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por Meredith Aldana - Número de respuestas: 4

¿Cuál es el rol de la motivación y la cultura organizacional en el cambio organizacional?


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Re: Foro 6

por Jose Sales -
En uno de los ocho pasos para el cambio organizacional de John Kotter, en el "establecer un sentido de urgencia", él dice que no se puede comenzar un cambio que nadie tiene ganas de experimentar. Achua y Lussier aseguran que la motivación en el liderazgo es un componente esencial para el éxito organizacional; la motivación es la realidad de que las personas pueden tener todos los recursos, planes, estrategias de cambio y más, pero si no están motivados a hacer las cosas, entonces no lo harán. Por lo tanto, las personas necesitan estar motivadas para implementar todo tipo de cambio desde el margen de los objetivos, los incentivos y las expectativas; los objetivos personales u organizacionales motivan a las personas, como alcanzar una meta, ver el resultado del esfuerzo de su trabajo, etc.

Con respecto al rol de la cultura organizacional, es muy importante estudiarlas o analizarlas para implementar cambios que perduren; se debe considerar la cultura organizacional, dado que en el ámbito eclesiástico, la cultura organizacional dentro de la iglesia se refiere a lo que llamamos nuestras tradiciones, nuestras prácticas, nuestras liturgias, o cosas que no necesariamente están en la Biblia, pero que son o han sido partes de las prácticas dentro de la iglesia para su desarrollo. Entonces, para implementar todo tipo de cambio estratégico organizacional, debemos tener el cuidado de no hacerlas antes de estudiarlas; el no hacerlas sería poner en riesgo a la organización. A mi entender, según la clase de esta semana, del ejemplo que el maestro explicó del pastor, la mesa de santa cena y la iglesia, obtuvo como resultado querer sacar al pastor; entiendo que lo que sucedió es que fue un pequeño cambio sin avisar y que había tenido su consecuencia.

Por lo tanto, estudiar sabiamente a la cultura es parte de la estrategia para el cambio organizacional saludable. Desde el marco de las enseñanzas de la Biblia, buscar ayudar a las personas a entender que nuestras tradiciones culturales no meramente representan los valores divinos del reino de Dios, porque al final, como el Dr. Ruarte lo explica, lo que nos debe unir es cumplir la misión de Dios, y no se trata de la preferencia de uno o del otro, sino de cumplir la gran comisión, la cual es la ordenanza para todos Mat. 28:16-19 "Id y haced discípulos a todas las naciones".
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Re: Foro 6

por Natalia Caro -
Cuando se realizan cambios organizacionales el rol de la motivación es de gran importancia porque conduce la conducta y la manera de hacer el trabajo o rol de las personas. La motivación permite que las personas estén contentas y felices, tengan el deseo de realizar sus tareas y se sientan parte de la organización. Para que las personas tengan motivación para desarrollar cambios se debe hablar de las metas personales y lo que les incentiva, pues esto atrae a las personas a hacer parte del cambio y con buena actitud.

También al desarrollar un cambio organizacional el rol de la cultura organizacional es vital porque se debe aprender la cultura, analizar los rasgos que la organización ya tiene, sus tradiciones, hábitos y las acciones que predominan. Esto es muy importante para mitigar el conflicto y oposición en los cambios.

Teniendo en cuenta los roles de la motivación y la cultura organizacional, el cambio llevará a la organización a otros niveles de efectividad e impacto.
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Re: Foro 6

por Mario Lopez -
La motivación y la cultura organizacional son elementos esenciales para que un cambio organizacional sea efectivo. La motivación impulsa a las personas a participar activamente en el proceso. Cuando los colaboradores entienden el propósito del cambio, ven beneficios personales y sienten reconocimiento, se reduce la resistencia y aumenta el compromiso. Además, la motivación sostiene el esfuerzo durante las etapas difíciles, ayudando a que el cambio no se quede a mitad de camino.

Por otro lado, la cultura organizacional crea el ambiente donde ocurre el cambio. Son los valores, creencias y hábitos que definen “cómo hacemos las cosas aquí”. Una cultura flexible, con comunicación abierta, colaboración y disposición al aprendizaje, facilita el avance. En cambio, una cultura rígida o basada en la desconfianza puede frenar cualquier iniciativa nueva. La cultura también asegura que el cambio no sea algo temporal, sino parte del funcionamiento cotidiano de la organización.

En conjunto, la motivación mueve a las personas desde adentro, mientras que la cultura las guía desde afuera. Cuando ambas se alinean, el cambio se vuelve más natural, aceptado y sostenible, permitiendo que la organización avance hacia nuevas metas de manera coherente y estable.
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Re: Foro 6

por Leonel Paz -
La motivación y la cultura organizacional juegan un papel muy importante cuando una organización necesita hacer cambios. La motivación es básicamente la energía y el deseo que las personas tienen para hacer su trabajo. Cuando los empleados están motivados, es mucho más fácil que acepten nuevas ideas y se adapten a los cambios. Una persona motivada participa, hace preguntas, se esfuerza más y busca la manera de aportar. Además, cuando se explica claramente el propósito del cambio y las personas sienten que su esfuerzo será valorado, la resistencia disminuye. Nadie quiere cambiar por obligación, pero cuando hay motivación, el proceso se vuelve más natural.

Por otro lado, la cultura organizacional es la forma de ser de la organización: sus costumbres, valores, maneras de trabajar y de relacionarse. Esta cultura puede ayudar o puede estorbar. Si la cultura es abierta, flexible y con disposición a mejorar, entonces el cambio se puede hacer más rápido. Pero cuando la cultura es muy rígida y está acostumbrada a hacer las cosas siempre igual, es más difícil que el cambio avance. La cultura también influye en cómo las personas entienden lo que está pasando. En una cultura positiva, los cambios se ven como oportunidades; en una cultura negativa, se pueden ver como problemas.

Finalmente, para que un cambio realmente dure, debe llegar a formar parte de la cultura. No basta con dar instrucciones nuevas; las personas deben adoptar esas nuevas prácticas como algo normal. En resumen, la motivación impulsa a las personas, y la cultura sostiene el cambio a largo plazo