Su respuesta explica muy bien lo que Kotter enseña sobre la fuerza de la cultura organizacional. En pocas palabras, él dice que la cultura tiene un gran poder porque influye en las personas sin que muchas veces se den cuenta. Es algo que se aprende al entrar, se refuerza con el ejemplo diario de todos, y se vuelve tan natural que nadie lo cuestiona fácilmente.
Por eso, cuando hay un cambio en la empresa, ya sea una nueva forma de trabajar, una reestructuración o una mejora en los procesos, es fundamental que ese cambio se conecte firmemente con la cultura. Si no lo hacemos, el cambio puede ser débil y desaparecer con el tiempo. El cambio duradero solo se logra cuando se convierte en parte del modo normal de hacer las cosas dentro de la organización. ¡Que esté muy bien mi hno. Bendiciones!
Por eso, cuando hay un cambio en la empresa, ya sea una nueva forma de trabajar, una reestructuración o una mejora en los procesos, es fundamental que ese cambio se conecte firmemente con la cultura. Si no lo hacemos, el cambio puede ser débil y desaparecer con el tiempo. El cambio duradero solo se logra cuando se convierte en parte del modo normal de hacer las cosas dentro de la organización. ¡Que esté muy bien mi hno. Bendiciones!