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por Meredith Aldana - Número de respuestas: 34

¿Por qué es tan importante nuestra actitud cuando trabajamos con una enfermedad mortal? (250 palabra)

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Re: Foro 7

por Samuel Cux -
La actitud desempeña un papel crucial cuando se trabaja con una enfermedad moral, porque define la disposición interna desde la cual la persona enfrenta su proceso de transformación espiritual y ética. Una actitud adecuada permite reconocer el daño causado, aceptar la responsabilidad y abrir el corazón al cambio con humildad y esperanza. Este enfoque no solo facilita la sanación interior, sino que también potencia la conversión moral, entendida como una renovación profunda de la conciencia y del modo de relacionarse con Dios y con los demás.​
Desde la psicología y la fe, mantener una actitud positiva y esperanzada reduce el sufrimiento emocional y fortalece la resiliencia moral. Tal disposición promueve la aceptación de la propia fragilidad, la práctica del perdón y el aprendizaje espiritual, tres elementos esenciales en cualquier proceso de sanación moral. La persona que adopta una actitud compasiva hacia sí misma y hacia los demás puede transformar el sentimiento de culpa en responsabilidad restauradora y en deseo sincero de cambio.​
En el marco cristiano, la actitud moral sana se inspira en la de Cristo: humildad, servicio y entrega al bien de los demás. Según Filipenses 2:3–4, “nada hagáis por contienda o vanagloria”, invitando a actuar con una mente renovada centrada en el amor. Así, la actitud se convierte en el terreno donde germina la verdadera conversión: pasar del egoísmo al amor, de la culpa a la gracia, y del temor a la paz interior.​
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Re: Foro 7

por Jose Sales -
Bendiciones, hermano Samuel.

     Excelente principio; cómo concluye su aportación referente al tema "la importancia de nuestra actitud ante una enfermedad mortal", dado que los cambios son muchos, tanto emocional, espiritual y físico en un paciente con enfermedad terminal, como consejeros cristianos nos es importante estar llenos del poder del Espíritu Santo y, sin duda, el consejo del apóstol Pablo en Filipenses 2:3-4 nos fortalece y nos guía a pensar en los demás como superiores a nosotros mismos. Sin embargo, el Dr. Collins, en su libro Consejería cristiana efectiva, enumera cinco etapas comunes por las cuales el paciente atraviesa en esos momentos, siendo las siguientes, que sin duda será de gran ayuda para un consejero conocerlas y poder tratar con mucho profesionalismo a su aconsejado. A continuación, las cinco etapas:

Primero, etapa de la negación y el aislamiento.

Segundo, etapa del enojo.

Tercero, etapa de la negociación.

Cuarto, etapa de la depresión.

Quinto, etapa de la aceptación.

     Aunque el Dr. claramente expresa que cada persona o caso es único, en particular, no dejan de ser estas cinco etapas las más comunes en muchos de los pacientes. Como ya mencioné, conocerlas sería de suma importancia como consejero cristiano, para poder afrontar con más eficacia el momento, o también nos ayudaría a tomar el autocontrol en nosotros y a comprender a nuestro aconsejado con una enfermedad mortal.
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Re: Foro 7

por Samuel Cux -
Bendiciones. Aprecio mucho la claridad con la que menciona las cinco etapas descritas por el Dr. Gary Collins; sin duda, conocerlas nos capacita para acompañar con compasión y discernimiento a quienes enfrentan una enfermedad terminal. Coincido con usted en que nuestra actitud, inspirada por el consejo de Filipenses 2:3-4, es fundamental, pues nos recuerda servir con humildad y amor. Además, como consejeros cristianos, debemos mantener una perspectiva de esperanza. Aunque el proceso de duelo o enfermedad conlleve dolor y crisis, el poder del Espíritu Santo nos permite guiar al paciente hacia una comprensión más profunda del propósito de Dios en medio del sufrimiento. Escuchar activamente, orar con el enfermo y fortalecer su fe son herramientas esenciales que ayudan a transformar la angustia en confianza y la desesperanza en reposo espiritual.
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Re: Foro 7

por Leonel Paz -
Estimado hermano Samuel:
Me gustó mucho su aportación, ya que está muy bien fundamentada. Sin embargo, me gustaría agregar que este proceso no debe verse como el final, sino como la respuesta al llamado del Señor a su presencia. Además, es importante enfatizar que hemos cumplido nuestra tarea en la tierra y que pasamos al gozo del Señor. Pienso que esa perspectiva podría ser de mucha ayuda y consuelo
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Re: Foro 7

por Samuel Cux -
Gracias hermano Leonel por su valiosa reflexión. Me edifica mucho su perspectiva sobre ver este proceso como un llamado glorioso a la presencia del Señor. Sin duda, esa visión trae consuelo y esperanza. Como dice 2 Timoteo 4:7–8, ‘He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Qué hermoso es saber que al final nos espera la corona de justicia en su presencia.”
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Re: Foro 7

por Leonel Paz -
Nuestra actitud al trabajar con una persona que enfrenta una enfermedad mortal es de suma importancia, porque determina la calidad del acompañamiento que brindamos y refleja nuestra fe en Cristo. El lugar donde principia cualquier ministerio con este tipo de paciente es con nuestras propias actitudes. Si el consejero teme hablar de la muerte o la evita, será difícil ofrecer consuelo verdadero. Muchos creyentes prefieren no pensar en la muerte, esperando ser parte de los que irán directamente con el Señor, pero la realidad es que todos debemos enfrentarla. La Biblia la llama “el enemigo”, pero también nos enseña que ha sido vencida por medio de la resurrección de Cristo.

Por eso, el consejero cristiano debe mantener una actitud de esperanza y paz, reconociendo que, aunque la muerte causa dolor, no tiene la última palabra. Debe estar disponible, mostrar interés genuino y ser sensible ante las emociones del paciente y su familia. En ocasiones, su mayor ayuda será escuchar en silencio, orar con ellos y guiarlos a las promesas bíblicas que fortalecen la fe.

Además, puede orientar sobre los arreglos prácticos o las decisiones que deben tomarse, ayudando a los familiares a comprender las etapas emocionales del proceso. Hablar de estos temas no es negativo, sino una forma de prepararse con madurez y confianza en Dios. En resumen, la actitud del consejero debe reflejar amor, serenidad y esperanza, recordando siempre que la muerte, aunque triste, no es el fin para quienes creen en Cristo.
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Re: Foro 7

por Mario Lopez -
Excelente redacción hno Leonel, me parece muy oportuno enfatizar que cuando alguien se enfrenta a una enfermedad mortal, la actitud esperanzadora y confiada de un consejero cristiano puede ser un verdadero bálsamo. Escuchar con atención, orar juntos y compartir promesas bíblicas son formas poderosas de fortalecer la fe y brindar consuelo.
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Re: Foro 7

por Leonel Paz -
Estimado hermano: Mario
Aprecio mucho su comentario y coincido plenamente con lo que menciona. Según Gary Collins, en su libro Consejería Cristiana Efectiva, el consejero cristiano debe reflejar la esperanza que proviene de la fe en Cristo, especialmente cuando se acompaña a alguien que enfrenta una enfermedad mortal. Collins enfatiza que el consejero no solo ofrece palabras, sino también presencia, empatía y oración.

Escuchar con atención, orar con el doliente y recordarle las promesas de Dios son acciones que fortalecen el espíritu y permiten que la persona experimente la paz de Cristo, aun en medio del sufrimiento. Este tipo de acompañamiento demuestra que la verdadera consejería cristiana no se basa solo en técnicas, sino en transmitir el amor y la compasión de Dios de manera práctica
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Re: Foro 7

por Natalia Caro -
Cuando trabajamos con una enfermedad mortal nuestra actitud es muy importante porque lleva a establecer una confianza con el paciente. También la actitud es importante porque de acuerdo a cada cultura, familia y personalidad, las personas ven la muerte y su proximidad de una manera diferente. Una persona creyente tendrá una perspectiva diferente a una persona no creyente.

Nuestra actitud es el principio del ministerio con pacientes con enfermedades morales. Por lo general las personas evaden discutir acerca de la propia muerte, y por esto muchas decisiones importantes las toman las personas más cercanas como los familiares cuando recién muere la persona y están experimentando la tristeza y el dolor. Muchas veces tanto familia como pastores y hasta médicos evaden al paciente que está por morir porque no saben qué decirle o porque no se acepta la realidad de la muerte y por lo tanto no se afronta. Por lo anterior, el consejo debe contener lo que dice la Biblia acerca de la muerte y la resurrección.

Es importante hablar de eventos como los arreglos funerarios, pues cuando llega la muerte hace más fácil tomar decisiones, por lo tanto, es necesario hablar con el paciente y la familia sobre temas como estos, y sobre planes prácticos para el futuro y también acerca de sentimientos. Para lo que el consejero deberá tener una actitud accesible y realmente interesada, también ser flexible para discutir los temores y las frustraciones, por medio de las escrituras traer consuelo y ánimo, y también tener una actitud de escuchar pacientemente.

Collins, Gary R. Consejería Cristiana Efectiva. Grand Rapids, (Mich, Portavoz, 1992)


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Re: Foro 7

por Mario Lopez -
Excelente aportación Natalia en cuanto a abordar el tema de "como acompañaríamos como consejeros a una persona con enfermedad mortal"; me parece importante señalar lo que tu mencionas que cuando acompañamos a alguien con una enfermedad terminal, nuestra actitud como consejeros cristianos es clave. Es fundamental generar confianza y brindar consuelo, y para lograrlo, debemos ser comprensivos, pacientes y flexibles.
Nuestro papel es ayudar al paciente y a su familia a enfrentar la realidad con fe, hablar de los temas prácticos y ofrecer esperanza a través de la Palabra de Dios. Una actitud amorosa y una escucha sincera pueden traer paz y fortaleza en los momentos más difíciles.
En respuesta a Meredith Aldana

Re: Foro 7

por Mario Lopez -
Como consejeros cristianos, nuestra actitud es clave cuando acompañamos a personas que enfrentan una enfermedad terminal. Es fundamental que reflejemos el amor y la esperanza de Dios en momentos tan difíciles, ofreciendo comprensión, consuelo y fe, más allá de las palabras. Una actitud fría o impaciente puede aumentar la angustia del enfermo, mientras que la compasión, la humildad y la serenidad transmiten paz y fortaleza espiritual.

Nuestro papel es ser instrumentos del amor de Cristo, mostrando empatía, escuchando sin juzgar y ofreciendo palabras de esperanza basadas en la promesa de vida eterna. Queremos inspirar confianza y ayudar al enfermo a reconciliarse con Dios, consigo mismo y con los demás. Recordemos que cada momento es valioso y que nuestra presencia, incluso en silencio, puede traer consuelo.

Acompañar con fe, orar con sinceridad y estar dispuestos a servir, aun cuando no haya soluciones médicas, son actitudes fundamentales. Reflejemos paz y esperanza, recordando que Dios tiene el control y que la muerte no es el final, sino el comienzo de una nueva vida para quienes creen. En resumen, una actitud amorosa, paciente y llena de fe puede marcar la diferencia entre el temor y la confianza, ayudando al enfermo a encontrar consuelo en la presencia de Dios.
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Re: Foro 7

por Jose Sales -
Nuestra actitud es sumamente importante al trabajar con alguien que ha sido diagnosticado con alguna enfermedad mortal, debido a que estudios han demostrado que muchos de los pacientes tienden a pasar por varias etapas mientras se acerca la muerte. El Dr. Gary Collins, en su libro Consejería cristiana efectiva, enumera cinco etapas comunes por las cuales el paciente atraviesa en esos momentos, siendo las siguientes:

Primero, etapa de la negación y el aislamiento: Donde se espera del paciente la primera reacción, como frases de "no, no, esto no es cierto, esto no me está pasando a mí". Son comunes estas afirmaciones en el paciente, ya que lo emplea automáticamente como un mecanismo de defensa y es normal, pues nadie quiere morirse.

Segundo, etapa del enojo: Generalmente sucede después de la aceptación de que la enfermedad que acecha la vida es mortal y que tarde o temprano morirá; este reconocimiento frecuentemente va seguido de temor y enojo. Generalmente, esta frustración y enojo lleva al paciente a ser muy demandante y crítico de personas como del hospital, consejeros y familiares. Lamentablemente, muchas personas fallan al no darse cuenta de que el enojo del paciente es realmente irracional, pero normal como una respuesta ante la frustrante situación, y es justo aquí cuando, como consejeros, debemos ser extremadamente comprensivos con el paciente y el personal involucrado o afectado.

Tercero, etapa de la negociación: Este es el tiempo de negociar entre prolongar la vida o liberarse del dolor (aceptar morir). Probablemente, si el paciente es cristiano, dirá: "Dios, dame un poco más de tiempo y yo te serviré fielmente por el resto de mi vida". Y es común, como consejeros cristianos, nunca podemos descartar los milagros de Dios en medio de un proceso así, porque el poder y los milagros de Dios están vigentes; sin embargo, hay momentos en que también tenemos que aceptar el momento de la muerte como parte de la voluntad de Dios en nuestras vidas, pero debemos comprender a nuestro aconsejado.

Cuarto, etapa de la depresión: Es común esta etapa en los pacientes, ya que, debido a la gravedad de la enfermedad, muchas actividades normales dejan de ser parte de la vida de quien sea, y aparte de esto están también las tensiones causadas por el dolor, tal vez, la decepción de tener que morir, etc. Aunque como cristianos podamos visualizar la vida venidera, no obstante, nos deprimimos al saber que dejaremos a nuestras familias que nos necesitan o que nos van a extrañar sobre esta tierra; basados en estos sucesos, es muy fácil caer en depresión.

Quinto, etapa de la aceptación: Si la enfermedad ha sido larga, finalmente llegará el tiempo cuando ellos acepten el hecho de que la muerte se acerca; estarán menos comunicativos. Estos pacientes frecuentemente son olvidados por familiares y amigos, pero aun así ellos querrán conversar. Tal parece que muchos de ellos aún necesitan saber que alguien les recuerda, aun cuando el final está tan cerca.

Por lo tanto, es de suma importancia una buena actitud, preparación, comprensión y conocimiento académico secularmente, bíblicamente y espiritualmente en la vida de todo consejero cristiano; dado que son muchos los cambios físicos, emocionalmente y espiritualmente que todo paciente atraviesa en los momentos de esperar la muerte. Por otro lado, no se trata solo de un paciente, sino que automáticamente pronto se ve afectado el resto de las personas a su alrededor. Aunque como cristianos podamos tomar fuerzas de lo que Dios nos dice en su palabra, como seres humanos estamos propensos a enfrentarnos a estas cinco etapas que el Dr. Collins detalla. La realidad es que en estos procesos muchos son los cambios que podremos notar en el paciente. (Cada caso en uno en particular).
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Re: Foro 7

por Alejandra Jimenez -
La actitud que debemos tener como consejeros, cuando trabajamos con personas que enfrentan una enfermedad mortal, primero debe ser una actitud de empatía y una actitud que al aconsejado le llene de paz de parte, nuestra es importante acompañarlos en todas las etapas que viven con su enfermedad, pero también es importante como consejeros, hablarle sobre la aceptación y sobre lo que enfrentan ayudándoles a resolver dudas y a resolver todos los procesos que conllevan el final de su enfermedad. Cómo seres humanos se evadimos discutir acerca de nuestra propia muerte, y debido a eso con frecuencia se deja un número de decisiones importantes para que la familias lo hagan. Es ahí cuando el consejero puede involucrarse y ayudará que estas cosas pendientes empiecen a resolverse y sé algo más llevadero y más fácil para la familia. Enfrentar la realidad para un paciente es difícil. Es por eso que el consejero necesita considerar lo que dice la Biblia acerca de la muerte y la resurrección. Dando esta consejería puede ayudar a la aconsejado a realmente entender lo que está pasando con él. Una actitud de flexibilidad para discutir y escuchar temores y frustraciones de parte de la aconsejado. Ayuda a dar consuelo y ánimo no solamente al aconsejado, sino también a su familia. Cuando la muerte se acerca para alguien, empiezan a surgir muchísimos sentimientos de culpas y el trabajo del consejero también puede ayudar a que estas situaciones se puedan conversar .
Es muy importante como consejeros, tener un corazón, dispuesto y sensible a la situación que enfrenta la aconsejado, así como Dios, oro muchas veces por los enfermos, aún estando en el hecho de muerte nosotros debemos seguir el ejemplo ya que fuimos llamados por él, hacer sus brazos extendidos en la tierra y a darle calidez, paz y tranquilidad a la persona que enfrenta una situación tan difícil, como es saber que va a morir acompañarlos en los procesos de enfermedad y a la familia. En los procesos de duelo. Siento que es una de las obligaciones principales del consejero, es por eso que siempre debemos como consejeros, estar en oración y pedirle al señor guía para poder guiar .

Collins, Gary R. Consejería Cristiana Efectiva. Grand Rapids, Mich: Editorial Portavoz, 1992.


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Re: Foro 7

por Leonel Paz -
Me parece muy bien mi Hermana Alejandra pero me gustaria agregar que para los cristianos este no es el fin sino el paso a estar en su presencia por lo cual debemos mitigar el dolor y aceptar el llamado a su presencia como algo glorioso
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Re: Foro 7

por Mirna Blanco -
Muchas gracias Hna. Alejandra por su aporte a este tema. También creo ahora de todo corazón que la empatía, así como la presencia constante, son clave para acompañarlos en cada etapa. Es fundamental apoyarlos en aceptar lo que ocurre, superar la duda y el miedo, y tener esas conversaciones difíciles que las personas evitan porque están asustadas o desinformadas.
También coincido en la necesidad de incorporar esperanza y consuelo de la Palabra de Dios sobre la muerte y la resurrección como apoyo espiritual para el aconsejado y su familia. Además, la capacidad de escuchar sus miedos, frustraciones y culpas es esencial para ofrecer un cuidado integral. Orar constantemente, pidiendo la guía de Dios cada día, es lo que nos fortalece en el ministerio y nos mantiene como verdaderos brazos abiertos de amor y paz cuando la hora se torna más oscura. Bendiciones.
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Re: Foro 7

por Mirna Blanco -
En su libro de “Consejería Cristiana Efectiva”, Collins enfatiza que la actitud de un consejero debe ser de amor, esperanza, empatía y fe confiada, ya que todas estas actitudes ayudarán a facilitar la confianza para compartir el dolor y los miedos sin juicio para evitar el aislamiento. Cuando el consejero tiene una identidad tranquila y de fe, envía un mensaje al cliente de que, a pesar del sufrimiento y el caos, Dios aún tiene el control y está presente todo el tiempo. Collins enfatiza que, como ha encontrado en su propia experiencia profesional, el tipo de actitud incorrecta negativa, distante o asustada, puede agravar el malestar de un paciente, pero el profesionalismo cuidadoso y esperanzado puede fortalecer la fe y la paz desde adentro.
Por ejemplo, al trabajar con aquellos que enfrentan una enfermedad terminal, que el consejero se dé cuenta de que su actitud hacia ellos determina la aceptación y comprensión del morir. En consecuencia, su perspectiva debe descansar sobre una comprensión bíblica de la vida, la muerte y la esperanza eterna. Y para finalizar, la actitud del consejero cristiano ante una enfermedad mortal no solo influye en la respuesta emocional del paciente, sino que también refleja el carácter de Cristo en el proceso de acompañamiento. Una actitud basada en el amor, la fe y la esperanza transforma el dolor en oportunidad de crecimiento espiritual. Como enseña Collins, el consejero es un instrumento de consuelo divino, llamado a guiar con compasión, escuchar con humildad y sostener con esperanza firme en Dios.
En respuesta a Mirna Blanco

Re: Foro 7

por Rocio Garcia -
Muy buena aportación Hna.Mirna en cuanto a tener una actitud que debe ser basada en el amor, en la empatía, fe y esperanza, para ser un instrumento usado por Dios, para dar consuelo y ánimo por medio de las escrituras y también escuchar en silencio son formas de mostrar el amor de Cristo.. Cuando tenemos una actitud correcta mostramos el amor de Jesús.
En respuesta a Rocio Garcia

Re: Foro 7

por Mirna Blanco -
Claro que si mi Hna. Rocio, esa actitud basada en el amor, descrita como fe empática y esperanza, nos permite ser verdaderos instrumentos de Dios.
Cuando podemos consolar y apoyar con texto de las Escrituras, pero también guardar silencio, entonces reflejamos el amor de Jesús que trasciende todas las formas de medir. Este es un amor que transforma vidas y empodera a sus poseedores.
Esta actitud correcta nos llevará más cerca de Dios y Su luz que está dentro de nosotros, se reflejará en los que están cerca de nosotros. Que nos encontremos llenos de ese amor y servicio día a día. Muchas gracias por su comentario y sigamos aprendiendo juntas. Bendiciones.
En respuesta a Meredith Aldana

Re: Foro 7

por Tanya Guitierrez -
Nuestra actitud al trabajar con personas que enfrentan una enfermedad mortal es importante, porque influye directamente en cómo viven sus últimos momentos y en el apoyo que recibe su familia.

Aunque a muchos les resulte difícil hablar de la muerte, el consejero cristiano no solo debe ofrecer palabras, sino también una presencia llena de amor, paciencia y esperanza.

En muchos casos, el paciente conserva la fe de que puede mejorar; y aunque sepamos que la muerte se acerca, debemos respetar ese sentimiento y acompañarlo con comprensión y sensibilidad espiritual.

La Biblia nos enseña que la muerte no es el final, sino el paso hacia la vida eterna con Cristo; por eso, nuestra actitud debe reflejar esa esperanza.

Hablar con la familia sobre los arreglos funerarios no tiene que ser una situación incómoda o negativa. Por el contrario, puede ser un ejercicio que facilita la aceptación y prepara emocionalmente a todos para enfrentar la realidad con serenidad, reconociendo que Dios tiene el control.

Escuchar con empatía, consolar con la Palabra de Dios y, en ocasiones, simplemente estar presentes en silencio puede ser más valioso que cualquier consejo.

Tanto el paciente como su familia suelen pasar por etapas emocionales similares como la negación, el enojo, la tristeza y, finalmente, la aceptación, por lo que es importante acompañarlos con empatía y comprensión durante todo el proceso.

En conclusión, nuestra actitud debe ser de amor, respeto y esperanza. Cuando reflejamos el consuelo de Cristo, ayudamos al enfermo y a sus seres queridos a enfrentar la muerte con fe, sabiendo que en Él siempre hay vida y esperanza.

Collins, Gary R. Consejería Cristiana Efectiva. Grand Rapids, (Mich, Portavoz, 1992)
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Re: Foro 7

por Natalia Caro -
Gracias Tanya por presentarlo tan claro. ¿De pronto has tenido que aconsejar a una persona con una enfermedad mortal, cómo fue tu experiencia? Gracias
En respuesta a Natalia Caro

Re: Foro 7

por Tanya Guitierrez -
Natalia, sí he tenido la oportunidad. Tristemente fue hace unos meses con mi cuñada, quien falleció de cáncer de mama el mes pasado. Fue una experiencia muy dura para toda la familia. Aprendí que, más que las palabras, lo que realmente consuela es la presencia, escuchar sin prisa y recordar que Dios sigue siendo fiel aun en medio del dolor. Hubo momentos de silencio, lágrimas y oración, pero también de mucha paz, cuando ella pudo descansar en la esperanza de la vida eterna. Esa experiencia me enseñó el valor de acompañar con amor, sin intentar tener todas las respuestas, confiando en que el Espíritu Santo es quien verdaderamente consuela y fortalece. El foro de esta semana tocó mucho mi corazón, porque me hizo recordar ese proceso y reflexionar sobre la importancia de estar presentes con empatía y esperanza cuando alguien atraviesa momentos tan difíciles. En medio del dolor, sigo viendo cómo Dios se hace presente para sostenernos y dar consuelo.
En respuesta a Tanya Guitierrez

Re: Foro 7

por Alejandra Jimenez -
Hna Tanya, gracias por contar tu experiencia. Honestamente a mí también me tocó mucho tu relato hace dos años. Pasamos por un cáncer de estómago con mi papá. Lo más difícil para mí es que mi papá está en Colombia. Yo estoy acá no pude pasar con el proceso de sus quimioterapias ni su cirugía. Lastimosamente el cáncer de mi papá no se cura se controla y él estar lejos de él. Me hace pensar todos los días que qué pasaría si él se fuera yo no pudiera estar a su lado, pero me consuela el hecho de saber que Dios está con él y que en todo este proceso él y mi mamá se acercaron más al señor tuve muchos momentos en donde oramos juntos donde les hable de la palabra, además de qué tuvieron la oportunidad de acercarse a mi congregación por medio del YouTube, gracias a Dios que de una manera u otra pude ser el instrumento para que ellos volvieran a acercarse al señor aunque hubiera sido en una circunstancia tan dolorosa como esa. Lamento mucho tu Pérdida, pero sabemos que la paz que sentimos en nuestro corazón solamente Dios la puede dar y eso es lo que importa..
En respuesta a Alejandra Jimenez

Re: Foro 7

por Natalia Caro -
Tanya y Alejandra, infinitas gracias por sus sinceros y valiosos comentarios, mil gracias por hacernos ver el tema del foro de una manera tan real y vivencial, a veces los vemos como casos lejanos, pero cuando nos encontramos con casos reales y recientes, vemos la importancia de estudiar temas como enfermedades mortales y lo que podemos aconsejar. Lo que más me ha llamado la atención en esta semana es lo que menciono la profesora Janice en el video: el dar consejos a través de lo que dice la Biblia, en estos temas tan sensibles la Biblia nos da la gran esperanza de la sanidad según la soberanía de Dios y sobre la resurrección. Muchas gracias por sus aportes, Dios le siga consolando y bendiciendo.
En respuesta a Tanya Guitierrez

Re: Foro 7

por Bertha Corona -
Bendiciones hna, Tanya,

Estoy de acuerdo con usted en cuanto a nuestra actitud a la hora de tratar con una persona que padece una enfermedad crónica o de muerte. Por ejemplo, en nuestra congregación está una abuleita que ya los doctores decían que fueran preparando todo para el cepelio, pero orábamos mucho en comunidad por ella y a veces el Espíritu Santo me ponía a orar por ella, y esta abuleita aún sigue con nosotros y no solo eso, sino que se está congregando otra vez. Yo le pido a papá Dios que, si se la lleva, que se la lleve estando ella en paz, que no tenga que estar padeciendo en el hospital. A mí me alegra tanto verla en nuestra congregación; en mis oraciones le decía al Señor que no iría a verla en el hospital porque yo la esperaría en la congregación para abrazarla. Dios nos concedió tener a esta abuelita de nuevo, aunque hace dos años que llegué a esta congregación. Quiero mucho a los abuelitos de mi congregación. Gracias por compartir y te deseo lo mejor en esta carrera.
En respuesta a Meredith Aldana

Re: Foro 7

por Rocio Garcia -
Cuándo trabajamos con una persona que tiene una enfermedad mortal, nuestra actitud es muy importante.La forma en que hablamos escuchamos, acompañamos y respondemos no solo refleja nuestra fe, sino también el carácter de Cristo en nuestra vida.El Dr.Gary Collins dice que el consejero debe mostrar compasión, empatía y estar presente de forma sincera.Esto es especialmente importante en momentos de crisis. Una persona que está muy enferma no solo sufre físicamente, también puede sentirse con miedo, tristeza o confusión sobre su fe.por eso, nuestra actitud debe ser de cuidado y respeto. El consejero debe ser flexible para ayudar en los temores y las frustraciones para traer consuelo y ánimo por medio de las Escrituras para poder escuchar pacientemente y también escuchar en silencio son formas de mostrar el amor de Cristo. También es importante mostrar la esperanza que tenemos en Dios. Cuando tenemos una actitud correcta, mostramos el amor de Jesús. Ayudamos a que la persona no se sienta sola.

En conclusión, nuestra actitud puede ser un reflejo del consuelo de Dios. Cuando mostramos esperanza, comprensión y fe genuina, ayudamos al enfermo a encontrar sentido, consuelo y, a veces, reconciliación con Dios y acéptalo. Como su único y suficiente salvador.

Collins, Gary R. Consejería Cristiana Efectiva.Grand Rapids. (Mich, Portavoz 1992)
En respuesta a Rocio Garcia

Re: Foro 7

por Tanya Guitierrez -
Rocio, me gustó cómo destaco la importancia de la empatía, la compasión y la presencia sincera. Escuchar con paciencia y mostrar esperanza refleja el amor y el consuelo de Dios. Nuestra actitud realmente puede traer paz y fortaleza a quienes enfrentan una enfermedad y a sus familias.
En respuesta a Tanya Guitierrez

Re: Foro 7

por Rocio Garcia -
Gracias Tanya por tu comentario, tienes mucha razón nosotros como consejeros tenemos que demostrar y reflejar el amor de Dios a las personas que aconsejamos, y eso es muy útil para poderles ayudar a encontrar consuelo en Dios..
En respuesta a Rocio Garcia

Re: Foro 7

por Bertha Corona -
Bendiciones hna, Rocio,

Estoy totalmente de acuerdo con usted en cuanto a la actitud que tenemos a la hora de aconsejar a una persona con alguna enfermedad crónica o de muerte. Como usted lo dice, "saber escuchar, acompañar, responder y ser empáticos" esto realmente refleja el carácter de nuestro Señor Jesucristo. Siempre motivando a la persona a que se acerque más al Señor, que le busque de corazón, no para que le sane sino para conocerle más a Él. Gracias por compartir y te deseo lo mejor en esta carrera. ¡Ánimo, mi chula!
En respuesta a Meredith Aldana

Re: Foro 7

por Jhon Castellanos -
la actitud es fundamental cuando se trabaja con personas que padecen una enfermedad mortal, porque determina cómo enfrentamos el dolor, la pérdida y el proceso de morir

Cuando un consejero o un familiar se acerca a alguien en esta situación, su actitud puede traer paz o angustia. Si actuamos con miedo o evitamos hablar del tema, el enfermo se sentirá solo e incomprendido. Pero si mostramos interés, empatía y fe, ayudamos a que el paciente se sienta acompañado, valorado y en paz con Dios y con los demás. Collins enseña que el ministerio hacia estas personas empieza por revisar nuestras propias emociones frente a la muerte, recordando lo que la Biblia dice sobre la esperanza en la resurrección.

Tener una buena actitud no significa negar el dolor, sino afrontarlo con compasión y esperanza cristiana. Implica escuchar con paciencia, permitir que el enfermo exprese sus temores, orar juntos y recordarle que Dios sigue presente. Una actitud serena y amorosa puede transformar los últimos días de una persona, convirtiendo un tiempo de tristeza en una oportunidad para reconciliarse, agradecer y descansar en la fe.

En resumen, nuestra actitud importa porque refleja el amor de Cristo y puede marcar la diferencia entre un final lleno de temor o uno lleno de paz y propósito.

Collins, Gary R. Consejería Cristiana Efectiva. Grand Rapids, (Mich, Portavoz, 1992)
En respuesta a Jhon Castellanos

Re: Foro 7

por Alejandra Jimenez -
Hno jhon buenas tardes, déjeme decirle que tocó un punto muy importante en su comentario del tema, nuestra actitud sobre la muerte Es un punto muy importante para que podamos ser instrumento útil en el momento de aconsejar a una persona que está en peligro de muerte por una enfermedad mortal. Como Cristianos sabemos que tenemos la esperanza de la resurrección y si en el momento de aconsejar podemos hacer que el enfermo o la familia del enfermo pueda entender este punto el manejo de la situación y el duelo va a ser mucho más fácil para la familia.
Tiene toda la razón al referirse a nuestra actitud en el momento difícil ,es verdad que puede marcar la diferencia. Pero creo que como consejeros también tenemos que tomar nuestro tiempo en oración y meditación para poder aconsejar y tratar con tacto las situaciones que enfrentamos en el acompañamiento del enfermo y su familia.
En respuesta a Jhon Castellanos

Re: Foro 7

por Bertha Corona -
Bendiciones hno, Jhon,

Me parece muy buena e interesante su respuesta, pero realmente esta pregunta yo la contesté muy directamente, porque la pregunta la entiendo como que me habla directamente a mi persona. Aunque claro aplicando los principios bíblicos y las recomendaciones que el autor del libro nos da. Y sí, estoy de acuerdo con usted porque una actitud que refleje el carácter de nuestro Señor Jesús es de suma importancia a la hora de aconsejar a alguien con una enfermedad crónica o de muerte. Gracias por compartir y le deseo lo mejor en este proyecto.
En respuesta a Meredith Aldana

Re: Foro 7

por Bertha Corona -
¿Por qué es tan importante nuestra actitud cuando trabajamos con una enfermedad mortal?

Desde una perspectiva bíblica, cuando enfrentamos una enfermedad, solemos al principio adoptar una actitud negativa, quizás enfocándonos en la enfermedad. Hasta el momento no he tenido que pasar por una enfermedad crónica o grave, pero sí me ha tocado ir al hospital por un dolor en el vientre muy fuerte y fue tan fuerte que llegue al hospital vomitando, en ese momento mi pastora iva conmigo porque el dolor me empezo durante el culto y ya no pude conducir el auto. Cuando íbamos al hospital, solo pedía a Dios que pasara lo que pasara, que él guardara a mis hijos, que le diera la sabiduría a mi esposo para saber cuidar y guiar a nuestros hijos. Prácticamente yo me estaba mentalizando con cualquier cosa que pudiera pasar, porque el dolor fue muy intenso. Después de que los doctores me atendieron, le di gracias a Dios porque no morí y porque fue solo una infección. Sin embargo, esta visita al hospital me sirvió para meditar y cuidar más mi salud, no comer mucho, tomar más agua, dormir bien y hacer ejercicio. También me sirvió para estar más conectada con el Señor, tener más intimidad y disfrutar más a mi familia.

Ahora bien, de acuerdo a Collins, la actitud en medio de una enfermedad es importante y es aquí donde se deben poner en práctica la fe y los principios bíblicos, por ejemplo:

1. Fe y confianza en Dios: la Biblia nos enseña que debemos confiar siempre en Dios aun en momentos de aflicción. Por ejemplo, en Proverbios 3:5-6, nos instruye a que confiemos en Dios con todo el corazón y no confiemos en nuestro propio entendimiento. El mantener una actitud de fe en medio de enfermedades nos ayuda a mantener la paz de Dios y la esperanza, aun en medio de situaciones más desesperantes.

2. Testimonio ante los demás: mantener una actitud positiva y tranquila en tiempos de prueba sirve como testimonio a los demás. En Filipenses 2:14-15, se nos indica que debemos hacer las cosas sin murmurar ni contiendas, para que seamos irreprochables y sencillos ante Dios y los demás. En otras palabras, una actitud positiva y de confianza refleja la luz de Cristo a otros.

3. Desarrollo del carácter: a menudo, las enfermedades nos ayudan a desarrollar un carácter más tranquilo, amoroso, compasivo, comprensivo, manso, etc. Esto nos ayuda a crecer espiritualmente. Tal como lo indica la Biblia en Romanos 5:3-5, nos enseña que las tribulaciones producen en nosotros paciencia y carácter. Esta transformación es importante especialmente en enfermedades graves y la actitud influye de manera poderosa en la manera en la que las enfrentamos.

4. Oración y apoyo espiritual: el mantener una actitud de búsqueda y oración puede ayudar a otros a que se unan en el apoyo espiritual. Tal como nos lo dice la palabra en Santiago 5:14-15 , estos versículos nos instruyen a llamar a la oración a todos los ancianos de la congregación a orar por los enfermos. Una actitud positiva facilita este proceso y fortalece la comunidad de fe.

5. Resiliencia y perseverancia: una actitud proactiva y positiva fomenta la resiliencia en momentos difíciles. Por ejemplo, en 2 Corintios 4:16-18, la Biblia nos recuerda que a pesar de las adversidades externas, nuestro espíritu se puede renovar día a día. Esta resiliencia ayuda a que la persona enferma pueda tener el control de su salud física y dolor físico y saber mantener una salud emocional y espiritual equilibrada.

6. Esperanza en la vida eterna, finalmente, para los creyentes, una enfermedad que sea mortal no es el fin, sino que lo tenemos que ver como una transición. En 2 Corintios 5:1, la Biblia nos dice que aunque nuestro cuerpo se desmorone, tenemos una casa eterna en el cielo. Esta esperanza puede transformar profundamente nuestra actitud al momento de lidiar con la muerte y una enfermedad.

Collins, Gary R. Consejería Cristiana Efectiva. Grand Rapids, Michigan: Editorial Portavoz, 1992
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Re: Foro 7

por Tanya Guitierrez -
Bertha, gracias por compartir tu experiencia. Me gustó cómo, incluso en medio del dolor y la preocupación, confiaste en Dios y encontraste una oportunidad para reflexionar, cuidar de tu salud y acercarte más a Él y a tu familia. Tu testimonio realmente muestra cómo la fe y la esperanza pueden sostenernos en momentos difíciles.
En respuesta a Bertha Corona

Re: Foro 7

por Jose Sales -
Bendiciones, Hna. Bertha.



Definitivamente, muchas veces son las enseñanzas de la vida una de nuestras mejores herramientas para que Dios en su infinita misericordia nos enseñe, y sin duda la número tres que usted presenta, que muchas veces tenemos que experimentar en carne propia para poder comprender la situación de alguien más, y también es el medio que Dios utiliza para formar parte de nuestro carácter, que por lo general es reflejado en nuestra actitud. Muy buena aportación, hermana, bendiciones.