¿Cuales son las etapas del proceso de consejería y de qué forma le ayuda al consejero conocer las etapas del preso de consejería? (250 Palabras)
Saludos, Prof. Aldana.
Las etapas del proceso de consejería, según el libro "Consejería Cristiana Efectiva" del Dr. Gary Collins, en sus páginas 51-59, son cuatro y son las siguientes:
1. Etapa introductoria. Clasificación del problema.
2. Etapa del: Establecimiento de metas.
3. Etapa de: Búsqueda de soluciones.
4. Etapa de: Cierre.
Siendo la Etapa Introductoria la más llena de misterios, al punto de que el Dr. Collins lo clasifica en tres divisiones, como son: (a) Haciendo contacto, (B) Construyendo la relación y (C) Clarificación del problema. Ayudándonos entonces en esta etapa a hacer contacto con nuestro aconsejado; de lo contrario, no podremos hacer consejería si no hay esta etapa. Construyendo la relación: Es decir, construimos una relación cómoda de mutua confianza entre el consejero y el aconsejado. Clarificación del problema: Ayuda al aconsejado a aclarar en su mente cuál es el problema y ayuda al consejero a determinar si es un problema con el cual él puede ser de utilidad. En conclusión, esta etapa introductoria ayuda al consejero al acercamiento amistoso al aconsejado y a saber más del problema.
Etapa del establecimiento de metas: Ayuda al consejero en que los dos, tanto el aconsejado como el consejero, puedan descubrir el origen del problema; sin embargo, no siempre suele suceder así, dado que es la etapa donde el consejero puede confrontar al aconsejado con cualquier situación que él piense que sea el origen del problema. Ayudará a tener una visión más clara del problema para ambas partes. Una vez que esto suceda, entonces entre ambas partes pueden considerar las clases de soluciones que puedan intentarse y pueden hacer una selección de estas para resolver el problema.
Etapa de búsqueda de soluciones: Hay que dar al consejero a evaluar; podría decir la primera fase de las metas establecidas si funcionaron o no. Si no funcionaron, aceptar al aconsejado así, entenderlo y buscar otras alternativas o sugerirle al aconsejado nuevas estrategias si las soluciones antiguas no funcionaron o fue difícil para el aconsejado hacerlas.
Etapa de cierre: Le ayuda al consejero a poder desprenderse con anticipación del aconsejado una vez que él considera que el trabajo de consejería dio resultado, pues nuestro éxito como consejeros se medirá cuando hayamos encaminado a nuestro aconsejado a vivir sin la ayuda de nosotros (consejeros).
Las etapas del proceso de consejería, según el libro "Consejería Cristiana Efectiva" del Dr. Gary Collins, en sus páginas 51-59, son cuatro y son las siguientes:
1. Etapa introductoria. Clasificación del problema.
2. Etapa del: Establecimiento de metas.
3. Etapa de: Búsqueda de soluciones.
4. Etapa de: Cierre.
Siendo la Etapa Introductoria la más llena de misterios, al punto de que el Dr. Collins lo clasifica en tres divisiones, como son: (a) Haciendo contacto, (B) Construyendo la relación y (C) Clarificación del problema. Ayudándonos entonces en esta etapa a hacer contacto con nuestro aconsejado; de lo contrario, no podremos hacer consejería si no hay esta etapa. Construyendo la relación: Es decir, construimos una relación cómoda de mutua confianza entre el consejero y el aconsejado. Clarificación del problema: Ayuda al aconsejado a aclarar en su mente cuál es el problema y ayuda al consejero a determinar si es un problema con el cual él puede ser de utilidad. En conclusión, esta etapa introductoria ayuda al consejero al acercamiento amistoso al aconsejado y a saber más del problema.
Etapa del establecimiento de metas: Ayuda al consejero en que los dos, tanto el aconsejado como el consejero, puedan descubrir el origen del problema; sin embargo, no siempre suele suceder así, dado que es la etapa donde el consejero puede confrontar al aconsejado con cualquier situación que él piense que sea el origen del problema. Ayudará a tener una visión más clara del problema para ambas partes. Una vez que esto suceda, entonces entre ambas partes pueden considerar las clases de soluciones que puedan intentarse y pueden hacer una selección de estas para resolver el problema.
Etapa de búsqueda de soluciones: Hay que dar al consejero a evaluar; podría decir la primera fase de las metas establecidas si funcionaron o no. Si no funcionaron, aceptar al aconsejado así, entenderlo y buscar otras alternativas o sugerirle al aconsejado nuevas estrategias si las soluciones antiguas no funcionaron o fue difícil para el aconsejado hacerlas.
Etapa de cierre: Le ayuda al consejero a poder desprenderse con anticipación del aconsejado una vez que él considera que el trabajo de consejería dio resultado, pues nuestro éxito como consejeros se medirá cuando hayamos encaminado a nuestro aconsejado a vivir sin la ayuda de nosotros (consejeros).
Hola José, muchas gracias por tu aporte tan bien estructurado. Me parece muy valioso cómo detallas las cuatro etapas del proceso de consejería y, en especial, la manera en que subrayas la importancia de la etapa introductoria. Coincido contigo en que sin un contacto inicial genuino y sin una relación de confianza, todo lo demás se hace cuesta arriba. La consejería, al fin y al cabo, no se trata solo de técnicas, sino de personas que abren su corazón en busca de dirección y esperanza.
Hermano José, me gustó mucho como abordó usted la primera etapa, creo firmemente y estoy segura que si la etapa inicial no es la más importante, el resto de las etapas no podrán fluir orgánicamente. El consejero debe esforzarse al máximo para que en la primera etapa el aconsejado pueda confiar en él y pueda tener la tranquilidad y la seguridad de que como profesional o consejero está haciéndolo correcto para ayudarle en su proceso, creo que muchos se enfocan en la etapa final, y muy poco nos enfocamos en la inicial, gracias por su escrito, creo que ha sido un gran aporte y un enfoque muy natural. Bendiciones
Hno. Jose tiene toda la razón en que "nuestro éxito como consejeros se medirá cuando hayamos encaminado a nuestro aconsejado a vivir sin la ayuda de nosotros (consejeros)".
Porque no necesariamente podemos interactuar con los hermanos exclusivamente para consejería cristiana, incluso posteriormente también podemos volver a comunicarnos con el aconsejado ya en una forma de hermandad en Cristo, teniendo Koinonia (griego=compañerismo) el solo el echo de compartir fraternalmente.
Porque no necesariamente podemos interactuar con los hermanos exclusivamente para consejería cristiana, incluso posteriormente también podemos volver a comunicarnos con el aconsejado ya en una forma de hermandad en Cristo, teniendo Koinonia (griego=compañerismo) el solo el echo de compartir fraternalmente.
¿Cuáles son las etapas del proceso de consejería y de qué forma le ayuda al consejero conocer las etapas del proceso de consejería?
Por lo general, en el proceso de consejería cristiana se pueden identificar varias etapas clave. El poder identificar estas etapas es de suma importancia porque esto ayudará tanto al aconsejado como al consejero para que se obtenga una mejor reflexión y sanación.
1. Primero tenemos el establecimiento de la relación: esta es crucial ya que el consejero tendrá que crear un ambiente que genere confianza y respeto con el aconsejado. Esto ayudará a que el aconsejado se abra a hablar con sinceridad y así se genere una buena comunicación entre ellos. Sin embargo, el consejero también tendrá que aplicar la escucha activa y, sobre todo, ser empático; de esta manera podrá comprender mejor lo que le genera preocupación al aconsejado.
2. El consejero tendrá que usar métodos para identificar el problema: en esta etapa, el consejero explorará cuáles fueron las razones que llevaron al aconsejado a buscar consejería. El consejero puede hacer una sesión de preguntas al aconsejado y así podrá identificar y confrontar sus problemas desde una visión cristiana, en este caso se podrán gestionar tanto aspectos emocionales, relacionales como espirituales.
3. En tercer lugar, el consejero podrá explorar las posibles soluciones: una vez que se logren identificar los problemas, entonces el consejero y el aconsejado podrán empezar a trabajar para darles soluciones siempre basadas en los principios bíblicos. Así como lo hizo Jesús con los dos hombres que estaban confundidos sobre la palabra de Dios, o sobre eventos que habían pasado. Aunque los aconsejados no se dieron cuenta de que era Jesús quien les explicaba sobre la palabra, ellos al final de la conversación descubrieron que fue Jesús, porque lo sintieron en su corazón a través del sentir de un fuego.
Por lo general, en el proceso de consejería cristiana se pueden identificar varias etapas clave. El poder identificar estas etapas es de suma importancia porque esto ayudará tanto al aconsejado como al consejero para que se obtenga una mejor reflexión y sanación.
1. Primero tenemos el establecimiento de la relación: esta es crucial ya que el consejero tendrá que crear un ambiente que genere confianza y respeto con el aconsejado. Esto ayudará a que el aconsejado se abra a hablar con sinceridad y así se genere una buena comunicación entre ellos. Sin embargo, el consejero también tendrá que aplicar la escucha activa y, sobre todo, ser empático; de esta manera podrá comprender mejor lo que le genera preocupación al aconsejado.
2. El consejero tendrá que usar métodos para identificar el problema: en esta etapa, el consejero explorará cuáles fueron las razones que llevaron al aconsejado a buscar consejería. El consejero puede hacer una sesión de preguntas al aconsejado y así podrá identificar y confrontar sus problemas desde una visión cristiana, en este caso se podrán gestionar tanto aspectos emocionales, relacionales como espirituales.
3. En tercer lugar, el consejero podrá explorar las posibles soluciones: una vez que se logren identificar los problemas, entonces el consejero y el aconsejado podrán empezar a trabajar para darles soluciones siempre basadas en los principios bíblicos. Así como lo hizo Jesús con los dos hombres que estaban confundidos sobre la palabra de Dios, o sobre eventos que habían pasado. Aunque los aconsejados no se dieron cuenta de que era Jesús quien les explicaba sobre la palabra, ellos al final de la conversación descubrieron que fue Jesús, porque lo sintieron en su corazón a través del sentir de un fuego.
4. El consejero deberá implementar métodos de seguimiento: aquí se refiere a que el consejero deberá crear estrategias que le ayudarán a darle seguimiento a la consejería cristiana y así poder evaluar los posibles progresos que se obtengan y quizás hacer ajustes.
5. También tenemos la evaluación y cierre: finalmente, el consejero cristiano podrá evaluar el proceso y medir el progreso. En esta etapa es donde se reflexiona sobre todo lo aprendido durante el proceso y también el consejero podrá establecer algún acuerdo de cierre que sea adecuado, y que le permita revisar todos los logros que ya se han obtenido, pero que también le permita reflexionar en las áreas que todavía se requieren trabajar juntos.
El obtener conocimiento de todas estas etapas permitirá al consejero crear un proceso de consejería cristiana efectivamente, asegurándose de que cada etapa pueda ser productiva y se alinee con el propósito del consejero, basado en los principios bíblicos. Ya que todas estas estrategias o etapas le permitirán al consejero hacer intervenciones personales y que estas se ajusten de acuerdo con las necesidades de cada cliente, persona o aconsejado.
Creo que es bastante oportuno hna Bertha su aportación en cuanto a mencionar la importancia de obtener conocimiento de cada etapa de la consejería que debe desarrollar el consejero un una consejería cristiana, de esta manera se velara para que que cada etapa de la consejería sea productiva basándose en principios bíblicos.
Hna. Bertha, usted explicó de manera muy clara y detallada cada etapa del proceso de consejería cristiana, mostrando la importancia de la confianza, la empatía y el acompañamiento basado en principios bíblicos. Me gusta cómo resalto la guía de Dios en el proceso, recordándonos que Su sabiduría nos permite acompañar a otros con amor, paciencia y esperanza.
Hola Bertha, comparto contigo que el trabajo del consejero no termina cuando la sesión acaba. Es importante implementar métodos de seguimiento porque de esa manera se puede acompañar al aconsejado en su proceso de cambio y asegurarse de que las recomendaciones se estén aplicando en la vida diaria. El seguimiento también ayuda a identificar obstáculos, brindar ánimo en momentos difíciles y ajustar las estrategias cuando sea necesario. En otras palabras, es como caminar al lado de la persona, no solo dar consejos y dejarla sola, sino estar atento a su crecimiento y animarla a perseverar.
Bendiciones
Bendiciones
En el libro Consejería Cristiana Efectiva, Gary R. Collins explica que el proceso de la consejería se desarrolla en etapas que ofrecen dirección y estructura al consejero. Estas fases pueden describirse de manera práctica a través de seis acciones fundamentales: escuchar, entender, inspirar seguridad, confrontar, enseñar y dirigir la atención hacia Dios.
En primer lugar, escuchar es la base de todo el proceso. El consejero debe prestar atención genuina a las palabras, emociones y silencios del aconsejado. De allí surge la segunda etapa, entender, que consiste en interpretar correctamente la situación, explorando tanto las causas del problema como las necesidades espirituales y emocionales de la persona.
Posteriormente, el consejero debe inspirar seguridad, generando un ambiente de confianza y aceptación que permita al aconsejado expresarse sin temor al juicio. A partir de esta relación de confianza, llega el momento de confrontar, lo cual no implica condenar, sino mostrar con amor las actitudes, pensamientos o conductas que necesitan corrección a la luz de la Palabra de Dios.
Después, sigue la fase de enseñar, donde el consejero transmite principios bíblicos y herramientas prácticas para enfrentar las dificultades. Finalmente, todo el proceso debe dirigir la atención hacia Dios, recordando que el verdadero cambio y la restauración duradera solo provienen de la obra del Espíritu Santo.
Conocer estas etapas ayuda al consejero a trabajar con propósito, evitando la improvisación y ofreciendo un acompañamiento ordenado y bíblicamente sólido. Así, se convierte en un instrumento eficaz para guiar a las personas hacia la sanidad interior y el crecimiento espiritual.
Collins, Gary R. Consejería Cristiana Efectiva. El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, 1990.
En primer lugar, escuchar es la base de todo el proceso. El consejero debe prestar atención genuina a las palabras, emociones y silencios del aconsejado. De allí surge la segunda etapa, entender, que consiste en interpretar correctamente la situación, explorando tanto las causas del problema como las necesidades espirituales y emocionales de la persona.
Posteriormente, el consejero debe inspirar seguridad, generando un ambiente de confianza y aceptación que permita al aconsejado expresarse sin temor al juicio. A partir de esta relación de confianza, llega el momento de confrontar, lo cual no implica condenar, sino mostrar con amor las actitudes, pensamientos o conductas que necesitan corrección a la luz de la Palabra de Dios.
Después, sigue la fase de enseñar, donde el consejero transmite principios bíblicos y herramientas prácticas para enfrentar las dificultades. Finalmente, todo el proceso debe dirigir la atención hacia Dios, recordando que el verdadero cambio y la restauración duradera solo provienen de la obra del Espíritu Santo.
Conocer estas etapas ayuda al consejero a trabajar con propósito, evitando la improvisación y ofreciendo un acompañamiento ordenado y bíblicamente sólido. Así, se convierte en un instrumento eficaz para guiar a las personas hacia la sanidad interior y el crecimiento espiritual.
Collins, Gary R. Consejería Cristiana Efectiva. El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, 1990.
Hermanos Samuel, gracias por su comentario, usted ha tocado un tema muy importante, el consejero debe enfocarse obviamente en solucionar o ayudar a solucionar los problemas emocionales de la aconsejado, pero tener en cuenta el crecimiento espiritual, el que el consejero se ha guiado y ayude a guiar a la aconsejado. También con la palabra es un complemento efectivo para una sanidad completa, además que les ayudará a llevar el proceso de la manera más orgánica y tranquila para ambos involucrados. Estoy de acuerdo que todos los procesos desde un inicio tienen que ir de la mano de Dios y guiados por el Espíritu Santo. Sólo así podremos llegar a la meta y ya finalizada el proceso podremos seguir de una manera más segura y más firme sin volver atrás.. bendiciones
Mi hermana Alejandra, le agradezco mucho su comentario; asimismo, es muy valioso lo que señala respecto a que todo proceso debe comenzar y mantenerse bajo la guía de Dios. Esto no solo aporta paz al aconsejado, sino que también brinda claridad y discernimiento al consejero para caminar con sabiduría. En ese sentido, la consejería bíblica se convierte en un espacio donde el acompañamiento humano se une a la dirección divina, lo cual da como resultado un proceso más esencial y duradero.
Comparto contigo mi hno Samuel en cuanto a la importancia que le debe de colocar el consejero en conocer y poner en practica cada una de las etapas de la consejería bíblica, ya que de esta manera permitirá evitar la improvisación, ofreciendo un compañerismo ordenado y de esta manera será un instrumento eficaz para guiar a personas hacia la sanidad interior y crecimiento espiritual.
Comparto plenamente su apreciación, Pastor Mario. Considero que el conocimiento y la práctica de las etapas de la consejería bíblica son esenciales para todo consejero, pues no solo evitan la improvisación, sino que también establecen un marco de orden y claridad en el proceso de acompañamiento. Gary Collins señala que la consejería cristiana requiere de un propósito claro y de una estructura definida para ser eficaz en la restauración emocional y espiritual de la persona aconsejada, ya que sin una dirección adecuada se corre el riesgo de generar dependencia o confusión en lugar de sanidad y libertad en Cristo.
El proceso de consejería cristiana, aunque flexible y dinámico, puede entenderse en cuatro etapas principales que orientan la labor del consejero. Collins explica que dividir el proceso en pasos es algo artificial, porque las fases se superponen, pero es de gran ayuda para dar dirección al acompañamiento.
La primera etapa es la introductoria, donde se busca la clarificación del problema. El consejero establece un clima de confianza y ayuda al aconsejado a expresar con precisión la dificultad que lo lleva a buscar ayuda. La segunda etapa consiste en el establecimiento de metas, en la que consejero y aconsejado trabajan juntos para fijar objetivos concretos y alcanzables que guiarán todo el proceso. La tercera etapa corresponde a la búsqueda de soluciones. En ella se exploran alternativas de acción, se evalúan recursos disponibles y se anima al aconsejado a comprometerse con pasos prácticos, siempre iluminados por la Palabra de Dios y la guía del Espíritu Santo. Finalmente, la cuarta etapa es el cierre, donde se consolidan los logros, se anima al aconsejado a mantener los cambios y, cuando sea necesario, se programa un seguimiento.
Conocer estas etapas es de gran valor para el consejero, ya que le proporciona un marco de referencia estructurado que evita la improvisación. También le permite discernir el momento en que se encuentra el aconsejado, seleccionar las intervenciones adecuadas y mantener expectativas realistas frente al cambio, entendiendo que este es gradual. Además, genera seguridad en ambos, mostrando que la consejería es un proceso ordenado que busca sanidad integral y crecimiento espiritual.
Gary R. Collins, Consejería Cristiana Efectiva, 2ª ed. (Miami: Editorial Unilit, 2007), 51–59.
La primera etapa es la introductoria, donde se busca la clarificación del problema. El consejero establece un clima de confianza y ayuda al aconsejado a expresar con precisión la dificultad que lo lleva a buscar ayuda. La segunda etapa consiste en el establecimiento de metas, en la que consejero y aconsejado trabajan juntos para fijar objetivos concretos y alcanzables que guiarán todo el proceso. La tercera etapa corresponde a la búsqueda de soluciones. En ella se exploran alternativas de acción, se evalúan recursos disponibles y se anima al aconsejado a comprometerse con pasos prácticos, siempre iluminados por la Palabra de Dios y la guía del Espíritu Santo. Finalmente, la cuarta etapa es el cierre, donde se consolidan los logros, se anima al aconsejado a mantener los cambios y, cuando sea necesario, se programa un seguimiento.
Conocer estas etapas es de gran valor para el consejero, ya que le proporciona un marco de referencia estructurado que evita la improvisación. También le permite discernir el momento en que se encuentra el aconsejado, seleccionar las intervenciones adecuadas y mantener expectativas realistas frente al cambio, entendiendo que este es gradual. Además, genera seguridad en ambos, mostrando que la consejería es un proceso ordenado que busca sanidad integral y crecimiento espiritual.
Gary R. Collins, Consejería Cristiana Efectiva, 2ª ed. (Miami: Editorial Unilit, 2007), 51–59.
Buen día hermano Jhon, gracias por el cierre en su comentario, estoy de acuerdo que en los tiempos en que vivimos hoy, tener un cierre para una buena consejería, es vital para el futuro y lo que sigue después de ella. el punto que toma: “el general seguridad en ambos” es vital para que el proceso fluya de manera segura, orgánica y certera. Es por eso que el consejero durante todo el tiempo de consejería tiene que trabajar en darle mucha seguridad la aconsejado para cuando el proceso termine el aconsejado, sienta la plena confianza de qué va a poder seguir su camino, sin necesidad de tener al consejero a su lado, es una rama muy delicada que no todo el mundo puede abordar, es muy importante tener claro los parámetros y las etapas para desarrollar una consejería efectiva. Bendiciones .
Comparto contigo mi hno John, sobre esta contribución que escribiste para cierre en cuanto a conocer las etapas en la consejería, son de gran valor para el consejero, proporcionando un marco de referencia que evita la improvisación y permite a la vez discernir el momento en que se encuentra el aconsejado.
También estas etapas de consejería genera seguridad en ambos, mostrando que la consejería es un proceso ordenado que busca sanidad integral y crecimiento espiritual.
También estas etapas de consejería genera seguridad en ambos, mostrando que la consejería es un proceso ordenado que busca sanidad integral y crecimiento espiritual.
De acuerdo con el autor Gary R. Collin, Las etapas del proceso de consejería son:
1. Introductoria. En esta etapa se construye una relación de confianza entre el consejero y el aconsejado. Se da a conocer nuestra disponibilidad y accesibilidad. Deben estar en un lugar: agradable, tranquilo y sin interrupciones. En esta etapa se puede conversar sobre cosas informales. El consejero necesita demostrar disposición para dedicarle tiempo, escucharlo, darle apoyo y ánimo. El consejero anima al aconsejado a compartir las razones de buscar consejería y animarlo a empezar a hablar de la situación. Se clarifica el problema principal del aconsejado, se busca conocer su personalidad, formas de ver el mundo, y si recibió ayuda anteriormente. El consejero y el aconsejado evalúan la decisión acerca de si la consejería continuará y cómo.
2. Establecimiento de metas. Al conocer al aconsejado se ayuda a encontrar posibles soluciones. Probablemente hay que confrontar actitudes y evaluar sus circunstancias. Se busca entender la situación y establecer metas específicas, fáciles, capaces de ser cumplidas y suficientemente claras. Se definen acciones específicas para cambiar actitudes y conductas
3. Búsqueda de soluciones. En esta etapa es importante que el consejero anime a sus aconsejados a realizar la acción y sugiere nuevas acciones ya sea para cambiar o para aceptar y adaptarse. Siempre el consejero cristiano mantiene el interés del bienestar espiritual del aconsejado y guía de modo realista y práctico de cómo Cristo puede hacer la gran diferencia.
4. Cierre. Aqui es tiempo de finalizar la consejería dejando la puerta abierta para nuevas sesiones. Se debe ayudar al aconsejado a tratar más efectivamente con los problemas de la vida, con más seguridad y con la ayuda de Dios. Después el consejero puede preguntar al aconsejado cómo está.
Conocer las etapas del proceso de consejería le ayuda al consejero a recordar que él no es el responsable por la solución del problema, pues las dos personas están trabajando juntas en un problema.
1. Introductoria. En esta etapa se construye una relación de confianza entre el consejero y el aconsejado. Se da a conocer nuestra disponibilidad y accesibilidad. Deben estar en un lugar: agradable, tranquilo y sin interrupciones. En esta etapa se puede conversar sobre cosas informales. El consejero necesita demostrar disposición para dedicarle tiempo, escucharlo, darle apoyo y ánimo. El consejero anima al aconsejado a compartir las razones de buscar consejería y animarlo a empezar a hablar de la situación. Se clarifica el problema principal del aconsejado, se busca conocer su personalidad, formas de ver el mundo, y si recibió ayuda anteriormente. El consejero y el aconsejado evalúan la decisión acerca de si la consejería continuará y cómo.
2. Establecimiento de metas. Al conocer al aconsejado se ayuda a encontrar posibles soluciones. Probablemente hay que confrontar actitudes y evaluar sus circunstancias. Se busca entender la situación y establecer metas específicas, fáciles, capaces de ser cumplidas y suficientemente claras. Se definen acciones específicas para cambiar actitudes y conductas
3. Búsqueda de soluciones. En esta etapa es importante que el consejero anime a sus aconsejados a realizar la acción y sugiere nuevas acciones ya sea para cambiar o para aceptar y adaptarse. Siempre el consejero cristiano mantiene el interés del bienestar espiritual del aconsejado y guía de modo realista y práctico de cómo Cristo puede hacer la gran diferencia.
4. Cierre. Aqui es tiempo de finalizar la consejería dejando la puerta abierta para nuevas sesiones. Se debe ayudar al aconsejado a tratar más efectivamente con los problemas de la vida, con más seguridad y con la ayuda de Dios. Después el consejero puede preguntar al aconsejado cómo está.
Conocer las etapas del proceso de consejería le ayuda al consejero a recordar que él no es el responsable por la solución del problema, pues las dos personas están trabajando juntas en un problema.
Hermana Natalia:
En su aporte final del foro, donde anoto "Conocer las etapas del proceso de consejería le ayuda al consejero a recordar que él no es el responsable por la solución del problema, pues las dos personas están trabajando juntas en un problema".
Agradezco por esta frase especifica y determinante. Ambas partes estarían poniendo de su esmero y dedicación para encontrar la la paz y la solución de Dios ante un problema, porque erróneamente a veces se ha atribuido que si el aconsejado no logra salir de su situación afectada pudiera ser culpa del consejero. Pero realmente es como menciona usted, dos personas trabajando juntas en un problema. Me parece un buen recordatorio, gracias pro su aporte.
En su aporte final del foro, donde anoto "Conocer las etapas del proceso de consejería le ayuda al consejero a recordar que él no es el responsable por la solución del problema, pues las dos personas están trabajando juntas en un problema".
Agradezco por esta frase especifica y determinante. Ambas partes estarían poniendo de su esmero y dedicación para encontrar la la paz y la solución de Dios ante un problema, porque erróneamente a veces se ha atribuido que si el aconsejado no logra salir de su situación afectada pudiera ser culpa del consejero. Pero realmente es como menciona usted, dos personas trabajando juntas en un problema. Me parece un buen recordatorio, gracias pro su aporte.
La consejería cristiana es un viaje que se desarrolla a través de varias etapas que apoyan tanto al consejero como al aconsejado.
Primero, se trata de establecer una buena relación, entre el aconsejado y el consejero (Etapa introductoria. Clasificación del problema) El consejero trabaja para crear un espacio donde se sienta cómodo y respetado el aconsejado, permitiéndole que se pueda abrir con libertad y confianza. La empatía y el escuchar son claves aquí, asegurando que la comunicación sea clara y honesta. A menudo, el proceso comienza con charlas informales, que con el tiempo se vuelven más profundas.
En la segunda etapa. (Establecimiento de metas.) Una vez que se identifica el problema, el aconsejado trabajara junto al consejero para establecer metas específicas y realistas, siempre basadas en principios bíblicos. El consejero anima a seguir adelante y, recordando que con la ayuda de Dios se logra la verdadera transformación.
En la tercer etapa de buscar soluciones, es importante animar al aconsejado a dar el primer paso y seguir adelante, incluso si las cosas no salen como se esperaban al principio. Un consejero cristiano siempre debe estar ahí para ofrecer apoyo práctico y espiritual, mostrando cómo la fe en Cristo puede transformar la vida de manera positiva.
Finalmente, la etapa de evaluación y cierre, donde se revisa y finaliza el proceso, evaluando el progreso y los logros alcanzados. Celebramos los éxitos alcanzados y encontrar áreas donde podamos mejorar.
Primero, se trata de establecer una buena relación, entre el aconsejado y el consejero (Etapa introductoria. Clasificación del problema) El consejero trabaja para crear un espacio donde se sienta cómodo y respetado el aconsejado, permitiéndole que se pueda abrir con libertad y confianza. La empatía y el escuchar son claves aquí, asegurando que la comunicación sea clara y honesta. A menudo, el proceso comienza con charlas informales, que con el tiempo se vuelven más profundas.
En la segunda etapa. (Establecimiento de metas.) Una vez que se identifica el problema, el aconsejado trabajara junto al consejero para establecer metas específicas y realistas, siempre basadas en principios bíblicos. El consejero anima a seguir adelante y, recordando que con la ayuda de Dios se logra la verdadera transformación.
En la tercer etapa de buscar soluciones, es importante animar al aconsejado a dar el primer paso y seguir adelante, incluso si las cosas no salen como se esperaban al principio. Un consejero cristiano siempre debe estar ahí para ofrecer apoyo práctico y espiritual, mostrando cómo la fe en Cristo puede transformar la vida de manera positiva.
Finalmente, la etapa de evaluación y cierre, donde se revisa y finaliza el proceso, evaluando el progreso y los logros alcanzados. Celebramos los éxitos alcanzados y encontrar áreas donde podamos mejorar.
Collins, Gary R. Consejería Cristiana Efectiva. El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, 1990. pags. 53-60
Las etapas del proceso de consejería son cuatro:
1. Etapa introductoria. Clarificación del problema: en esta etapa hay tres metas a alcanzar la primera a hacer contacto con los clientes potenciales, la segunda construir la relación y la tercera intentar clarificar el problema aconsejado. Para poder clarificar el problema, es importante como consejero, escuchar, observar y animar a la aconsejado, haciendo preguntas, breves y comentarios que le ayuden a obtener una perspectiva clara de la personalidad de la aconsejado de sus problemas, de sus formas de ver el mundo y de sus intentos anteriores, para solucionar dicho problema.
2. Etapa de establecimiento de metas: para que una consejería sea efectiva, se deben buscar metas específicas y capaces de ser evaluadas. Las metas sencillas son más específicas, fáciles y capaces de ser cumplidas y suficientemente claras para que el aconsejado no tenga duda y se asegure de qué se han cumplido. Las metas vagas para resolver un problema, raramente ayudan y funcionan.
3. Etapa de búsqueda de soluciones.: cuando el consejero entra en la etapa de exploración de la soluciones con el aconsejado, puede ocurrir que se presente el problema de prueba y error, al explorar posible soluciones es claro que el consejero y el aconsejado deben hacer más que hablar de problemas y posibles soluciones, y cada posible solución debe probarse y luego evaluarse preferentemente con la ayuda del consejero. Si algo no funciona, se debe revisar y reevaluar de nuevo.
4. Etapa de cierre.: se considera tapa de cierre al fin de la consejería, y esto sucede cuando consejero y aconsejado, llegan a un entendimiento del problema, alcanzando metas funcionales y encontrando soluciones viables que ayuden a finalizar el tiempo de consejería. Seguir con una consejería. Después de haberla finalizado, no es sano ni ayuda para el aconsejado, es decir, no se debe hacer.
Las etapas del proceso ayudan al consejero a tener una estructura firme y viable para ayudar a la aconsejado, esto incluye encontrar el problema de fondo evaluarlo encontrar posibles soluciones, además de resolver situaciones anexas que puedan haber desencadenado el problema. La estructura de los cuatro pasos es un mapa guía que va a ayudar al consejero a llevar una consejería organizada y efectiva para el aconsejado..
Collin’s, Gary R. Consejeria Cristiana Efectiva. 2a edición. (Miami. Editorial Unilit. 2007) pag : 51-59
1. Etapa introductoria. Clarificación del problema: en esta etapa hay tres metas a alcanzar la primera a hacer contacto con los clientes potenciales, la segunda construir la relación y la tercera intentar clarificar el problema aconsejado. Para poder clarificar el problema, es importante como consejero, escuchar, observar y animar a la aconsejado, haciendo preguntas, breves y comentarios que le ayuden a obtener una perspectiva clara de la personalidad de la aconsejado de sus problemas, de sus formas de ver el mundo y de sus intentos anteriores, para solucionar dicho problema.
2. Etapa de establecimiento de metas: para que una consejería sea efectiva, se deben buscar metas específicas y capaces de ser evaluadas. Las metas sencillas son más específicas, fáciles y capaces de ser cumplidas y suficientemente claras para que el aconsejado no tenga duda y se asegure de qué se han cumplido. Las metas vagas para resolver un problema, raramente ayudan y funcionan.
3. Etapa de búsqueda de soluciones.: cuando el consejero entra en la etapa de exploración de la soluciones con el aconsejado, puede ocurrir que se presente el problema de prueba y error, al explorar posible soluciones es claro que el consejero y el aconsejado deben hacer más que hablar de problemas y posibles soluciones, y cada posible solución debe probarse y luego evaluarse preferentemente con la ayuda del consejero. Si algo no funciona, se debe revisar y reevaluar de nuevo.
4. Etapa de cierre.: se considera tapa de cierre al fin de la consejería, y esto sucede cuando consejero y aconsejado, llegan a un entendimiento del problema, alcanzando metas funcionales y encontrando soluciones viables que ayuden a finalizar el tiempo de consejería. Seguir con una consejería. Después de haberla finalizado, no es sano ni ayuda para el aconsejado, es decir, no se debe hacer.
Las etapas del proceso ayudan al consejero a tener una estructura firme y viable para ayudar a la aconsejado, esto incluye encontrar el problema de fondo evaluarlo encontrar posibles soluciones, además de resolver situaciones anexas que puedan haber desencadenado el problema. La estructura de los cuatro pasos es un mapa guía que va a ayudar al consejero a llevar una consejería organizada y efectiva para el aconsejado..
Collin’s, Gary R. Consejeria Cristiana Efectiva. 2a edición. (Miami. Editorial Unilit. 2007) pag : 51-59
El proceso de consejería se desarrolla en cuatro etapas, que a veces pueden darse en una sola entrevista, pero normalmente se trabajan a lo largo de un periodo más largo.
La primera es la etapa introductoria. Aquí el consejero busca hacer contacto con la persona, mostrando disponibilidad e interés real. Es clave construir una relación de confianza, donde el aconsejado se sienta escuchado y comprendido. El consejero debe observar, escuchar con atención y hacer preguntas que ayuden a tener una visión más clara del problema, de la manera en que la persona ve la vida y de los intentos que ya ha hecho para resolverlo.
La segunda etapa es el establecimiento de metas. Con humildad y en oración, tanto el consejero como el aconsejado buscan entender mejor la situación. Se reflexiona sobre qué se ha intentado antes y se consideran nuevas alternativas que puedan ayudar en el futuro. Juntos, seleccionan las metas más realistas para trabajar.
La tercera etapa es la búsqueda de soluciones. Aquí el consejero anima al aconsejado a dar pasos concretos, a perseverar incluso si falla, y a probar nuevas maneras de enfrentar sus dificultades. El consejero cristiano también apunta al área espiritual, mostrando cómo Cristo puede traer un cambio verdadero en medio de los problemas.
Por último, está la etapa de cierre. Cuando ya se han alcanzado metas y se han encontrado soluciones prácticas, se da por terminada la consejería. Pero este cierre no significa un final, sino el inicio de una nueva etapa donde el aconsejado puede enfrentar la vida con más seguridad y confianza en Dios.
Gary R. Collins, Consejería Cristiana Efectiva paginas 51-59.
La primera es la etapa introductoria. Aquí el consejero busca hacer contacto con la persona, mostrando disponibilidad e interés real. Es clave construir una relación de confianza, donde el aconsejado se sienta escuchado y comprendido. El consejero debe observar, escuchar con atención y hacer preguntas que ayuden a tener una visión más clara del problema, de la manera en que la persona ve la vida y de los intentos que ya ha hecho para resolverlo.
La segunda etapa es el establecimiento de metas. Con humildad y en oración, tanto el consejero como el aconsejado buscan entender mejor la situación. Se reflexiona sobre qué se ha intentado antes y se consideran nuevas alternativas que puedan ayudar en el futuro. Juntos, seleccionan las metas más realistas para trabajar.
La tercera etapa es la búsqueda de soluciones. Aquí el consejero anima al aconsejado a dar pasos concretos, a perseverar incluso si falla, y a probar nuevas maneras de enfrentar sus dificultades. El consejero cristiano también apunta al área espiritual, mostrando cómo Cristo puede traer un cambio verdadero en medio de los problemas.
Por último, está la etapa de cierre. Cuando ya se han alcanzado metas y se han encontrado soluciones prácticas, se da por terminada la consejería. Pero este cierre no significa un final, sino el inicio de una nueva etapa donde el aconsejado puede enfrentar la vida con más seguridad y confianza en Dios.
Gary R. Collins, Consejería Cristiana Efectiva paginas 51-59.
Tanya consideró que es importante la etapa de cierre ya que esto no significa un final, sino como lo resumes ,una etapa nueva donde el aconsejado tendrá las herramientas necesarias, para poder manejar con efectividad las situaciones que se le presenten en la vida con seguridad y confianza en Dios.
Bendiciones hna, Tanya,
Coincido con usted en cuanto a su resumen, de los 4 pasos, y es que es verdad, yo creo que cuando llegamos a los pies de Cristo todos hemos necesitado a nuestros pastores o hermanos como consejeros, lo hablo por mí porque así fue. Es verdad no recibimos una consejería donde se desarrollan todos estos pasos, pero reconozco que mis pastores han sido de gran ayuda en cuanto al consejo que ellos me brindan cada vez que tengo algún problema o dificultad para hacer algo. Para mi es una forma de aprender a travaez de ellos tambien, de echo mi pastora trabaja en una bodega de manzana dando consejeria cristiana, no lo hace por muchas horas pero lo hermoso es que lo hace y a travez de esto ella gana almas para el Senor es algo que admiro y aprendo de ella.
Coincido con usted en cuanto a su resumen, de los 4 pasos, y es que es verdad, yo creo que cuando llegamos a los pies de Cristo todos hemos necesitado a nuestros pastores o hermanos como consejeros, lo hablo por mí porque así fue. Es verdad no recibimos una consejería donde se desarrollan todos estos pasos, pero reconozco que mis pastores han sido de gran ayuda en cuanto al consejo que ellos me brindan cada vez que tengo algún problema o dificultad para hacer algo. Para mi es una forma de aprender a travaez de ellos tambien, de echo mi pastora trabaja en una bodega de manzana dando consejeria cristiana, no lo hace por muchas horas pero lo hermoso es que lo hace y a travez de esto ella gana almas para el Senor es algo que admiro y aprendo de ella.
En cierta forma es artificial dividir el proceso de consejería en etapas o pasos. La frontera entre estas fases son muy vagas y pueden existir muchos Traslapes; sin embargo, puede ser de mucha ayuda el considerar la existencia de cuatro etapas, así;
1. Introductoria. Clarificación del problema
2. Establecimiento de metas
3. Búsqueda de soluciones
4. Cierre.
Todos estos pasos pueden llevarse a cabo en una sola entrevista pero generalmente cubrirán períodos más largos.
Etapa introductoria. Clarificación del problema punto. Al inicio de la consejería existen por lo menos 3 metas por alcanzar debemos hacer contacto con los clientes potenciales, construir la relación a intentar clarificar el problema del aconsejado.
Haciendo contacto pronto es claro que no podemos hacer consejería si no estamos en contacto con las personas que necesitan ayuda,
Crear un raport o ambiente positivo de confianza mutua
El consejero necesita demostrar disposición para estar con al aconsejado para escuchar lo que dice y algunas veces para dar una gran cantidad de apoyo y estímulo esto será muy importante especialmente al inicio.
En determinado momento, el consejero deberá animar al aconsejado a compartir las razones por las cuales ha buscado consejería. Por ejemplo preguntarle qué puedo hacer para ayudarte y animarlo a empezar a hablar del problema que lo hizo buscarle.
Busqueda de soluciones En esta etapa debemos de buscar metas que sean específicas para poder darle solución al problema y debemos buscar metas que sean fáciles de ser evaluadas
Ciertamente estas etapas ayudan al consejero atrasar un mapa a seguir durante la etapa de la consejería lo cual hace el proceso más fácil y nos da un porcentaje más alto en cumplir con aconsejar a la persona y la conclusion o sierre Determinando el progreso de cada meta
1. Introductoria. Clarificación del problema
2. Establecimiento de metas
3. Búsqueda de soluciones
4. Cierre.
Todos estos pasos pueden llevarse a cabo en una sola entrevista pero generalmente cubrirán períodos más largos.
Etapa introductoria. Clarificación del problema punto. Al inicio de la consejería existen por lo menos 3 metas por alcanzar debemos hacer contacto con los clientes potenciales, construir la relación a intentar clarificar el problema del aconsejado.
Haciendo contacto pronto es claro que no podemos hacer consejería si no estamos en contacto con las personas que necesitan ayuda,
Crear un raport o ambiente positivo de confianza mutua
El consejero necesita demostrar disposición para estar con al aconsejado para escuchar lo que dice y algunas veces para dar una gran cantidad de apoyo y estímulo esto será muy importante especialmente al inicio.
En determinado momento, el consejero deberá animar al aconsejado a compartir las razones por las cuales ha buscado consejería. Por ejemplo preguntarle qué puedo hacer para ayudarte y animarlo a empezar a hablar del problema que lo hizo buscarle.
Busqueda de soluciones En esta etapa debemos de buscar metas que sean específicas para poder darle solución al problema y debemos buscar metas que sean fáciles de ser evaluadas
Ciertamente estas etapas ayudan al consejero atrasar un mapa a seguir durante la etapa de la consejería lo cual hace el proceso más fácil y nos da un porcentaje más alto en cumplir con aconsejar a la persona y la conclusion o sierre Determinando el progreso de cada meta
Buen día Leonel,
Considero que es importante la etapa de cierre porque en esta etapa es cuando finaliza la consejería. Es bueno identificar que el proceso de la consejería tiene un fin, y que el aconsejado ya tendrá herramientas para tratar más efectivamente con las situaciones de la vida que se le presenten. También es bueno en esta etapa final, dejar la puerta abierta para tener otras sesiones si son necesarias acerca de la misma situación o de otra.
Considero que es importante la etapa de cierre porque en esta etapa es cuando finaliza la consejería. Es bueno identificar que el proceso de la consejería tiene un fin, y que el aconsejado ya tendrá herramientas para tratar más efectivamente con las situaciones de la vida que se le presenten. También es bueno en esta etapa final, dejar la puerta abierta para tener otras sesiones si son necesarias acerca de la misma situación o de otra.
Si mi hermano coincido contigo pero tambien me gustaria agregar lo que dice Collins en Consejeria Cristiana Efectiva solo mediante la sabiduría que proviene de lo Alto podremos brindar verdadera ayuda a quienes acuden a nosotros con dificultades. Por ello, es fundamental afrontar el proceso de consejería con humildad y en actitud de oración. Resulta beneficioso orar tanto por quienes aconsejamos como por el propio acto de aconsejar, tanto antes como después de cada sesión. Si eres como muchos consejeros cristianos, probablemente también reces en silencio y con frecuencia durante la conversación con la persona que busca tu orientación. Con el respaldo de Dios y gracias a la dedicación puesta en escuchar y formular preguntas, podremos ofrecer una mejor ayuda.bendiciones
Bendiciones, hermano Leonel.
Muy enriquecedoras sus aportaciones; voy a enfocarme en la tercera etapa: "Búsqueda de soluciones": usted menciona que en esta etapa de la consejería buscamos metas que sean específicas para poder darle solución al problema, y por otro lado que sean fáciles de ser evaluadas. Definitivamente, esta aportación es muy interesante; que nos demos cuenta si las primeras no fueron exitosas o tal vez están funcionando, pero no al paso que esperábamos, lo cual muchas veces pasa de esta forma: por la falta de entendimiento de parte de nuestro aconsejado. Entonces, para este tiempo debemos saber el nivel de conocimiento de nuestro aconsejado y si es por falta de entendimiento al concepto que él tiene de la meta que le habíamos dejado anteriormente. Creo que esta etapa es donde evaluamos todo esto y procedemos a buscar las metas al nivel de que nuestro aconsejado lo entienda y las pueda ejecutar.
Menciona también que esta etapa nos ayuda como consejeros a trazar un mapa para seguir durante la etapa de la consejería; esto sería una excelente idea porque ayudaría a ambas partes a examinar dónde están. Podrá decirse que es el método donde, como consejeros, ayudamos al aconsejado a ver ciertas partes de cualquier metafísica, pues en nuestra cultura, su gran mayoría, muchas veces se quedan con el concepto únicamente, o sea, trabajan el área psicológica únicamente, y la verdad es que la consejería tiene también puntos físicos, por ejemplo, como figuras o imágenes que pueden alterar el estado emocional y mental de los aconsejados, y muchas veces es difícil que el aconsejado lleve a cabo ciertas prácticas para buscar soluciones del problema. En lo personal, creo que hay una etapa en que el aconsejado y el consejero tienen que evaluar la etapa física si la hubiere en el proceso de consejería, dependiendo de cuál sea el caso.
Muy enriquecedoras sus aportaciones; voy a enfocarme en la tercera etapa: "Búsqueda de soluciones": usted menciona que en esta etapa de la consejería buscamos metas que sean específicas para poder darle solución al problema, y por otro lado que sean fáciles de ser evaluadas. Definitivamente, esta aportación es muy interesante; que nos demos cuenta si las primeras no fueron exitosas o tal vez están funcionando, pero no al paso que esperábamos, lo cual muchas veces pasa de esta forma: por la falta de entendimiento de parte de nuestro aconsejado. Entonces, para este tiempo debemos saber el nivel de conocimiento de nuestro aconsejado y si es por falta de entendimiento al concepto que él tiene de la meta que le habíamos dejado anteriormente. Creo que esta etapa es donde evaluamos todo esto y procedemos a buscar las metas al nivel de que nuestro aconsejado lo entienda y las pueda ejecutar.
Menciona también que esta etapa nos ayuda como consejeros a trazar un mapa para seguir durante la etapa de la consejería; esto sería una excelente idea porque ayudaría a ambas partes a examinar dónde están. Podrá decirse que es el método donde, como consejeros, ayudamos al aconsejado a ver ciertas partes de cualquier metafísica, pues en nuestra cultura, su gran mayoría, muchas veces se quedan con el concepto únicamente, o sea, trabajan el área psicológica únicamente, y la verdad es que la consejería tiene también puntos físicos, por ejemplo, como figuras o imágenes que pueden alterar el estado emocional y mental de los aconsejados, y muchas veces es difícil que el aconsejado lleve a cabo ciertas prácticas para buscar soluciones del problema. En lo personal, creo que hay una etapa en que el aconsejado y el consejero tienen que evaluar la etapa física si la hubiere en el proceso de consejería, dependiendo de cuál sea el caso.
claro que si mi hermano me gusta mucho su entendimiento de estos puntos pero me gustaria agregar lo que dice Collins en Consejeria Cristiana Efectiva en la pagina 56 El texto destaca que la verdadera ayuda en la consejería proviene de la sabiduría divina y que es esencial abordar el proceso con humildad y oración, tanto por las personas aconsejadas como por el propio consejero, antes, durante y después de cada sesión
En su libro de "Consejeria Cristiana Efectiva", del Dr. Gary R. Collins describe un proceso de consejería que se divide en cuatro etapas clave:
1. La etapa introductoria.
En esta etapa, el consejero establece una relación de confianza creando un ambiente seguro en donde el cliente pueda abrirse. Esta fase es crucial ya que la comodidad y la confianza son esenciales para que el cliente se sienta libre y así poder compartir sus problemas y preocupaciones.
2. Establecimiento de metas.
Esta es la siguiente etapa, aquí es donde el consejero y el cliente trabajan en conjunto para definir objetivos claros y alcanzables y esta colaboración no solo proporciona dirección al proceso, sino que también empodera al cliente. Al hacerlo participe en su propio camino hacia la solución.
3. Búsqueda de soluciones.
En esta etapa se exploran las diversas estrategias y los recursos que pueden ayudar al cliente a que enfrente sus problemas. En esta fase se aplican los principios bíblicos y las técnicas de consejería que fomentan un cambio positivo y un crecimiento espiritual.
4. Cierre.
Esta es la etapa final y el cierre es vital para evaluar el proceso y reflexionar sobre todo el camino que se ha recorrido. Esta etapa permite al cliente consolidar lo aprendido y así prepararse para futuros desafíos, asegurando que el cliente se sienta apoyado aún después de que la consejería haya terminado.
Cada una de estas etapas es fundamental y asegura el proceso de consejería para que sea efectivo y centrado en el crecimiento de los clientes. Conocerlas y aplicarlas le permite al consejero ofrecer un mejor, estructurado y efectivo apoyo guiando así al cliente hacia una transformación integral en la vida de cada cliente.
1. La etapa introductoria.
En esta etapa, el consejero establece una relación de confianza creando un ambiente seguro en donde el cliente pueda abrirse. Esta fase es crucial ya que la comodidad y la confianza son esenciales para que el cliente se sienta libre y así poder compartir sus problemas y preocupaciones.
2. Establecimiento de metas.
Esta es la siguiente etapa, aquí es donde el consejero y el cliente trabajan en conjunto para definir objetivos claros y alcanzables y esta colaboración no solo proporciona dirección al proceso, sino que también empodera al cliente. Al hacerlo participe en su propio camino hacia la solución.
3. Búsqueda de soluciones.
En esta etapa se exploran las diversas estrategias y los recursos que pueden ayudar al cliente a que enfrente sus problemas. En esta fase se aplican los principios bíblicos y las técnicas de consejería que fomentan un cambio positivo y un crecimiento espiritual.
4. Cierre.
Esta es la etapa final y el cierre es vital para evaluar el proceso y reflexionar sobre todo el camino que se ha recorrido. Esta etapa permite al cliente consolidar lo aprendido y así prepararse para futuros desafíos, asegurando que el cliente se sienta apoyado aún después de que la consejería haya terminado.
Cada una de estas etapas es fundamental y asegura el proceso de consejería para que sea efectivo y centrado en el crecimiento de los clientes. Conocerlas y aplicarlas le permite al consejero ofrecer un mejor, estructurado y efectivo apoyo guiando así al cliente hacia una transformación integral en la vida de cada cliente.
Hna. Mirna, me gustó cómo resumió de manera clara y ordenada las etapas del proceso de consejería. También me recuerda que en cada una de esas etapas es Dios quien nos guía y nos da la sabiduría para acompañar a las personas con amor y esperanza.
Muchas gracias por su comentario mi hermana Tanya. Me alegra que coincidamos en que cada una de las etapas del proceso de consejería son importantes. Realmente, como usted lo menciona, es Dios quien nos da la sabiduría y nos guía para acompañar a las personas con amor y esperanza. Reconocer su dirección nos ayuda a combinar las habilidades profesionales con un enfoque compasivo, ofreciendo apoyo que edifica y da seguridad emocional y espiritual a quienes lo necesitan. Bendiciones, vamos por mas!!
Bendiciones, hna. Mirna.
Muy valiosa toda su aportación y enriquecedora al tema de la consejería; quiero en esta ocasión enfocarme en la primera etapa, la etapa introductoria, de la manera que usted lo presenta como la fase crucial donde le brindamos confianza a nuestro aconsejado para que se sienta libre de poder compartir sus problemas, preocupaciones, ansiedad, estrés, sus emociones, como reacciones de ira, de tristeza y cosas como estas que muchas veces son manifestaciones de algo más profundo.
Siendo entonces la confianza que brindamos a nuestro aconsejado como un derivado de la etapa introductoria, lo que permite a nuestro cliente vaciar su interior para nosotros, los consejeros, conocer más acerca del problema a abordar.
Considerando que este es como un reto, específicamente si nuestro cliente presenta un problema en estado avanzado, que generalmente, como lo describe el Dr. Tim Clinton en su libro "Consejería bíblica, tomo 4", pág. 205, cuando las personas han sufrido maltrato emocional, reaccionarán contra aquellos que están en posiciones de autoridad e incluso cita el Dr. que consideran a Dios como un tirano. Aun así, al igual que usted, creo que la confianza que brindamos juega un papel muy importante. Gracias por su aportación, bendiciones y éxitos en este camino.
Muy valiosa toda su aportación y enriquecedora al tema de la consejería; quiero en esta ocasión enfocarme en la primera etapa, la etapa introductoria, de la manera que usted lo presenta como la fase crucial donde le brindamos confianza a nuestro aconsejado para que se sienta libre de poder compartir sus problemas, preocupaciones, ansiedad, estrés, sus emociones, como reacciones de ira, de tristeza y cosas como estas que muchas veces son manifestaciones de algo más profundo.
Siendo entonces la confianza que brindamos a nuestro aconsejado como un derivado de la etapa introductoria, lo que permite a nuestro cliente vaciar su interior para nosotros, los consejeros, conocer más acerca del problema a abordar.
Considerando que este es como un reto, específicamente si nuestro cliente presenta un problema en estado avanzado, que generalmente, como lo describe el Dr. Tim Clinton en su libro "Consejería bíblica, tomo 4", pág. 205, cuando las personas han sufrido maltrato emocional, reaccionarán contra aquellos que están en posiciones de autoridad e incluso cita el Dr. que consideran a Dios como un tirano. Aun así, al igual que usted, creo que la confianza que brindamos juega un papel muy importante. Gracias por su aportación, bendiciones y éxitos en este camino.
¿Cuáles son las etapas del proceso de consejería y de qué forma le ayuda al consejero conocer las etapas del preso de consejería?
Las personas no son tan simples y sus problemas no son parte de una máquina, o los ingredientes de una receta de cocina. Cada persona y cada problema debe ser tratado en forma única, y esto hace de la consejería algo difícil y desafiante.
Sin embargo, Las etapas de la Consejería en base al libro de texto de Consejería Cristiana Efectiva de Gary Collins son cuatro:
1. Introductoria. Clarificación del problema
2. Establecimiento de metas
3. Búsqueda de soluciones
4. Cierre
Aun que no soy experto en el asesoramiento pastoral, o como bien lo estamos estudiando respecto a la Consejería Cristiana, debemos comprender que es necesario contemplar un tiempo de inicio y un tiempo de evaluación (cierre). Para ayudar a reconocer si ha habido avances a la persona que estemos aconsejando, en vez de solo estar dando vueltas en un mismo lugar sin llegar a un lugar.
Después del cierre podemos orar para pedirle a Dios sabiduría y discernimiento para medir resultados y saber si se ha logrado el objetivo o necesitamos apoyo de otro colega consejero(a) o determinar si es necesario subir un escalón más, aconsejando también la segunda opinión de ayuda profesional (Psicología o Psiquiatría) como por ejemplo, para darme a entender.
Las personas no son tan simples y sus problemas no son parte de una máquina, o los ingredientes de una receta de cocina. Cada persona y cada problema debe ser tratado en forma única, y esto hace de la consejería algo difícil y desafiante.
Sin embargo, Las etapas de la Consejería en base al libro de texto de Consejería Cristiana Efectiva de Gary Collins son cuatro:
1. Introductoria. Clarificación del problema
2. Establecimiento de metas
3. Búsqueda de soluciones
4. Cierre
Aun que no soy experto en el asesoramiento pastoral, o como bien lo estamos estudiando respecto a la Consejería Cristiana, debemos comprender que es necesario contemplar un tiempo de inicio y un tiempo de evaluación (cierre). Para ayudar a reconocer si ha habido avances a la persona que estemos aconsejando, en vez de solo estar dando vueltas en un mismo lugar sin llegar a un lugar.
Después del cierre podemos orar para pedirle a Dios sabiduría y discernimiento para medir resultados y saber si se ha logrado el objetivo o necesitamos apoyo de otro colega consejero(a) o determinar si es necesario subir un escalón más, aconsejando también la segunda opinión de ayuda profesional (Psicología o Psiquiatría) como por ejemplo, para darme a entender.
Hermano Edgar, estoy de acuerdo con usted de que cada persona y situación son únicas, y a mi parecer, creo que eso es lo que hace la consejería sea un reto real. Las etapas de Gary Collins nos dan una guía muy útil, pero, creo que también es necesario aplicar discernimiento y sensibilidad. Se me hizo muy interesante lo que presenta en su comentario acerca del inicio y cierre para reconocer los avances, y también la oración, y cuando sea necesario, buscar apoyo de otros profesionales, para asegurar acompañar a la persona de la mejor manera posible. Bendiciones y siga adelante.
Bendiciones hno, Edgar,
Estoy de acuerdo con usted en cuanto que el consejero se tiene que concentrar es en ayudar al aconsejado a resolver el problema, y sobre todo como dice usted poder ver avances y resultados y no estancarase, porque ahi en el mismo libro dice que cuando un consejero, no pueda con la situacion este debera referir al aconsejado con alguien mas profesional en el area. También, estoy de acuerdo con usted sobre que debemos orar antes y después de la consejería para poder medir el avance de la consejería o resultados.
Estoy de acuerdo con usted en cuanto que el consejero se tiene que concentrar es en ayudar al aconsejado a resolver el problema, y sobre todo como dice usted poder ver avances y resultados y no estancarase, porque ahi en el mismo libro dice que cuando un consejero, no pueda con la situacion este debera referir al aconsejado con alguien mas profesional en el area. También, estoy de acuerdo con usted sobre que debemos orar antes y después de la consejería para poder medir el avance de la consejería o resultados.
Buen día Bertha, estoy muy de acuerdo a la importancia que le das a la oración, pues en la consejería debemos orar por nuestros aconsejados y por nuestra consejería antes, para preparar el terreno, y orar después. Pero también creo que es muy importante orar como lo menciona el autor Gary R. Collin: mientras estamos con la persona que necesita de la ayuda orar silenciosamente, mentalmente. Por lo tanto, la oración debe estar presente durante todo el proceso de consejería.
El autor del libro consejería efectiva ,Gary R.Collins. Sugiere que puede ser de mucha ayuda el considerar la existencia de cuatro etapas del proceso de consejería que son:
1. Introductoria clarificación del problema.
En esta etapa es necesario tener interacción con la persona aconsejada, construir la relación como consejero es importante escuchar, observar y animar al aconsejado, intentar aclarar el problema del aconsejado, tener un lugar agradable, un sitio tranquilo y sin interrupciones.
Durante esta etapa se podrá hacer una evaluación para la cual tanto consejero como el aconsejado verán los resultados.
2. Etapa de establecimiento de metas.
Es de ayuda buscar metas qué sean específicas y capaces de ser evaluadas están pueden ser pequeñas pero serán lo suficiente claras, ya que el consejero puede proponerle al aconsejado a realizar una lista de acciones específicas ,las cuales pueden ayudar para hacer cambios actitudes y conductas se puede decir cuando y como cumplir cada una de las metas. Es importante que se vea el proceso de consejería con una actitud de humildad y oración.
3. Etapa de búsqueda de soluciones.
Ver posibles soluciones para poder ser aprobadas y luego evaluarlas de preferencia con la ayuda del consejero.si algo no funciona se debe revisar el problema de nuevo hablarlo otra vez, tomar en cuenta las ideas pasadas y intentarlo de nuevo. El consejero creyente tiene un interés a cerca del bienestar espiritual del aconsejado proporcionándole una guía realista y práctica de cómo Cristo hace la diferencia en las vidas con problemas.
4. Etapa de cierre
Cuando el consejero y el aconsejado tienen un entendimiento del problema ,han dialogado en detalle acerca de ello.que se a llevado acabo alcanzar metas funcionales que empezaron a encontrar soluciones.entonces ha llegado el momento de qué sea finalizada la consejería.El proceso de la conserjería es una relación donde dos personas están trabajando juntas en un problema
Collins Gary R. Consejería Cristiana 2 edición (Miami Editorial unit 2007 ) pg. 51-59
1. Introductoria clarificación del problema.
En esta etapa es necesario tener interacción con la persona aconsejada, construir la relación como consejero es importante escuchar, observar y animar al aconsejado, intentar aclarar el problema del aconsejado, tener un lugar agradable, un sitio tranquilo y sin interrupciones.
Durante esta etapa se podrá hacer una evaluación para la cual tanto consejero como el aconsejado verán los resultados.
2. Etapa de establecimiento de metas.
Es de ayuda buscar metas qué sean específicas y capaces de ser evaluadas están pueden ser pequeñas pero serán lo suficiente claras, ya que el consejero puede proponerle al aconsejado a realizar una lista de acciones específicas ,las cuales pueden ayudar para hacer cambios actitudes y conductas se puede decir cuando y como cumplir cada una de las metas. Es importante que se vea el proceso de consejería con una actitud de humildad y oración.
3. Etapa de búsqueda de soluciones.
Ver posibles soluciones para poder ser aprobadas y luego evaluarlas de preferencia con la ayuda del consejero.si algo no funciona se debe revisar el problema de nuevo hablarlo otra vez, tomar en cuenta las ideas pasadas y intentarlo de nuevo. El consejero creyente tiene un interés a cerca del bienestar espiritual del aconsejado proporcionándole una guía realista y práctica de cómo Cristo hace la diferencia en las vidas con problemas.
4. Etapa de cierre
Cuando el consejero y el aconsejado tienen un entendimiento del problema ,han dialogado en detalle acerca de ello.que se a llevado acabo alcanzar metas funcionales que empezaron a encontrar soluciones.entonces ha llegado el momento de qué sea finalizada la consejería.El proceso de la conserjería es una relación donde dos personas están trabajando juntas en un problema
Collins Gary R. Consejería Cristiana 2 edición (Miami Editorial unit 2007 ) pg. 51-59
Así es hna Rocio, es importante mencionar como debe haber un entendimiento del problema entre un consejero y aconsejado, ya que de esa manera es mas fácil trazar metas funcionales con la finalidad de alcanzar logros en el problema que están abordando en consejería.
Bendicioneshna, Rocio,
Me gusta mucho la forma en la que describe que tanto el consejero como el aconsejado deberán estar dispuestos a trabajar juntos y esto conlleva una comunicación efectiva entre ellos. Creo que lo que más puede ayudar aquí es que se deberá introducir la escucha activa, es decir, el consejero tendrá que ser paciente para poder escuchar al paciente o al aconsejado. Gracias por compartir, le deseo lo mejor en esta carrera.
Me gusta mucho la forma en la que describe que tanto el consejero como el aconsejado deberán estar dispuestos a trabajar juntos y esto conlleva una comunicación efectiva entre ellos. Creo que lo que más puede ayudar aquí es que se deberá introducir la escucha activa, es decir, el consejero tendrá que ser paciente para poder escuchar al paciente o al aconsejado. Gracias por compartir, le deseo lo mejor en esta carrera.
Hna. Bertha le agradezco mucho su comentario, así mismo es muy valioso lo que señala, que tanto el consejero como el aconsejado deben tener una comunicación y diálogo entre ellos, ,ya que permitirán una escucha activa, el consejero, escuchará y animará al aconsejado.siempre con una actitud de humildad y oración.
De acuerdo a lo que el autor Gary Collins dice en su libro, hay cuatro etapas que se deben considerar pero antes de dar esas etapas hace una pequeña reseña donde menciona que no existe una formula sencilla para resolver los problemas de las personas. Tenemos que tomar en cuenta que la consejería es un desafío ya que cada individuo y sus propios problemas son únicos y no se pueden tratar con un conjunto de pasos rígidos. Ya que un estudio demostró que muchos consejeros pastorales se sienten frustrados, inseguros e inútiles al tratar de ayudar a quienes los buscan, un sentimiento común incluso entre lideres con experiencia.
Estas son las etapas del proceso de consejería:
1. Etapa introductoria. Clasificación del problema - hay que tener una disponibilidad y accesibilidad como consejero, es dar a conocer que tenemos la disposición de ayudar aquel que se acerca para buscar un consejo; formalmente se puede hacer a través de un boletín en la iglesia o desde el púlpito. y aunque al principio no haya gran respuesta pero se dará la oportunidad para que muchos se puedan abrir para establecer una charla. y de esa manera se construirá una relación inicial de confianza mutua y comodidad.
2. Establecimiento de metas - Ningun consejero puede comprender plenamente a otra persona. Esto solo se logra con la sabiduría y ayuda de Dios que se puede orientar al aconsejado. Es por eso que es vital acercarse al proceso con humildad y oración; la oración debe estar presente antes y después de cada sesión e incluso en el silencio durante la consejeria. Es necesario escuchar y preguntar para poder identificar cual es el problema, en ocasiones se puede detectar en pocos minutos pero en otras ocasiones puede prolongarse hasta semanas en encontrar el conflicto. El aconsejado puede no entender del todo la raíz de su situación, pero el consejero, con la guía de Dios, puede percibir lo que le esta afectando y tratar de trabajar con posibles soluciones.
3. Etapa de búsqueda de soluciónes - Muchas ocaciones hay personas que quieren cambiar por ejemplo el dejar de fumar pero fracasan porque no toman las medidas necesarias para sostener ese cambio; ya que no es solo con buenas intenciones sino tomar acciones practicas y sostenidas. Es necesario animar, motivar y dar sugerencias prácticas para mantener el esfuerzo en alcanzar las metas, si las soluciones fallan, no hay que darse por vencido y buscar distintas alternativas.
4. Etapa del cierre - Cuando entre ambas personas (consejero y aconsejado) han alcanzado metas que han traído soluciones entonces es el momento de finalizar la consejería. No es sano continuar cuando se ha llegado a la conclusión del problema sino mas bien es hacerle ver al aconsejado que la puerta queda abierta para un futuro. Pero el aconsejado tiene que tratar de poder solucionar y poder enfrentar los problemas de la vida. ya que ese es el propósito de la consejería que tengan la seguridad y la ayuda de Dios para poder solucionar las adversidades que vienen en la vida.
En lo personal es muy vital y esencial conocer estas etapas, ya que al conocer cada una de ellas nos puede hacer muy efectivos en dar el mejor consejo con la ayuda divina, aprendemos a depender de Dios y a valorar aquellas personas que les hemos brindado nuestra ayuda en la consejería.
Estas son las etapas del proceso de consejería:
1. Etapa introductoria. Clasificación del problema - hay que tener una disponibilidad y accesibilidad como consejero, es dar a conocer que tenemos la disposición de ayudar aquel que se acerca para buscar un consejo; formalmente se puede hacer a través de un boletín en la iglesia o desde el púlpito. y aunque al principio no haya gran respuesta pero se dará la oportunidad para que muchos se puedan abrir para establecer una charla. y de esa manera se construirá una relación inicial de confianza mutua y comodidad.
2. Establecimiento de metas - Ningun consejero puede comprender plenamente a otra persona. Esto solo se logra con la sabiduría y ayuda de Dios que se puede orientar al aconsejado. Es por eso que es vital acercarse al proceso con humildad y oración; la oración debe estar presente antes y después de cada sesión e incluso en el silencio durante la consejeria. Es necesario escuchar y preguntar para poder identificar cual es el problema, en ocasiones se puede detectar en pocos minutos pero en otras ocasiones puede prolongarse hasta semanas en encontrar el conflicto. El aconsejado puede no entender del todo la raíz de su situación, pero el consejero, con la guía de Dios, puede percibir lo que le esta afectando y tratar de trabajar con posibles soluciones.
3. Etapa de búsqueda de soluciónes - Muchas ocaciones hay personas que quieren cambiar por ejemplo el dejar de fumar pero fracasan porque no toman las medidas necesarias para sostener ese cambio; ya que no es solo con buenas intenciones sino tomar acciones practicas y sostenidas. Es necesario animar, motivar y dar sugerencias prácticas para mantener el esfuerzo en alcanzar las metas, si las soluciones fallan, no hay que darse por vencido y buscar distintas alternativas.
4. Etapa del cierre - Cuando entre ambas personas (consejero y aconsejado) han alcanzado metas que han traído soluciones entonces es el momento de finalizar la consejería. No es sano continuar cuando se ha llegado a la conclusión del problema sino mas bien es hacerle ver al aconsejado que la puerta queda abierta para un futuro. Pero el aconsejado tiene que tratar de poder solucionar y poder enfrentar los problemas de la vida. ya que ese es el propósito de la consejería que tengan la seguridad y la ayuda de Dios para poder solucionar las adversidades que vienen en la vida.
En lo personal es muy vital y esencial conocer estas etapas, ya que al conocer cada una de ellas nos puede hacer muy efectivos en dar el mejor consejo con la ayuda divina, aprendemos a depender de Dios y a valorar aquellas personas que les hemos brindado nuestra ayuda en la consejería.
El proceso de consejería cristiana, según el libro "Consejería Cristiana Efectiva" del Dr. Gary Collins, se desarrolla a través de cuatro etapas principales:
* Etapa introductoria o de clarificación del problema. En esta fase el consejero establece contacto con el aconsejado, construye una relación de confianza (rapport) y busca comprender con claridad cuál es el problema que la persona está enfrentando.
* Establecimiento de metas. Una vez comprendida la situación, el consejero y el aconsejado definen los objetivos que desean alcanzar en el proceso. Esto permite mantener un rumbo claro y realista para el acompañamiento.
* Búsqueda de soluciones. En esta etapa ambos trabajan en estrategias prácticas y espirituales para resolver el problema, confrontar actitudes dañinas y fomentar cambios saludables.
* Cierre. Es el momento de evaluar los avances, reforzar lo aprendido y animar al aconsejado a continuar aplicando las herramientas y principios adquiridos de manera independiente.
Conocer estas etapas ayuda al consejero a mantener un orden y dirección en el proceso, evitando actuar de manera improvisada o emocional. Además, le permite discernir en qué punto se encuentra la persona, qué necesita en ese momento y cómo puede acompañarla de forma más efectiva. Cada fase ofrece una guía para escuchar, orar, orientar y, sobre todo, depender de la sabiduría de Dios durante todo el proceso, recordando que el verdadero cambio proviene de Él (Santiago 1:5).
* Etapa introductoria o de clarificación del problema. En esta fase el consejero establece contacto con el aconsejado, construye una relación de confianza (rapport) y busca comprender con claridad cuál es el problema que la persona está enfrentando.
* Establecimiento de metas. Una vez comprendida la situación, el consejero y el aconsejado definen los objetivos que desean alcanzar en el proceso. Esto permite mantener un rumbo claro y realista para el acompañamiento.
* Búsqueda de soluciones. En esta etapa ambos trabajan en estrategias prácticas y espirituales para resolver el problema, confrontar actitudes dañinas y fomentar cambios saludables.
* Cierre. Es el momento de evaluar los avances, reforzar lo aprendido y animar al aconsejado a continuar aplicando las herramientas y principios adquiridos de manera independiente.
Conocer estas etapas ayuda al consejero a mantener un orden y dirección en el proceso, evitando actuar de manera improvisada o emocional. Además, le permite discernir en qué punto se encuentra la persona, qué necesita en ese momento y cómo puede acompañarla de forma más efectiva. Cada fase ofrece una guía para escuchar, orar, orientar y, sobre todo, depender de la sabiduría de Dios durante todo el proceso, recordando que el verdadero cambio proviene de Él (Santiago 1:5).