¿De dónde puede originarse la tensión y que sugerencias se dan para manejar las crisis? (250 Palabras)
Las tensiones, como lo menciona el Dr. Gary Collins en su libro "Consejería cristiana efectiva", tienen su origen en muchas circunstancias que las personas viven en su vida cotidiana, ya que muchas veces vivimos en un mundo que está constantemente en cambios en diversos niveles, como lo son las guerras, económicos, políticos, enfermedades, la falta de trabajo, divorcios, familiares, etc., etc. Cosas como estas van a ocasionar siempre tensión en la vida de las personas.
Los cuales también pueden a su vez afectarnos o influenciar en nuestra vida física, dado que estudios han demostrado que las tensiones pueden ser causa de un agotamiento total que da origen a una variedad de enfermedades. También influye en el área psicológica, pues cuando estamos bajo tensión, con frecuencia somos olvidadizos, impacientes, ineficaces, irritables e incapaces de mantener buenas relaciones con los demás.
Sin embargo, el Dr. Collins describe el origen de estas tensiones como obra de Satanás con el propósito de provocar estragos, engañando a las personas y buscando a quién devorar (1 Pedro 5:8); sin embargo, él describe el medio de donde afloran y los clasifica desde tres fuentes: (1) tensiones que vienen de la sociedad, (2) tensiones que vienen de los eventos de la vida y (3) tensiones que se originan de nosotros mismos.
Sugerencias para manejar la crisis.
1. Buscar la guía y la sabiduría de otras personas.
2. Establecer contacto
3. Hacer lo que esté a nuestro alcance para reducir la ansiedad.
4. Ayudar a las personas a centrar su atención en los asuntos más importantes.
5. Ayudar al aconsejado a evaluar los recursos con que cuenta.
6. Ayudar al aconsejado a hacer planes sobre el siguiente paso a dar.
7. Infundir esperanza
8. Ser realista
9. Cambiar de ambiente
Pero me gustaría agregar que encontrar la causa de las tensiones, te daría un principio para una mejor intervención
En el libro, el autor menciona una tabla, donde sugiere algunos consejos para ayudar a manejar las tensiones:
1. Provéase de cuidados físicos: el consejo es hacer ejercicio, regularmente tener una vida sana en cuanto a la alimentación descansar lo más posible tener tiempo para relajarse y poner en acción. El mandato bíblico de Shabat. Tomar un día en la semana para descansar, es uno de los buenos consejos que da esta tabla.
2. Manténgase alejado de “soluciones” que sean dañinas: algunos distracciones, como los vicios o algunas prácticas, como el yoga, o la meditación, trascendental o religiones orientales, pueden llegar a ser soluciones momentáneas, pero no llegan a ser nunca soluciones definitivas, son prácticas inconsistentes con las enseñanzas bíblicas y no son recomendables para los cristianos.
3. Pregunté ese cuál es la causa de sus tensiones: piense siempre acerca de sus prioridades y hágase preguntas, como por ejemplo: ¿puede hacerse algo para cambiar las circunstancias que las causan y eliminar algunas de ellas? ¿ Toma usted muchas tareas y luego se pregunta por qué corre todo el tiempo? ¿ Qué cambios puede hacer en su vida que le ayuden a reducir la tensión?
4. Piense acerca de sus actitudes y estilo de vida: tratar de mantener una actitud optimista, teniendo siempre actitudes, honestas, justas, amables, hacer un hábito, el ser agradecido y darle la gloria a Dios bajo cualquier circunstancia reconocerlo, siempre y pensar que siempre está en control confiar en El, evitar llevar una vida, acelerada, frenética, enfocada en el éxito, seguridad, fama o posiciones, materiales.
5. Considere sus actitudes, hágase preguntas, ¿es perfeccionista, incapaz de reírse de la vida, sin deseo de hacer cambios, inseguro para manejar problemas? Está usted convencido que es incompetente o carente de inteligencia o incapaz de manejar las tensiones? Existe alguna evidencia de estas conclusiones que usted saca? cómo puede cambiar las actitudes?Puede alguna persona ayudarle?
6. Búsqueda ayuda: Con frecuencia otras personas pueden dar una opinión diferente o sugerir soluciones para sus problemas. Un buen amigo o consejero puede ser de ayuda los familiares o vecinos pueden brindarles consuelo, estímulo y guía, casi siempre otras personas pueden dar ayuda y enseñarnos cómo manejar las tensiones en el futuro.
7. Proyéctese hacia los demás: en algunas oportunidades, una buena manera de manejar su propia atención, es proyectándose para ayudar de alguna manera otra persona que está en necesidad. La Biblia es clara en instruirnos con sus enseñanzas y nos estimula los unos a los otros de ser amables con el prójimo.(1 Tesalonicenses 5: 11, 14, 15). Estás actitudes, pueden ser de ayuda tanto para quien da como para quien recibe
8. Recuerde la ayuda que viene de Dios: nunca olvide la importancia de meditar en la palabra, pídale a Dios, paciencia, fortaleza y sabiduría (1 tesalonicenses 5: 16-18).
Podemos concluir que las tensiones en el ser humano es algo con lo que tenemos que convivir a diario, como cita el autor hasta las cosas buenas pueden producir tensiones, pero si nos mantenemos positivos y refugiados en las Escrituras y de la mano del Señor. Tendremos otra perspectiva ante ellas y la actitud en el manejo de la crisis será diferente, son inevitables, pero como cristianos sabemos a dónde recurrir en los momentos que tengamos que enfrentarnos a ellas.
Collins, Gary R. Consejeria Cristiana Efectiva. Grand Rapids, Mich: Editorial Portavoz, 1992
Estoy totalmente de acuerdo con usted sobre las recomendaciones que el autor del libro de texto nos da acerca de como aboradar las tensiones y la estres generada por las diferentes situaciones que en el trnbascurso de la vida se nos pueden presentar, y es que estos consejos no solo son para el aconsejado si no para nosotros tambien como futuros consejeros que debemos conocer las fuentes que gereran estas tensiones. Creo que cuando se experimentan estas tensiones podemos aconsejar con mayor facilidad a alguien que esté pasando por alguna situación de las que el autor describe en su libro de texto. Gracias por compartir, y te deseo lo mejor, y que Dios te bendiga.
La tensión puede originarse de varias fuentes:
- Tensiones que vienen de la sociedad: barrios y países en que vivimos. Entornos de mucho crimen, inestabilidad política, escasez de alimentos, desempleo, clima desagradable, condiciones de vida de superpoblación, pobreza o excesivo ruido.
- Tensiones que vienen de los eventos de la vida: la muerte de un ser querido, perdida del trabajo, un accidente, robos, despedidas, nacimiento de un bebé deforme o con retraso mental, enfermedades grave o conflictos.
- Eventos agradables: matrimonio, nacimiento de bebe esperado, logro de metas, vacaciones.
- De nosotros mismos: emociones como el temor, auto-crítica, inferioridad e incompetencia
- Agotamiento físico: cansancio
Para manejar las crisis se sugiere:
1. Establecer contacto: ir a la persona con crisis
2. Hacer lo que podamos para reducir su ansiedad. Como ser un modelo de calma, dar una palabra de ánimo, una expresión de seguridad o el ejemplo de alguien que está relajado.
3. Ayudar a las personas a centrar su atención en los asuntos más importantes.
4. Ayudar al aconsejado a evaluar los recursos con los que cuenta: quién y qué recursos están disponibles para ayudar. Recursos humanos (amigos), personales (aptitudes), tangibles (dinero), espirituales (creencias).
5. Ayudar al aconsejado a hacer planes sobre el siguiente paso a dar. A sus decisiones y a guiarlos
6. Infundir esperanza.
7. Dar ánimo, tratando de ser realista.
8. En ocasiones cambiar de ambiente.
Collins, Gary R. Consejeria Cristiana Efectiva. Grand Rapids, (Mich: Editorial Portavoz, 1992)
Quizá algo que podríamos fortalecer aún más es el aspecto comunitario. Muchas veces la persona en crisis necesita sentir que no está sola, y aquí la iglesia puede convertirse en un espacio de apoyo y restauración. Como sugiere Collins, compartir responsabilidades y apoyarse en otros creyentes evita que la carga sea demasiado pesada para uno solo.
Externas, que surgen de las circunstancias difíciles del aconsejado, de las demandas ministeriales y de las presiones sociales o familiares, y de la carga de escuchar constantemente problemas ajenos. Espirituales, donde la duda, el pecado oculto, la falta de fe o la lucha contra tentaciones producen un peso que aumenta la tensión.
Estas tensiones, si no se reconocen y manejan, pueden desembocar en crisis emocionales, espirituales o físicas. Collins, sin embargo, no las ve solo como negativas, sino como oportunidades de crecimiento y madurez cuando se enfrentan de manera adecuada. Ya que todo se aprende a hablar, a pensar, a vestirnos y a comportarnos en situaciones sociales que son aceptables en nuestra cultura. Cuando los problemas vienen a nuestra vida, nos volvemos al pasado en busca de una solución o evadimos estos usando alguna técnica aprendida que nos ayude a escapar. Para manejar las crisis, el autor sugiere varias estrategias prácticas. En primer lugar, ayudar a la persona a relajarse y reconocer sus emociones, pues el desahogo ya es un paso hacia la sanidad. También recomienda explorar las causas de la tensión y, si es posible, enfrentarlas con soluciones concretas. Otro aspecto es recuperar recursos previos: recordar cómo se han superado crisis pasadas para reutilizar herramientas que funcionaron. Collins enfatiza la importancia del apoyo interpersonal, es decir, rodearse de comunidad, consejeros y amigos que acompañen en el proceso. Finalmente, subraya la dimensión espiritual: orar, confiar en Dios y buscar dirección en la Escritura como fuente de fortaleza.
En conclusión, la tensión es inevitable, pero manejada con sabiduría y dependencia de Dios, puede transformarse en un medio de restauración y madurez cristiana.
Collins, Gary R. Consejeria Cristiana Efectiva. Grand Rapids, Mich: Editorial Portavoz, 1992
Su resumen es de mucho aporte para mi, porque me ayuda a comprender mejor las situaciones que generan tensiones y estres en nosotros ya que soy de las que pienso que muchas veces como cristianos tambien hay momentos que llega la estres, la desesperacion por razones que nos pasan, una de ellas muchas veces es cuando se tienen problemas familiares. O cuando el cónyuge desea una cosa y el otro otra muy diferente, cuando llegan los desacuerdos, esto causa tensión y estrés emocional en la pareja, afectando así a todos en la familia. Gracias por su aporte, para mí ha sido de gran ayuda y le deseo lo mejor en esta carrera. Dios le bendiga.
Gracias por sus palabras. Coincido con usted en que, aun siendo cristianos, enfrentamos momentos de tensión y estrés que nos desafían, especialmente en el ámbito familiar. Los desacuerdos entre esposos pueden llegar a afectar no solo la relación de pareja, sino también la armonía en el hogar. Sin embargo, qué hermoso es saber que, en medio de esas pruebas, podemos acudir a Dios, quien nos da la sabiduría y la paz necesarias para afrontar los conflictos con amor y paciencia. Como dice Filipenses 4:7, “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. Esa paz es la que nos sostiene y nos ayuda a salir fortalecidos.
Cuando esas tensiones aparecen de manera repentina y muy fuerte, se convierten en crisis. Collins explica que una crisis desborda a la persona y le causa confusión y ansiedad. En esos momentos, el consejero cristiano tiene un papel muy importante. Algunas sugerencias para manejar las crisis son: acercarse y tomar la iniciativa con la persona afectada, darle seguridad y ánimo, concentrarse en lo más urgente, buscar y usar recursos disponibles (personales, materiales, espirituales), y finalmente ayudar a la persona a planear pasos concretos. Como ejemplo, Collins recuerda el naufragio de Pablo en Hechos 27, donde su fe y liderazgo dieron esperanza en medio del peligro (Collins, Consejería Cristiana Efectiva, 81–85).
En síntesis, la tensión puede nacer tanto de lo que pasa afuera como de lo que ocurre dentro de la persona. La consejería cristiana busca convertir esa tensión en una oportunidad de crecimiento espiritual y fortaleza, recordando que la relación con Dios es clave para atravesar cualquier crisis.
Collins, Gary R. Consejería Cristiana Efectiva. Grand Rapids: Editorial Portavoz, 1991.
¿Cómo cree usted que un consejero cristiano puede ayudar a alguien que no reconoce que su tensión interna (miedos, inseguridades) está afectando su vida espiritual y emocional?
Respecto a tu pregunta, creo que un consejero cristiano puede acompañar a una persona que no reconoce el impacto de sus miedos e inseguridades en su vida espiritual de varias formas:
Escuchar con paciencia: muchas veces la persona no es consciente de la raíz de su tensión, pero al sentirse escuchada y aceptada comienza a abrirse a nuevas perspectivas (Stg 1:19).
Reflejar con amor la realidad: un consejero puede ayudarle a ver la conexión entre lo que siente y sus reacciones, usando preguntas que inviten a la reflexión en vez de confrontaciones directas.
Guiar con la Palabra: textos como “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1 Pe 5:7) muestran que la ansiedad no es solo un tema emocional, sino también espiritual, y que Dios ofrece cuidado integral.
Modelar la fe práctica: el consejero no solo enseña, sino que muestra con su actitud cómo se puede enfrentar la inseguridad confiando en Dios, tal como Pablo modeló calma y esperanza en medio de la tormenta (Hch 27:23–25).
En definitiva, más que forzar un reconocimiento inmediato, el rol del consejero es sembrar semillas de verdad y esperanza que, con la ayuda del Espíritu Santo, irán trayendo luz a la vida de la persona.
Existen estrategias prácticas para manejar la tensión. La relajación permite disminuir la carga física y emocional, mientras que identificar las causas facilita comprender su origen. Revisar experiencias pasadas ayuda a distinguir qué estrategias han sido útiles y cuáles no, y aceptar aquello que no se puede cambiar permite reajustarse y continuar con esperanza. Evitar el aislamiento y mantener contacto con otros brinda apoyo y ánimo, mientras que la búsqueda de Dios mediante la oración y la lectura de Su Palabra proporciona verdadera paz.
Además, cuidar la salud física, evitar soluciones dañinas, revisar actitudes personales, buscar apoyo, servir a otros y depender de Dios refuerzan la capacidad de manejar la tensión y recibir consuelo verdadero.
El papel del consejero es clave en estos momentos. La persona necesita guía de alguien menos involucrado, capaz de ofrecer calma, palabras de ánimo y centrar la atención en lo esencial. Mientras se brinda apoyo, la manera de superarlos dependerá totalmente de la confianza y dependencia que se tenga en Dios, quien es la verdadera fuente de paz y fortaleza.
Collins, Gary R. Consejería Cristiana Efectiva. Grand Rapids, MI: Editorial Portavoz, 1992, 75–86.
Para manejar estas crisis, Collins sugiere un enfoque integral que combina principios bíblicos con técnicas prácticas de consejería. Primero, invita a reconocer y aceptar los sentimientos de tensión y estrés en lugar de negarlos o reprimirlos. El autoexamen guiado por la Palabra de Dios ayuda a identificar el origen del conflicto y a buscar una solución fundamentada en la fe. También destaca la importancia de la comunicación abierta con un consejero cristiano capacitado, quien puede ofrecer apoyo, guía y herramientas específicas, incluyendo técnicas de afrontamiento y reestructuración del pensamiento. Además, recomienda fomentar la oración y la confianza en Dios como fuentes esenciales de fortaleza y paz interior durante las crisis. Finalmente, Collins enfatiza la importancia de mantener hábitos saludables como el descanso adecuado, el ejercicio y la participación en una comunidad de fe, elementos clave para restaurar el equilibrio emocional y espiritual.
Gary R. Collins, Consejería Cristiana Efectiva: Una guía práctica basada en principios bíblicos, (Nashville: Thomas Nelson, 2003)
Hna, Mirna, estoy de acuerdo en todos los aspectos que se enfocó y es que realmente estos conflitos son los que se viven día a día, no importa si la persona se congrega o no, ya que también los cristianos tenemos problemas. También al igual que usted encontré muy interesantes las recomendaciones que autor nos da en su libro de texto para poder abordar todas estas tensiones generadas por problemas cotidianos. Gracias por su aporte, y le deseo lo mejor en esta clase, Dios la bendiga.
¿De dónde puede originarse la tensión y que sugerencias se dan para manejar las crisis? (250 Palabras)
Partiendo del punto de vista que una *tensión* En sociología, es un estado de conflicto o estrés que experimentan individuos o grupos cuando sus metas o intereses se contraponen con los de otros o con los de la propia sociedad (definición creada por IA). Sobre toda cosa guardada debemos de guardar nuestro corazón, porque dice la Biblia Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propia inquietud. Le basta a cada día su propio mal Mateo 6:34 RVR1977.
Muchas veces se ha dicho que mas que preocuparnos debemos de ocuparnos en cada situación que acontezca.
Como bien lo explica el Dr. Gary Collins en su libro "Consejería cristiana efectiva", Pero las tensiones, en especial si éstas son intensas, pueden ser
dañinas. Nos afectan en tres formas:
1) Nos pueden influenciar físicamente.
2) La tensión también puede influenciar a las personas psicológicamente.
3) Para el apóstol Pablo, las tensiones de la vida parecían traerlo más cerca de Cristo.
La tensión es universal, afecta a las personas de toda edad, de toda comunidad y en todo país. Su tensión puede ser diferente de la que experimentan sus amigos creyentes, sin embargo, todos hemos experimentado tensión alguna vez.
Al respecto el Dr. Collins escribe, La mayoría de nosotros hemos encontrado nuestras propias formas de manejar la tensión. el Señor quien trae la más efectiva guía y consuelo. Una forma excelente de ayudar a las personas que están experimentando tensión, es la de orar por ellos y en ocasiones con ellos. Dirigir la atención del aconsejado hacia
Aquel que es compasivo, sabio y capaz de entender todas nuestras tentaciones y situaciones difíciles. Como consejero, usted puede recordarle a sus aconsejados que la Palabra de Dios es poderosa y capaz de traer consuelo. Recuerde que usted como consejero no es el que da el consuelo, es el Señor quien trabaja a través de usted para traer la sanidad a la vida de las personas.
Como sugerencia y aportación puedo mencionar, que tenemos que tener la sabiduría y temor de Dios en poder guiar al aconsejado a que recuerde, que a los que amamos a Dios, todo, va tener que venir ayudar a bien, aun que en ese momento no entendamos en que pueda ayudar tal situación, que el aconsejado pueda tener la certeza y la convicción que en cada crisis habrá una salida, Toda Crisis estará siendo parte de un proceso de edificación y por eso en la Biblia leemos 2 Corintios 4:17 Reina-Valera 1960 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;
Me parece muy interesante y valioso lo que menciona acerca del papel del consejero como instrumento de Dios para guiar a las personas hacia Su consuelo y sanidad. Muchas veces olvidamos que no somos nosotros quienes tenemos la última palabra en la consejería, sino el Señor que obra a través nuestro y que nos llama a cultivar una dependencia cada vez mayor en Él y a ser humildes y sensibles al Espíritu Santo en nuestro servicio.
Asimismo, debemos tener la certeza de que toda crisis forma parte de un proceso para edificarnos. Y que Dios obra para bien en todas las cosas es un mensaje de esperanza vital para quienes viven momentos difíciles. Nos fortalece la convicción de 2 Corintios 4:17, que nos anima a mirar más allá de la tribulación presente y confiar en la gloria eterna que nos espera.
Que el Señor nos siga usando para ser canales de Su paz y fortaleza en medio de las dificultades. Bendiciones.
Las tensiones pueden venir de diferentes fuentes,
Tensiones que vienen de la sociedad: en las ciudades y países en los que vivimos, lugares donde hay inseguridad, condiciones de vida de pobreza o excesivo ruido, entonces será muy fácil sentirse sobrecargado, si estas tensiones usted no las puede controlar.
Tensiones que vienen de los eventos de la vida: la muerte de un ser querido, despido de un trabajo, un accidente, robos, el nacimiento de un bebé con problemas físicos o mentales, enfermedades crónicas o conflictos.
Eventos agradables: matrimonio, el nacimiento de un bebé esperado, metas realizadas, vacaciones.
Tencsones creadas por nosotros mismos: poder sentir temor, miedo al cambio, a la enfermedad, a los sentimientos de inferioridad, incompetencia y agotamiento físico.
Para manejar la crisis se sugiere: establecer contacto con la persona afectada, ayudar a reducir su ansiedad en lo que nuestra parte esta, transmitirle calma, dar palabra de ánimo, expresión de seguridad.
Poder ayudar a las personas a enfocarse en los asuntos de más prioridad.
Ayudar al aconsejado a tomar decisiones con los recursos con los que tiene al alcance. Recursos cercanos, “amigos” personal, “dinero”, espirituales “creencias”
Ayudar en sus decisiones al aconsejado para hacer planes y guiarlo.
Infundir esperanza.
Dar palabras de ánimo.
En algunas ocasiones, cambiar de ambiente.
En conclusión, la consejería cristiana busca convertir esas tensiones en una oportunidad de ayuda y crecimiento espiritual recordando que con Dios se puede atravesar cualquier crisis.
En su “Libro de Consejería Efectiva”, el Dr. Gary Collins nos recuerda que el estrés puede aparecer de muchas maneras inesperadas, como accidentes, enfermedades, la pérdida de un ser querido, desempleo, injusticias, problemas políticos o dificultades en nuestras relaciones personales. Él señala que vivir en un lugar con mucho crimen, inestabilidad política, escasez de alimentos, desempleo, clima incómodo, superpoblación, pobreza o ruido puede hacer que nos sintamos abrumados, especialmente si no podemos controlar estas situaciones.
Para enfrentar una crisis, lo primero es establecer contacto y acompañar a la persona. Muchas veces, el simple hecho de estar presente ya brinda consuelo. Luego, se recomienda reducir la ansiedad con palabras de ánimo, gestos de apoyo y mostrando calma, tal como lo hizo Pablo en medio de la tormenta.
También es importante ayudar al afectado a enfocarse en lo esencial. En medio del dolor es común sentirse abrumado, por lo que el consejero puede orientar a dar pasos prácticos y necesarios, como informar a familiares o hacer arreglos urgentes. Además, se debe animar a evaluar los recursos disponibles: apoyo de amigos o familia, habilidades personales, recursos materiales, y sobre todo, la fortaleza espiritual.
Otro paso clave es planificar acciones concretas para avanzar, guiando a la persona a tomar decisiones realistas que den esperanza y dirección. En todo esto, es fundamental infundir confianza en Dios, recordando que Él es soberano y ofrece paz aun en medio de la tormenta.
De manera personal, para manejar tensiones es necesario cuidar la salud física, mantener una actitud agradecida, evitar falsas soluciones como drogas o alcohol, y buscar ayuda cuando sea necesario. Finalmente, proyectarse hacia otros y confiar en Dios fortalece el espíritu y permite enfrentar las crisis con esperanza.
Collins, Gary R. Consejería Cristiana Efectiva. Grand Rapids, MI: Editorial Portavoz, 1992, 75–86.
Efectivamente, el Dr. Gary Collins menciona que las tensiones provienen de muchas fuentes y circunstancias de la vida diaria, como bien usted ya lo mencionó.
También, el Dr. Collins describe el origen de estas tensiones como obra de Satanás con el propósito de provocar estragos, engañando a las personas y buscando a quién devorar (1 Pedro 5:8); sin embargo, él describe el medio de donde afloran y los clasifica desde tres fuentes, siendo las siguientes: (1) tensiones que vienen de la sociedad, (2) tensiones que vienen de los eventos de la vida y (3) tensiones que se originan de nosotros mismos. El cual considero de suma importancia; el identificar el origen de las tensiones en cualquiera de estas tres fuentes mencionadas nos ayudaría y facilitaría el trabajo como consejeros. De esta forma, no tendríamos que abarcar las tres fuentes; una vez identificado, nos enfocamos en la fuente principal y empleamos nuestras etapas de la consejería. Bendiciones, mi estimado, y adelante.
Y hay muchas maneras de lidiar con ellas.
La mayoría de nosotros hemos encontrado nuestras propias formas de manejar la tensión, y cómo tú actúas en medio de la tensión depende de tu cultura, de tu trasfondo familiar y experiencias pasadas también su propia personalidad
Sugerencias para manejar la crisis
1. Podemos intentar que el aconsejado se relaje Podemos sugerir el meditar en las escrituras para eliminar la tensión.
2. Ayude al aconsejado a entender cuál es el origen de la tensión y ayudarlo a luchar contra las causas de su tención animelo a hablar sobre sus preocupaciones e intereses lo que ellos piensan puede ser la causa de sus tensiones.
3. Traté de descubrir cómo ha intentado el aconsejado solucionar sus tensiones en el pasado y cuáles técnicas han sido más efectivas Convénzalo de dejar la técnicas que no han funcionado
4. Reconozca que habrá momentos cuando usted y su aconsejado deberán afrontar el hecho de que algunas situaciones que produzcan tensión nunca cambiarán.
5. Es importante que usted mantenga a su aconsejado en contacto con otras personas. Muchas veses la soledad es la causa de sus tenciones
6. Finalmente es el señor quien trae la más efectiva guía y consuelo Guíe a su aconsejado a una mayor búsqueda de Dios por medio de la oración
Muy de acuerdo con su aportación referente al origen de las tensiones que vienen de Satanás, y definitivamente que cada persona, al modo de cada quien, aprende a lidiar o a manejarlas según ellas. También es importante remarcar el ambiente cultural de cada persona o el trasfondo familiar; excelente.
Sin embargo, como consejeros, creo que sería de mucha utilidad identificar el origen de la tensión, como lo menciona el Dr. Gary Collins, y los clasifica de tres fuentes de donde pueden originarse, las cuales son (1) tensiones que vienen de la sociedad, (2) tensiones que vienen de los eventos de la vida y (3) tensiones que se originan de nosotros mismos. Vuelvo a repetir, sin duda, de una u otra forma, no dejan de ser estrategias de Satanás para provocar estragos, engañando a las personas y buscando a quién devorar; sin embargo, el reconocer el origen en cualquiera de estas tres fuentes mencionadas nos ayudaría y facilitaría el trabajo como consejeros. De esta forma, no tendríamos que abarcar las tres fuentes; una vez identificado, nos enfocamos en la fuente principal y empleamos nuestras etapas de la consejería. Bendiciones, mi estimado, y adelante.
Las tensiones se pueden generar de diferentes fuentes, por ejemplo:
1. Estrés laboral: el estrés laboral se puede originar por las exigencias del trabajo y por la falta de control que se tenga sobre este, a veces por conflictos que se puedan originar entre compañeros de trabajo. Recientemente tuve un conflicto en el trabajo con la Bus Driver, y esto me generó mucho estrés y tensión al grado que hasta sonaba con ella. Finalmente, se dio el conflicto que hasta fuimos a la oficina. Lo que pasó fue que a ella no le gustaba cómo hacía mi trabajo, y yo me enfadé de que me estuviera diciendo, “teacher no hacemos esto así” y es que ambas teníamos diferentes jefas de trabajo. Así que a ella le instruyen de una manera y a mí de otra, y por eso fue el choque. Gracias a Dios se resolvió el problema, pero sí tuve que orar mucho y hasta ayunar para que el Señor me ayudara con esta tensión que me provocó este conflicto.
2. Conflictos interpersonales: Este tipo de tensión se origina por conflictos en relaciones personales y por la falta de comunicación.
3. Problemas familiares: estas tensiones se dan por problemas con la pareja, cónyuges, hijos o familiares; aquí entra hasta la suegra. Tenemos responsabilidades familiares muy abrumadoras y difíciles que nos causan estrés o tensión.
4. Presión académica: estas tensiones se generan por altas demandas académicas, ya sea porque las clases son muy difíciles o porque la persona está llevando a tiempo completo y esto causa mucho estrés. También por tener altas expectativas de rendimiento académico. Cuando iba al colegio, eso me pasaba que me terminaba comiéndome las uñas.
5. Problemas financieros: este tipo de tensión se genera cuando se tienen deudas acumuladas, y esto genera una inseguridad económica a largo plazo o a futuro.
6. Cambios de Salud: esta tensión o estrés se genera cuando la persona desarrolla enfermedades crónicas, o cambios muy drásticos en su salud, o su salud mental.
Sugerencias para manejar las crisis:
1. Debemos saber identificar la fuente de la tensión que se está pasando, y reflexionar sobre este estrés y así poderlo resolver de manera saludable y eficaz.
2. También debemos saber desarrollar habilidades para saber confrontar problemas, por ejemplo, la meditación en la palabra del Señor nos ayuda a relajarnos, y declarar versículos poderosos dependiendo del problema que se nos presente en el momento. Hacer ejercicio, la oración, el ayuno, la lectura de la palabra, son armas poderosas contra la estrés o tensiones causadas por los conflictos de diferentes categorías.
3. Establecimiento de limites: debemos aprender a decir “no” no importa que sea familiar y así establecemos limites saludables y evitamos el cansancio mental, o emocional.
4. Debemos practicar la comunicación efectiva: esto nos ayuda a expresar nuestros pensamientos y sentimientos con los que nos rodean, que pueden ser amigos o familiares.
5. Buscar apoyo: cuando veamos que el problema no está a nuestro alcance para resolverlo podemos buscar ayuda profesional la cual puede ser consejería, o terapia.
6. Actividades recreativas: podemos hacer actividades que nos gusten o que nos relajen. Esto ayuda a despejar la mente y al mismo tiempo a reducir el estrés.
7. Organización y planificación: podemos organizar nuestro tiempo, por ejemplo, tener una agenda a la mano para planificar las tareas del día, y de esta manera podemos manejar nuestro tiempo con más eficacia.
8. Prácticas de autocuidado: asegurarte de dormir bien, tener una alimentación balanceada y saludable, y darte tiempo de calidad a ti mismo(a). Esto también ayuda a manejar el estrés causado por situaciones difíciles.
* De la sociedad: surge por factores externos como la inseguridad, la pobreza, el desempleo, la inestabilidad política o las malas condiciones de vida. Son tensiones difíciles de controlar porque dependen del entorno.
* De los eventos de la vida: tanto las experiencias dolorosas (como la muerte, la enfermedad o la pérdida del trabajo) como las agradables (como el matrimonio o un nuevo hijo) pueden generar tensión, ya que implican cambios y ajustes en la vida.
*De nosotros mismos:* nacen de emociones internas como el miedo, la autocrítica, la sensación de fracaso o el cansancio físico y emocional. Estas tensiones muchas veces son invisibles, pero profundamente reales.
En cuanto a las sugerencias para manejar las crisis, Collins explica que la actitud es clave. Las personas que confían en Dios y aceptan sus tensiones con una mente positiva logran sobrellevarlas mejor. Se recomienda evitar las quejas, llenar la mente con cosas buenas (Filipenses 4:8) y seguir el ejemplo de Pablo, quien aprendió a estar contento en toda situación (Filipenses 4:11-12). Además, hablar con otros, llorar, buscar apoyo espiritual y descansar son maneras saludables de liberar la presión, en lugar de evadirla con hábitos destructivos como el alcohol.
Referencia: Collins, Gary R. *Consejería Cristiana: Edición Revisada*. Editorial Caribe, 2007.
Sin embargo, el Dr. Collins da sugerencias que pueden ayudarnos a aliviar e incluso se pueden volver parte de nuestra vida cotidiana si en algún momento podemos sentir los cambios que estamos viendo.
Sugerencias para. manejar las tensiones:
1. Provéase de cuidados físicos. el ejercicio y una alimentación balanceada nos puede brindar el descanso necesario y podemos tener una mente mas clara para pensar en esos momentos de tensión.
2. Manténgase alejado de soluciones que sean dañinas. esto es lo que mas se practica en el mundo, el alcohol y las drogas; piensan que el usar de estos métodos les pueden alejar o aliviar de cierta tensión, posiblemente si, pero es momentáneo, y como resultado trae mas tensión a la vida, ya que el cuerpo se agota y se cansa, mejor es tratar de leer la Palabra de Dios ya que en ella encontramos palabras de vida eterna y esperanza.
3. Pregúntese cual es la causa de sus tensiones. Puede hacerse algo para cambiar las circunstancias que las causan y eliminar algunas de ellas? piense en las prioridades. Toma muchas tareas y se pregunta por que corre todo el tiempo? que cambios se pueden hacer en la vida para reducir la tensión?
4. Piense acerca de sus actitudes y estilo de vida. tratar de mantener una actitud optimista. pensar en todo lo que es verdadero, honesto, justo, puro, amable y de buen nombre (Filipenses 4:8) hacer un habito de darle gracias a Dios por todo. Reconocer que Dios tiene el control de las circunstancias y que puede confiar en él para recibir ayuda y consuelo.
5. Considere sus actitudes. hacernos la pregunta, somos perfeccionistas, incapaces de reírnos de la vida, sin deseos de hacer cambios o muy inseguro como para manejar el problema? somos incompetentes, carente de inteligencia o incapaces de manejar las tensiones? puede alguna persona ayudarnos?
6. Busque ayuda! en la mayoría de los casos hay personas que pueden dar una perspectiva diferente o sugerir soluciones para los problemas. un amigo, un consejero pueden ser de mucha ayuda.
7. Recordar que la ayuda viene De Dios. no hay que pasar por alto la importancia que meditar en la Palabra de Dios, pedirle paciencia, fortaleza y sabiduría.
Collins, Gary R. Consejeria Cristiana Efectiva. Grand Rapids, Mich: Editorial Portavoz, 1992