Esta autenticidad es fundamental para un cuidado saludable y genuino.
4. Esperanza: La esperanza es esencial para ministrar, ya que proporciona consuelo y fuerza en tiempos difíciles. Esto permite al ministrador alentar a los demás a confiar en Dios y a encontrar paz en Su voluntad.
5. Flexibilidad: La flexibilidad permite aceptar a las personas tal como son, estar dispuesto a crecer y cambiar, y evitar clasificar o juzgar a los demás.
6. Humildad: La humildad implica servir sin pretensión y estar dispuesto a aprender de los demás. No se trata de lo que uno hace por los demás, sino de estar genuinamente involucrado en el bienestar del otro.
Consejería Cristiana Efectiva. Gary Collins página 104 - 106.
Me gusto mucho lo que escribiste. gracias. Bendiciones querida hermana.
Que el Señor continúe bendiciéndote abundantemente. ¡Bendiciones!
Gary Collins en su libro menciona que una persona que ministra a otros debe tener las siguientes
características :
1. Amor. Práctico, compasivo, sensible, paciente y proveedor de amor, todos son elementos indispensables para que se verifique el
2. Paciencia. Esto implica estar con una persona o en una situación aún cuando no parece haber ningún cambio.
3. Apertura. Si se va a ministrar a otras personas, deberá animárseles a reconocer sus sentimientos, ya sean positivos o negativos.
4. Esperanza. ¿Puede imaginarse lo difícil que sería ministrar a alguien a quien no le pudiera dar ninguna esperanza? La esperanza da
5: Flexibilidad. Será difícil, si no imposible, ministrar a otras personas si somos rígidos, si no deseamos cambiar, si nos resistimos a crecer o
6. Humildad: No es posible ayudar a alguien si quien brinda la ayuda no está realmente involucrado o si ve a los demás desde una pea otras,
Consejería Cristiana Efectiva. Gary Collins página 104 - 106.
Gracias por su comentario, pastor Veronica!!! Sigamos aprendiendo juntos!!!
1. Amor – El amor es fundamental en el ministerio de la consejería cristiana. Es práctico, compasivo y sensible, paciente y proveedor de amor. El amor debe practicarse en la comunidad de cristianos y debe estimular a amar por medio de amabilidad, sin condenar ni criticar. Debe haber un amor sacrificial.
2. Paciencia – El proceso de ministrar puede tomar mucho tiempo o hasta puede ser difícil, pero la paciencia es esencial para acompañar a las personas que necesitan crecer. El ministrador paciente no hace que los demás se sientan presionados a actuar, o forzados a tomar decisiones rápidas.
3. Apertura – Quiere decir caminar al lado uno del otro, animando, apoyando, corrigiendo, enseñando y confrontándose los unos a los otros.
4. Esperanza – La Esperanza Cristiana estimula a regocijarse en la sabia soberanía de Dios y a aceptar el hecho de que la forma en que Dios hace las cosas es perfecta, busca la guía de Dios y aprende a decir: “Padre sea hecha tu voluntad” y acepta que los caminos de Dios no son siempre nuestros caminos.
5. Flexibilidad – El consejero cristiano debe estar dispuesto a adaptarse a diferentes personalidades, situaciones y problemas que enfrentan las personas. No estar rígidos, sino estar dispuestos a crecer y disponibilidad para cambiar.
6. Humildad – La humildad es fundamental para reconocer que el poder para sanar y restaurar proviene de Dios y el nos ayudara a desarrollar los atributos que nos han miembros más cuidadosos y compasivos, con el cuerpo de Cristo.
Consejeria Cristiana Efectiva Gary Collins (pag 104 - 107)
Siga adelante!!!
El ministrar a otros significa que debemos de estar dispuestos a tomar riesgos ya que no es fácil cuidar de otros. Es por esta razón que las personas que ministran deben poseer una serie de características esenciales para poder ministrar con efectividad. Entre dichas características están:
El amor- Este es un requisito básico para cualquier tipo de cuidado efectivo, ya que Jesucristo enfatizó durante su ministerio terrenal que nos amemos unos a otros (Juan 13:34).
Paciencia- Esto implica que trabajemos con la persona no para conseguir cambios fáciles y rápidos. Sino más bien que trabajemos sin presionar aún cuando no vemos cambios y que la persona no sienta la presión de actuar de cierta manera.
Apertura- Esto indica que debemos animar a la persona a reconocer los sentimientos que tienen, ya sean positivos o negativos, y a que los expresen con plena libertad.
Esperanza- Ofrecer una esperanza realista y fuera de negar cualquier circunstancia actual. Estimular a regocijarse en la soberanía de Dios y a aceptar su voluntad, buscar su guianza teniendo la certeza de que Dios tiene y tendrá el control absoluto todo.
Flexibilidad- Motivar a que siempre debe de haber espacio para implementar cambios que modificaran los comportamientos o problemas que se enfrentan.
Humildad- Nunca mirar con una perspectiva de superioridad a quien se ayuda y evitar interferir en la privacidad. Mantener siempre el enfoque de estimular el crecimiento.
Consejería Cristiana Efectiva. Gary Collins página 104 - 106.
Reina Valera 1960 (Juan 13:34)
Tienes toda la razón en que ministrar a otros conlleva tomar riesgos y un compromiso profundo. Las características que mencionas son fundamentales para hacerlo de manera efectiva y reflejan el corazón de un verdadero servidor de Cristo.
Amor: Práctico, compasivo, sensible, paciente y proveedor de amor, elementos para un buen cuidado. Su origen en Dios el Padre debe ser una característica de cada seguidor de Cristo. En ningún lugar debe expresarse este amor tan claramente como en una Iglesia
Paciencia: Esto implica estar con una persona o en una situación aun cuando no parecer haber cambio. La paciencia viene de Dios. Esta es un fruto del Espíritu (Gálatas 5:22). El ministrador no forza o presiona a tomar decisiones rápidas. Tampoco busca cambios fáciles en la vida del otro, sino con paciencia.
Apertura. Los que ministran deben demostrar estar abiertos en palabra y conducta. Deberán conocer sus áreas fuertes y débiles buscando desarrollar su interés genuino por los demás a pesar de sus creencias. Veracidad honestidad, apertura y ayuda mutua implica caminar al lado uno del otro animando corrigiendo y apoyando.
Esperanza: La esperanza cristiana no estimula a las personas a negar su realidad para convertirse en alguien inactivo sino al contrario estimula a regocijarse en la sabia soberanía de Dios. Los que ministran deben tener su mirada puesta en Dios, quien es nuestra verdad y segura esperanza.
Flexibilidad: No es posible ministra si somos rígidos sino deseamos cambiar si no crecemos o si categorizamos a las personas. El verdadero cuidado incluye aceptación de los demás, deseo de crecer y disponibilidad para cambiar.
Humildad:La persona que ministra a otras, no es pretenciosa, sino humilde y está deseosa de aprender. Evita el inferior con la privacidad de los demás y no se inclina a tener la actitud de: “Mira lo que estoy haciendo por ti”.
Consejería Cristiana Efectiva. Gary Collins página 104 - 106.
1. Amor. Práctico, compasivo, sensible, paciente y proveedor de amor, todos son elementos indispensables para que se verifique el cuidado o la ministración hacia otros. Los cristianos llenos del Espíritu Santo debemos animarnos a amarnos los unos a los otros.
2. Paciencia. Esto implica estar con una persona o en una situación aun cuando no parece haber ningún cambio. La persona que ministra a otra no busca cambios fáciles en la vida del otro, sino que con paciencia satisface sus necesidades y expectativas de salud.
3. Apertura. Animar a las personas a reconocer sus sentimientos, ya sean positivos o negativos. Veracidad, honestidad, apertura y ayuda mutua quiere decir caminar al lado uno del otro, animando, apoyando, corrigiendo, enseñando y confrontándose los unos a los otros. Esta honestidad al compartir es una característica del cuidado saludable.
4. Esperanza. La esperanza da comodidad y alivio, al menos temporal, para el sufrimiento, nos da la energía para continuar aún en medio de dificultades. Las personas que ministran a otros deben tener su mirada puesta en Dios, quien es nuestra Verdad y Segura Esperanza.
5. Flexibilidad. No se puede ministrar a otras personas si somos rígidos, si no deseamos cambiar, si nos resistimos a crecer. El verdadero cuidado incluye aceptación de los demás, deseo de crecer y disponibilidad para cambiar.
6. Humildad. Para brindar ayuda hay que estar realmente involucrado, sin tener una perspectiva de superioridad. La persona que ministra a otras, no es pretenciosa, sino humilde.
Collins, Gary R. Consejería Cristiana Efectiva. Grand Rapids, Mich: Editorial Portavoz, 1992 pag. 104-107
Bendiciones.
Collins dice que: Ministrar a los demás quiere decir demostrar un profundo interés por las demás personas, así como amar a alguien de la misma forma que nos amamos a nosotros mismos. Básicamente ministrar podría resumirse como buscar el mayor bienestar físico, espiritual y mental de la otra persona.
No todas las personas tienen la misma eficiencia a la hora de ministrar a otros; en ese sentido Collins menciona las características de estas personas:
1. Amor: El amor practico, compasivo, sensible, paciente y proveedor de amor, todos son elementos indispensables para que se verifique el cuidado o la ministración hacia otros.
Según Collins el amor es un requisito básico para cualquier clase de cuidado efectivo.
2. Paciencia: La paciencia es unos de los frutos que produce el espíritu santo, esta característica es de suma importancia porque sin ella, nuestro trabajo no sería efectivo; pues sin ella se trataría de hacer que las personas tomen decisiones a la ligera y presionados.
3. Apertura: Collins dice que: Veracidad, honestidad, apertura y ayuda mutua quiere decir caminar al lado uno del otro, animando, apoyando, corrigiendo, enseñando y confrontándose los unos a los otros.
También están otras tres características que son: Esperanza, Flexibilidad y humildad.
Collins dice que ministrar a otros es una experiencia de crecimiento y que son pocas las personas que tienen estas características, sin embargo, dice que no debemos esperar tenerlas para comenzar a ministrar a los demás. Pues al comenzar a ministrar se irán desarrollando. Dios nos ayudara en todo momento y debemos confiar en el.
Consejeria cristiana efectiva. United States: Editorial Portavoz, 1992. Pp 104, 105, 106, 107
El ministrar a otros es una experiencia de crecimiento tanto para el que lo recibe como para quien lo lleva a cabo y para poder ser efectivos en la ministración es imperativo según el autor, tener una serie de características. Entre dichas características están:
El amor- Según Collins, el amor es un requisito básico para cualquier tipo de cuidado efectivo, ya que es un elemento indispensable para el cuidado hacia otros.
Paciencia- Esto implica que debemos de permanecer con la persona en necesidad aún en sus momentos difíciles brindándole apoyo y dejándole espacio para crecer y pensar, de esta manera, no tomará decisiones apresuradas. No buscamos que la persona cambie de la noche a la mañana sino más bien satisfacer las necesidades.
Apertura- Mostrar la importancia de no ocultar emociones, sino más bien, abrir el corazón y expresar cualquier tipo de sentimientos sin sentirse cohibido.
Esperanza- Debemos mostrarle a las personas que hay esperanza apesar de cualquier situación porque Dios está en control de todo. Sin embargo, debemos llevar a la realidad y no a negar la situación por la que está atravesando la persona.
Flexibilidad- Mostrar la importancia de buscar los cambios requeridos ya que estos nos llevan al crecimiento y el no hacerlo (resistirnos, ser rígidos) nos llevará al fracaso.
Humildad- No podemos ministrar a otros si no nos involucramos o miramos a las personas desde una perspectiva de superioridad. Es importante ofrecer ayudar a otros con un corazón humilde y sencillo.
Debemos confiar en que Dios nos ayudará a desarrollar no solo estas características sino todas aquellas otras que necesitamos para ser efectivos.
Consejería Cristiana Efectiva. Gary Collins página 104 - 106.
Sobre la humildad Collins dice en su libro que: " No es posible ayudar a alguien si quien brinda la
ayuda no está realmente involucrado o si ve a los demás desde una perspectiva de superioridad. La persona que ministra a otras, no es pretenciosa, sino humilde, y está deseosa de aprender."
Mi pregunta para ti es: ¿Como identificarías que tienes esta característica (humildad), y como sabes que no estás haciéndote una autoevaluación errónea con respecto a pensar y decir el si tienes o no esta caracteristica?
Una persona que ministra a otros debe tener ciertas características clave:
1. Amor: Ser práctico, compasivo, sensible y paciente es fundamental para cuidar a los demás. Este amor, que proviene de Dios, debe ser parte de la vida de todos los seguidores de Cristo y dejan que el Espíritu Santo los guíe.
2. Paciencia: Es fundamental ser paciente, acompañando a la persona sin presionarla para cambiar rápidamente. La paciencia permite un proceso de crecimiento natural y saludable.
3. Apertura: Ser sincero sobre los propios sentimientos y debilidades es importante para ayudar a otros. Esto promueve una relación genuina, basada en la honestidad y el apoyo mutuo.
4. Esperanza: Ayuda a enfrentar las dificultades con confianza en Dios, buscando Su voluntad y guía, aceptando Su soberanía.
5. Flexibilidad: Es esencial ser adaptable, sin rigidez, dispuesto a cambiar y aceptar a los demás tal como son.
6. Humildad: Quien ministra debe evitar sentirse superior, mostrando humildad y disposición para aprender y respetar la privacidad de la otra persona.
Ministrar a otros es un proceso de crecimiento continuo. Todos estos rasgos desde el principio, se desarrollan mientras se sirve. Dios ayuda a los creyentes a crecer en estas cualidades para ministrar mejor a los demás.
Collins, Gary & Sergio Mijangos. Consejería cristiana efectiva. Editorial Portavoz. 1992.
Es cierto que ministrar no solo transforma a aquellos a quienes servimos, sino que también es un proceso de crecimiento personal. A medida que servimos, Dios moldea en nosotros estas características —amor, paciencia, apertura, esperanza, flexibilidad y humildad—, capacitándonos para reflejar más a Cristo en nuestras vidas.
Para ministrar a otros es muy importante que el que ministra tenga las siguientes características.
1. Amor. Práctico, compasivo, sensible, paciente y proveedor, estos son elementos indispensables para ministrar a otros, este amor tiene su origen en Dios el Padre (1 Juan 4:7-11). El amor es un requisito básico para cualquier clase de cuidado efectivo.
2. Paciencia. Esto implica estar con una persona o en una situación aun cuando no parece haber ningún cambio, esto también viene de Dios y en Gálatas 5:22 se ve como parte del Fruto del Espiritu Santo. La persona que posee paciencia y da el cuidado permanece al lado de quien está ayudando dándole tiempo para crecer y con paciencia satisface sus necesidades y expectativas de salud.
3. Apertura. Muchos son incapaces de expresar sus sentimientos, si se va a ministrar a otras personas deberá animárseles a reconocer sus sentimientos. Apertura y ayuda mutua quiere decir caminar al lado del otro, animando, apoyando, corrigiendo, enseñado y confrontándose los unos a los otros.
4. Esperanza. La esperanza cristiana no estimula a las personas a negar la realidad de su situación para convertirse en alguien inactivo, sino que estimula a regocijarse en la soberanía de Dios y a aceptar el hecho de que la forma como Dios actúa es perfecta y busca su guía.
5. Flexibilidad. Ser flexibles no rígidos, el verdadero cuidado incluye aceptación de los demás, deseo de crecer y disponibilidad para cambiar.
6. Humildad. No es posible ayudar a otros si quien brinda la ayuda no se involucra, o si ve a los demás desde una perspectiva de superioridad, quien ministra no puede ser pretenciosa sino humilde y deseosa de aprender.
1) Amor ~ practico, compasivo, sensible, y paciente y proveedor de amor, todo solo elementos indispensables para que se verifique el cuidado o la ministración hacia otros.
2) Paciencia ~ implica estar con una persona o en una situación aun cuando no parece haber ningún cambio. La persona que posee paciencia y da el cuidado, permanece con el que está en ansiedad, dándoles tiempo para crecer y la oportunidad para pensar.
3) Apertura ~ deberá animar a las personas a reconocer sus sentimientos, ya sean positivos o negativos.
4) Esperanza ~ da comodidad y alivio al menos temporal para Tambien las personas ministrando deben tener su mirada puesta en Dios, quien es nuestra Verdad y Segura Esperanza.
5) Flexibilidad ~ Ofrece la posibilidad de cambio. Entendiendo que se trata no solamente de condición sino también de manera de pensar. El verdadero cuidado incluye aceptación de los demás, deseo de crecer y disponibilidad para cambiar.
6) Humildad ~ La persona que ministra a otros, no es pretenciosa sino humilde, y esta deseosa de aprender. El ministrar a otros es una experiencia de crecimiento y pocos tienen todos estos rasgos. El orgullo y ego son obstáculos al ministrar. Es importante confiar en Dios quien ayuda a desarrollar los atributos que hacen miembros mas cuidadosos y compasivos del cuerpo de Cristo.
Referencia:
Collins, Gary R. Consejería Cristiana Efectiva. Grand Rapids, Mich. Editorial Portavos, 1992. (Pgs.104-106).
¿Cuáles son las características de una persona que ministra a otros? (250 Palabras)
Algunas características a desarrollar en la ministración a otros tenemos:
1- El amor.
El amor, practico, compasivo, sensible es muy esencial en la ministración. El amor es un requisito básico para cualquier clase de cuidado efectivo.
2- Paciencia
La paciencia es tan importante como el amor para ministrar a otros, ya que ambas vienen de Dios. Muchas veces no hay cambios, ya que la paciencia se desarrolla a través de las pruebas, ((Santiago 1:2-5) La persona que posee paciencia dará el cuidado para que la persona crezca y tenga la oportunidad para pensar.
3- Apertura.
Al ministrar a otros implica el animarlos a reconocer sus sentimientos, ya sean positivas o negativos.
4- Esperanza.
Esta da comodidad y alivio, al menos temporal, para el sufrimiento, nos da la energía para continuar aún en medio de dificultades. Confiando en Dios.
5- Flexibilidad.
Esta nos ayudara a ser flexibles a los cambios, no etiquetar a las personas por categorías, sino aceptar a las personas y ayudarlas a crecer y que ellas mismas se dispongan a cambiar.
6. Humildad.
La persona que ministra a otras, no debe ser pretenciosa, sino humilde. El ministrar a otros es una experiencia de crecimiento y se debe estimularse a los cristianos a alcanzar a otros a través de ministrar sus necesidades. Y por último Hemos de confiar en que Dios nos ayudará a ser más cuidadosos y compasivos con el cuerpo de Cristo.
Consejería Cristiana Efectiva. Gary Collins página 104 - 106.
¿Cuáles son las características de una persona que ministra a otros? (250 Palabras)
Algunas características a desarrollar en la ministración a otros tenemos:
1- El amor.
El amor, practico, compasivo, sensible es muy esencial en la ministración. El amor es un requisito básico para cualquier clase de cuidado efectivo.
2- Paciencia
La paciencia es tan importante como el amor para ministrar a otros, ya que ambas vienen de Dios. Muchas veces no hay cambios, ya que la paciencia se desarrolla a través de las pruebas, ((Santiago 1:2-5) La persona que posee paciencia dará el cuidado para que la persona crezca y tenga la oportunidad para pensar.
3- Apertura.
Al ministrar a otros implica el animarlos a reconocer sus sentimientos, ya sean positivas o negativos.
4- Esperanza.
Esta da comodidad y alivio, al menos temporal, para el sufrimiento, nos da la energía para continuar aún en medio de dificultades. Confiando en Dios.
5- Flexibilidad.
Esta nos ayudara a ser flexibles a los cambios, no etiquetar a las personas por categorías, sino aceptar a las personas y ayudarlas a crecer y que ellas mismas se dispongan a cambiar.
6. Humildad.
La persona que ministra a otras, no debe ser pretenciosa, sino humilde. El ministrar a otros es una experiencia de crecimiento y se debe estimularse a los cristianos a alcanzar a otros a través de ministrar sus necesidades. Y por último Hemos de confiar en que Dios nos ayudará a ser más cuidadosos y compasivos con el cuerpo de Cristo.
Consejería Cristiana Efectiva. Gary Collins página 104 - 106.
La persona que ministra a otra no busca cambios fáciles en la vida del otro, sino que con paciencia satisface sus necesidades y expectativas de salud. Si vamos a ser una iglesia que ministre a otros, debemos contar con líderes que sean pacientes, tanto consigo mismos, como con otros.Los ministros deberán conocer sus áreas fuertes, así como las débiles, buscando desarrollar un interés genuino por los demás y demostrando disponibilidad a aceptar a los demás a pesar de sus creencias, conducta, palabra o actitudes. Veracidad, honestidad, apertura y ayuda mutua quiere decir caminar al lado uno del otro, animando, apoyando, corrigiendo, enseñando y confrontándose los unos a los otros. Esta honestidad al compartir es una característica del cuidado saludable. Dios le bendiga y fortalezca a seguir adelante.
La primera característica de una persona que desee ministra a otra sin duda debe ser el Amor, porque el amor encierra otras grandes virtudes tales como: compasión, sensibilidad y paciencia. Debemos recordar que el amor viene directamente de Dios.
Otra característica que muestra una persona que tiene el don de ministrar es La Paciencia, porque no se desespera si la persona que está ministrando no muestra ningún cambio. La paciencia también viene de parte Dios, recordemos que la paciencia es uno de los frutos del Espíritu Santo.
Apertura es una característica que muchos cristianos no aceptan, porque llevan todo problema o dificultad al ámbito espiritual, pero la apertura es imprescindible para un ministro porque debe ayudar a reconocer a su aconsejado los sentimientos sean positivos o negativos.
La esperanza es una característica que no debe faltarle al que ministra para poder llevar a su aconsejado a entender que puede regocijarse aun en medio de la dificultad porque el problema está en manos de Dios y que en el futuro alguna persona o algún evento traerán alivio a nuestros problemas.
Flexibilidad es una característica también que debemos usar para ministrar a otros si queremos que hayan resultados. Si nosotros como ministros somos inflexibles y no tenemos la voluntad de cambiar como pretendemos que nuestro aconsejado cambie y salga del problema.
Humildad es más que necesaria para ayudar a alguien a que está en problemas. La persona que ministra a otra no debe sentirse superior y tampoco debe jactarse de su ayuda.
Que Dios le continúe dando sabiduría. Bendiciones.
Para comenzar una caracteristica fundamental es la empatia, ser capaz de comprender y sentir los que otros experimentan es esencial para que aquellas personas que ministrant a otros ya que esto provocara un ambiente de confianza y apertura por parte del que recibe la ayuda. Otra características muy necesaria es la escucha activa, es necesario escuchar con atención para poder captar las necesidades y preocupaciones de la persona, otros autores hacen referencia a la escucha empática que consiste en escuchar para comprender.
Sabiduria: para discernir y ofrecer consejos relevantes y utiles
Paciencia: la sanidad require tiempo y los procesos son diferentes, el consejero debe estar dispuesto en disponer tiempo para que esto se lleve a cabo de una manera excelente
Humildad: el consejero ha de mantenerse en continuo crecimiento y educacion reconociendo que no lo sabe todo y que es esencial continuar educandose
Integridad: los consejeros se convierten en modelos a seguir y por ende han de mantener un modo de vida con respect a lo que ensenan, en este sentido la fe es esencial puesto que podra inspirar a otros a creer y confiar en Dios.
En este orden de ideas, la ultima caracteristica por mencionar pero no menos importante es la habilidad de comunicar, esta deberá ser clara y efectiva y es vital para poder transmitir el mensaje.
AMOR:, practico, compasivo sensible, paciente, y proveedor de amor, todos son indispensables para que se verifique el cuidado o la ministraron a otros.
el mayor es un requisito básico para cualquier clase de cuidado efectivo. en su forma mas pura , el amor viene a aquellos que se ha comprometido con jesucristo y están deseosos de que el espíritu santo los controle, el mor viene a ser una característica en sus vidas.
PACIENCIA: esto implica estar con una persona o en una situación aunque no parece haber ningún cambio.
ls persona que posee paciencia y da el cuidado permanecen con el que esta en ansiedad dandole tiempo para creer y la oportunidad para pensar. ministrados paciente no hace que los demás se sientan presionados para actuar, o forzados a tomar desiciones rápidas.
APERTURA: muchos adultos niegan o sofocan su emociones son incapaces de expresar si sentimientos y aun llegan a pensar que ser espirituales es estar siempre sonrientes y libres de problemas, sin embargo la vida real no es así. ministrar a otras personas se debe amigarles a reconocer sus sentimientos, ya sean positivos o negativos.
ESPERANZA: será imposible ministrar a otras personas si somos regidos no deseamos cambiar, si nos resistimos a crecer o si tendemos a poner a las personas dentro de categorías. el verdadero cuidado incluye, aceptación de los demás, deseo de crecer y disponibilidad para cambiar.
HUMINLDAD: no es posible ayudar a alguien si quien esta ayudando. no estas realmente involucrado o Si ve a los demas desde una perspectiva de superioridad.