Comparta con sus compañeros lo que le ha revelado el Señor sobre aplicaciones prácticas para su vida y ministerio en cuanto a la Inteligencia Emocional y Cultural
El Señor me ha estado revelando cuán fundamental es desarrollar la inteligencia emocional y cultural para reflejar el carácter de Cristo en mi vida y ministerio. En cuanto a la inteligencia emocional, he entendido que reconocer y gestionar mis propias emociones, así como empatizar con las emociones de otros, no solo mejora mis relaciones interpersonales, sino que también me permite ministrar con mayor compasión y sabiduría. He aprendido a escuchar con mayor atención, a reaccionar con menos juicio y a permitir que el Espíritu Santo guíe mis respuestas, especialmente en momentos de tensión o conflicto.
En cuanto a la inteligencia cultural, el Señor me ha mostrado la importancia de valorar, respetar y comprender las diferencias culturales dentro del cuerpo de Cristo. En un entorno como el IBVIDA, donde confluimos personas de diferentes trasfondos, saber comunicarme de manera sensible y contextualizada es clave para fomentar la unidad y el amor. Dios me ha desafiado a salir de mis prejuicios y a adoptar una actitud de humildad, reconociendo que Su Reino es diverso y rico en expresiones culturales. Estas revelaciones me llevan a seguir creciendo en estas áreas para servir con mayor eficacia, reflejando el amor de Cristo en cada encuentro y cada oportunidad.
En cuanto a la inteligencia cultural, el Señor me ha mostrado la importancia de valorar, respetar y comprender las diferencias culturales dentro del cuerpo de Cristo. En un entorno como el IBVIDA, donde confluimos personas de diferentes trasfondos, saber comunicarme de manera sensible y contextualizada es clave para fomentar la unidad y el amor. Dios me ha desafiado a salir de mis prejuicios y a adoptar una actitud de humildad, reconociendo que Su Reino es diverso y rico en expresiones culturales. Estas revelaciones me llevan a seguir creciendo en estas áreas para servir con mayor eficacia, reflejando el amor de Cristo en cada encuentro y cada oportunidad.
Tammbién se puede tener un Cambio de mentalidad: En lugar de asumir que su forma de ver el mundo (o la fe) es universal, el ministro comienza a ver el valor de escuchar, observar y aprender antes de actuar o juzgar. Se despierta una conciencia sobre los posibles prejuicios inconscientes o supuestos culturales que puede tener.
Eduardo, gracia por tu percepción de lo que he compartido. A lo largo de estas semanas veo con admiración cómo has integrado el aprendizaje de esta clase con el ministerio al que el Señor te ha llamado y te felicito por ir incorporando cada enseñanza a la práctica laboral y ministerial.
El espacio es pequeño para compartir tantas cosas valiosas, como por ejemplo:
- Tengo que trabajar aplicando “la cascada” (súper descubrimiento) para procesar adecuadamente las emociones y hacer el ejercicio de emociones versus fruto del Espíritu. Así, frente a los estímulos mi alma será libre y dirigida por Dios para dar la respuesta adecuada. Ver con detalle cómo lo hizo el Señor Jesús me va a ayudar.
- En cuanto a la empatía y las habilidades sociales, hay mucho por cambiar: necesito desarrollar empatía cognitiva, emocional y compasiva haciendo uso de las herramientas.
- El enfoque y la gráfica de D. Silk sobre los límites reveló el daño causado y recibido en el área emocional, física, espiritual y relacional; pero da esperanza saber que el Espíritu Santo da poder y que puedo aprender cómo poner límites, sin dañar las conexiones.
En conclusión, tengo que seguir aprendiendo sobre la I E para ser más efectiva en todas las áreas. Dios no ha terminado conmigo.
El espacio es pequeño para compartir tantas cosas valiosas, como por ejemplo:
- Tengo que trabajar aplicando “la cascada” (súper descubrimiento) para procesar adecuadamente las emociones y hacer el ejercicio de emociones versus fruto del Espíritu. Así, frente a los estímulos mi alma será libre y dirigida por Dios para dar la respuesta adecuada. Ver con detalle cómo lo hizo el Señor Jesús me va a ayudar.
- En cuanto a la empatía y las habilidades sociales, hay mucho por cambiar: necesito desarrollar empatía cognitiva, emocional y compasiva haciendo uso de las herramientas.
- El enfoque y la gráfica de D. Silk sobre los límites reveló el daño causado y recibido en el área emocional, física, espiritual y relacional; pero da esperanza saber que el Espíritu Santo da poder y que puedo aprender cómo poner límites, sin dañar las conexiones.
En conclusión, tengo que seguir aprendiendo sobre la I E para ser más efectiva en todas las áreas. Dios no ha terminado conmigo.
En cuanto a la Inteligencia Emocional:
- La Inteligencia Espiritual es la base de todas las inteligencias y es la que me conecta con la integridad, el amor, la humildad y el servicio. Sin ella no es posible aplicar de manera eficaz la I E ni la I C, pero con la ayuda de Dios es posible crecer emocional y culturalmente. Ahora Romanos 12:1-2 es para mí más posible de alcanzar.
- Mis emociones sí le importan a Dios, influyen en casi todos los aspectos de mi vida; si soy capaz de reconocer mis propios sentimientos, aprenderé a reconocer los de los demás para motivarme, motivar a otros y manejar de manera adecuada las emociones.
- No distinguía entre las emociones primarias y las secundarias, pero pude ver que el mal trato a las primarias ha afectado gran parte de mi vida y que diariamente puedo en la intimidad con Dios hablar con Él de esas emociones, renunciar y ser libre.
En cuanto a La Inteligencia Cultural:
- Da pena, pero me identifiqué con el mono en la fábula y tuve que aceptar que he tratado de ayudar a otros, convirtiéndome en “la ayuda que no ayuda” al pasar por alto que todos tenemos un trasfondo y un contexto que hay que reconocer y respetar.
- Las ilustraciones sobre perspectivas me sacaron de la posición en la que creía que las cosas son como yo las veo y que los demás están equivocados. Aprendí que hay la versión de A, la versión de B y lo que importa es la versión de Dios.
- Las preguntas de reflexión me cuestionaron: ¿Qué hago cuando me encuentro con alguien que no es como yo? ¿Cómo me siento? ¿Qué pasa dentro de mí? ¿Cómo me relaciono con él/ella? Veo que me falta aprender de la IC, para poder expresar de mejor forma el amor intercultural.
En la próxima intervención continuaré con los dos temas.
Bibliografía:
Bakke, Raymond. Misión Integral en la ciudad. Kairos, 2002.
Covey, Stephen. El 8vo. hábito de la efectividad a la grandeza. Paidos, 2005.
Garzón, María Inés. Inteligencia Cultural y Emocional. Clases 1 a 7. EFM Licenciatura en Teología y Liderazgo.
Goleman, Daniel. Inteligencia emocional. Por qué es más importante que el Coeficiente Intelectual. Penguin Random House, 2019.
Livermore, D. Liderar con inteligencia cultural. El nuevo secreto para el éxito. Grupo Nelson, 2015.
Silk, Danny. Mantén encendido tu amor.
- La Inteligencia Espiritual es la base de todas las inteligencias y es la que me conecta con la integridad, el amor, la humildad y el servicio. Sin ella no es posible aplicar de manera eficaz la I E ni la I C, pero con la ayuda de Dios es posible crecer emocional y culturalmente. Ahora Romanos 12:1-2 es para mí más posible de alcanzar.
- Mis emociones sí le importan a Dios, influyen en casi todos los aspectos de mi vida; si soy capaz de reconocer mis propios sentimientos, aprenderé a reconocer los de los demás para motivarme, motivar a otros y manejar de manera adecuada las emociones.
- No distinguía entre las emociones primarias y las secundarias, pero pude ver que el mal trato a las primarias ha afectado gran parte de mi vida y que diariamente puedo en la intimidad con Dios hablar con Él de esas emociones, renunciar y ser libre.
En cuanto a La Inteligencia Cultural:
- Da pena, pero me identifiqué con el mono en la fábula y tuve que aceptar que he tratado de ayudar a otros, convirtiéndome en “la ayuda que no ayuda” al pasar por alto que todos tenemos un trasfondo y un contexto que hay que reconocer y respetar.
- Las ilustraciones sobre perspectivas me sacaron de la posición en la que creía que las cosas son como yo las veo y que los demás están equivocados. Aprendí que hay la versión de A, la versión de B y lo que importa es la versión de Dios.
- Las preguntas de reflexión me cuestionaron: ¿Qué hago cuando me encuentro con alguien que no es como yo? ¿Cómo me siento? ¿Qué pasa dentro de mí? ¿Cómo me relaciono con él/ella? Veo que me falta aprender de la IC, para poder expresar de mejor forma el amor intercultural.
En la próxima intervención continuaré con los dos temas.
Bibliografía:
Bakke, Raymond. Misión Integral en la ciudad. Kairos, 2002.
Covey, Stephen. El 8vo. hábito de la efectividad a la grandeza. Paidos, 2005.
Garzón, María Inés. Inteligencia Cultural y Emocional. Clases 1 a 7. EFM Licenciatura en Teología y Liderazgo.
Goleman, Daniel. Inteligencia emocional. Por qué es más importante que el Coeficiente Intelectual. Penguin Random House, 2019.
Livermore, D. Liderar con inteligencia cultural. El nuevo secreto para el éxito. Grupo Nelson, 2015.
Silk, Danny. Mantén encendido tu amor.
Me identifico con tigo Ana Cristina, por mucho tiempo pensé que todos los creyentes tenían llamado y debían responder a él con responsabilidad, perseverancia y compromiso. Esto me trajo un sin número de conflictos y malos entendidos.
Nidian, este es el tiempo en el que el Señor abre nuevas oportunidades para todos nosotros y como dice la Palabra, que olvidando lo que está atrás sigamos extendiéndonos a lo que está delante.
- El concepto de “en cada cultura hay algo de Dios” me dejó desafiada a verlo a mi alrededor, entre la gente que estoy, principalmente los que “no son como yo”. No puedo seguir esperando que ellos vengan a mí, yo debo aprender cómo ir hacia donde están ellos para llevarles el amor.
- El concepto de “en cada cultura hay algo de Dios” me dejó desafiada a verlo a mi alrededor, entre la gente que estoy, principalmente los que “no son como yo”. No puedo seguir esperando que ellos vengan a mí, yo debo aprender cómo ir hacia donde están ellos para llevarles el amor.
Estimada Ana Cristina me pareció profundamente inspirador y honesto tu aporte. La manera en que se reconoces la importancia de la inteligencia espiritual como fundamento para el desarrollo emocional y cultural me recuerda que el crecimiento integral comienza desde el corazón conectado con Dios. Me impactó especialmente cómo se relaciona Romanos 12:1-2 con el proceso de transformación, haciéndolo más alcanzable a través del trabajo interior con las emociones. Tu apertura a hablar con Dios de lo más íntimo para sanar y ser libre me parece un camino de valentía y fe. Recordando Igual que tú en la inteligencia cultural, me identifiqué con el ejemplo del mono en la fábula. A veces, desde la buena intención, podemos caer en el error de no considerar el trasfondo del otro, lo cual es un desafío a ser más sensible, empático y respetuoso. También el reconocer que mis juicios pueden ser limitados y necesito la perspectiva divina para relacionarme mejor.
Todo lo visto y citado en tu comentario me anima a seguir creciendo en ambas inteligencias, entendiendo que Dios está interesado en transformarme para amar mejor, entender más y servir con humildad.
Todo lo visto y citado en tu comentario me anima a seguir creciendo en ambas inteligencias, entendiendo que Dios está interesado en transformarme para amar mejor, entender más y servir con humildad.
Ana Cristina, no tienes por qué avergonzarte. (Fábula del mono) Todos hemos pasado por ahí. Reconocer patrones en uno mismo y aprender de ellos es un signo de fortaleza. Al contrario, es admirable que seas capaz de reflexionar sobre tus acciones y cómo impactan a los demás. Lo importante ahora es mirar hacia adelante con esperanza y utilizar esta nueva comprensión para construir relaciones más significativas y efectivas en el futuro. Estas clases y el entendimiento y profundización en ellas, nos brinda la posibilidad de aplicar este aprendizaje para crear un futuro mejor para nosotros, nuestros ministerios y en general, para quienes te rodean.
Los estudios sobre la Inteligencia Emocional y la Inteligencia Cultural me han proporcionado herramientas claves tanto, para mi vida personal como para la ministerial. Aquí les comparto algunas revelaciones y aplicaciones prácticas para mi vida:
Inteligencia Emocional (IE)
1. En cuanto a la Autoconciencia me enseñó a reconocer mis emociones antes de reaccionar. Esto me ayudará a predicar, aconsejar y liderar sin que emociones no procesadas (ira, frustración, miedo) afecten mi mensaje o trato con los demás. 2. Autogestión: Me preparó para regular mis emociones para responder con sabiduría. Así al enfrentar conflictos en la iglesia, puedo mantener la calma y tomar decisiones equilibradas. 3. Empatía: Me recordó que hay que comprender lo que otros sienten. Esto es fundamental para el acompañamiento pastoral, la consejería, o simplemente para escuchar con compasión. 4. Habilidades sociales: Me mostró que debo construir relaciones saludables. Porque me ayudará a fomenta la unidad en el liderazgo, el trabajo en equipo y el discipulado. 5. Motivación interna: Me enseñó que debo tener claridad de propósito. Lo que me mantendrá enfocada en la misión incluso cuando enfrente desánimo.
Inteligencia Cultural (IC)
1. Conciencia cultural: Me llevó a entender que no todos piensan o actúan como yo En contextos multiculturales o al predicar a personas de distintas culturas, puedo evitar choques y malentendidos. 2. Conocimiento cultural: Me enseñó que es necesario aprender sobre otras culturas. Por eso puedo contextualizar el mensaje del evangelio y comunicarlo de forma relevante y respetuosa. 3. Estrategia cultural: Me mostró que es necesario prepararme antes de interactuar con otras culturas. Esto es muy útil si me encuentro en misiones o en comunidades con diversidad étnica o generacional. 4. Acción cultural. Debo adaptar mi comportamiento según el contexto. Por ejemplo, sabré cuándo usar un tono más directo o más reservado, cómo abordar temas delicados, o cómo ser hospitalaria en diferentes entornos.
Inteligencia Emocional (IE)
1. En cuanto a la Autoconciencia me enseñó a reconocer mis emociones antes de reaccionar. Esto me ayudará a predicar, aconsejar y liderar sin que emociones no procesadas (ira, frustración, miedo) afecten mi mensaje o trato con los demás. 2. Autogestión: Me preparó para regular mis emociones para responder con sabiduría. Así al enfrentar conflictos en la iglesia, puedo mantener la calma y tomar decisiones equilibradas. 3. Empatía: Me recordó que hay que comprender lo que otros sienten. Esto es fundamental para el acompañamiento pastoral, la consejería, o simplemente para escuchar con compasión. 4. Habilidades sociales: Me mostró que debo construir relaciones saludables. Porque me ayudará a fomenta la unidad en el liderazgo, el trabajo en equipo y el discipulado. 5. Motivación interna: Me enseñó que debo tener claridad de propósito. Lo que me mantendrá enfocada en la misión incluso cuando enfrente desánimo.
Inteligencia Cultural (IC)
1. Conciencia cultural: Me llevó a entender que no todos piensan o actúan como yo En contextos multiculturales o al predicar a personas de distintas culturas, puedo evitar choques y malentendidos. 2. Conocimiento cultural: Me enseñó que es necesario aprender sobre otras culturas. Por eso puedo contextualizar el mensaje del evangelio y comunicarlo de forma relevante y respetuosa. 3. Estrategia cultural: Me mostró que es necesario prepararme antes de interactuar con otras culturas. Esto es muy útil si me encuentro en misiones o en comunidades con diversidad étnica o generacional. 4. Acción cultural. Debo adaptar mi comportamiento según el contexto. Por ejemplo, sabré cuándo usar un tono más directo o más reservado, cómo abordar temas delicados, o cómo ser hospitalaria en diferentes entornos.
Pastora Nidian, quería comentarle que me identifico mucho con lo que usted menciona sobre el manejo de las emociones. Es crucial reconocer nuestras emociones antes de reaccionar para llevar a cano el ministerio de manera efectiva. La autogestión para responder con sabiduría, la empatía para comprender a los demás y las habilidades sociales para construir relaciones saludables son aspectos fundamentales para un liderazgo pastoral sólido. Comenta también respecto a la motivación interna, la claridad de propósito que nos mantiene enfocados en la misión, es lo que realmente nos sostiene en momentos de desánimo. Me parece clave y estoy 100% conectado con su perspectiva.
Pienso que a nivel práctico, integrar la IE y la IC en el ministerio implica una manera practica y empática evitando a toda costa la escucha a la defensiva de aquellos a quienes servimos. Debemos desarrollar una actitud inclusiva en un entorno donde todos, sin excepción, se sientan amados y respetados, reflejando el amor de Cristo.
Mi estimada Nidian, también debemos discernir y rechazar aquellos elementos culturales que van en contra de los principios cristianos de amor, justicia y santidad. Al valorar las culturas, no se trata de ceder a todo lo que es culturalmente aceptado, sino de reconocer lo bueno y positivo en las distintas culturas, y ver cómo estos aspectos pueden servir como puentes para la evangelización y la reconciliación.
Respecto a la revelación que he recibido a través de las clases y lecturas sobre inteligencia emocional, confieso que han resonado profundamente en mi interior, pues no es un tema que haya explorado a fondo. No obstante, la mayor revelación ha sido identificar en los Evangelios el inmenso amor y la empatía que Jesús demostró en cada interacción. Jesús es, sin duda, el arquetipo de la inteligencia emocional. De Él aprendemos el arte del amor, la compasión y, paradójicamente, la forma de ser personas verdaderamente poderosas. Su compasión por los enfermos (Mateo 14:14), su empatía por el sufrimiento (Juan 11:33-35), su preocupación por los hambrientos (Juan 6:35), su consideración por los marginados (Lucas 5:12-13), su gracia hacia los caídos (Juan 8:10-11), su atención al débil y al despreciado (Marcos 10:14-15), y su restauración del ofensor (Juan 21:15-16) son ejemplos que me inspiran a una profunda reflexión, autoanálisis y autoconciencia. Reconozco, con humildad, la vasta distancia que aún me separa de alcanzar la estatura de Cristo.
En cuanto a la inteligencia cultural, el desafío es mayúsculo. Debemos cultivar una flexibilidad que nos permita interactuar eficazmente con diversas culturas, sin comprometer jamás los principios eternos de la Palabra de Dios. Mi experiencia previa en misiones me ha hecho consciente de errores pasados, pero también me llena de esperanza por la oportunidad de aprender y crecer. Ahora, con mayor discernimiento, aspiro a aplicar la inteligencia cultural en cada contexto que se me presente. Comprender que Cristo trasciende la cultura es esencial para evitar justificar prácticas no bíblicas bajo el pretexto del ministerio. Al mismo tiempo, debemos valorar y abrazar aquellos elementos culturales que son positivos y que pueden abrir puertas para ministrar a aquellos a quienes Dios ama.
La inteligencia emocional y la inteligencia cultural, iluminadas por el ejemplo de Cristo y la guía de la Palabra, no son simplemente habilidades a adquirir, sino imperativos para el discipulado. Son el camino para amar y servir con autenticidad, para construir puentes en lugar de muros, y para reflejar el corazón de Dios en un mundo diverso y necesitado. El llamado es a una transformación continua, a un aprendizaje constante, y a una entrega radical al modelo de Jesús.
En cuanto a la inteligencia cultural, el desafío es mayúsculo. Debemos cultivar una flexibilidad que nos permita interactuar eficazmente con diversas culturas, sin comprometer jamás los principios eternos de la Palabra de Dios. Mi experiencia previa en misiones me ha hecho consciente de errores pasados, pero también me llena de esperanza por la oportunidad de aprender y crecer. Ahora, con mayor discernimiento, aspiro a aplicar la inteligencia cultural en cada contexto que se me presente. Comprender que Cristo trasciende la cultura es esencial para evitar justificar prácticas no bíblicas bajo el pretexto del ministerio. Al mismo tiempo, debemos valorar y abrazar aquellos elementos culturales que son positivos y que pueden abrir puertas para ministrar a aquellos a quienes Dios ama.
La inteligencia emocional y la inteligencia cultural, iluminadas por el ejemplo de Cristo y la guía de la Palabra, no son simplemente habilidades a adquirir, sino imperativos para el discipulado. Son el camino para amar y servir con autenticidad, para construir puentes en lugar de muros, y para reflejar el corazón de Dios en un mundo diverso y necesitado. El llamado es a una transformación continua, a un aprendizaje constante, y a una entrega radical al modelo de Jesús.
Interesante la lista que hace ver cómo Jesús mostró la empatía. También debemos agregar que Jesús fue un buen escucha, mediante lo cual mostraba atención e interés en la situación particular de los demás. Ejemplo, la conversación con la mujer Samaritana.
Así es, Nidian y aprender a escuchar con atención es todo un ejercicio por la tendencia que podemos tener a dar consejo rapidito.
Se necesita tener información y hacer cambios en el comportamiento, pero lo más importante es hacer un cambios en el corazón.
En lo personal pude ver que el etnocentrismo salió a flote como una barrera que no puedo tener levantada. Igualmente la enculturación tiene que ser modificada en mi enfoque para dar lugar al aprendizaje de la transculturación, manteniendo mis principios pero recordando el cuidado que Dios tiene y quiere que Sus hijos tengamos con los extranjeros.
Se necesita tener información y hacer cambios en el comportamiento, pero lo más importante es hacer un cambios en el corazón.
En lo personal pude ver que el etnocentrismo salió a flote como una barrera que no puedo tener levantada. Igualmente la enculturación tiene que ser modificada en mi enfoque para dar lugar al aprendizaje de la transculturación, manteniendo mis principios pero recordando el cuidado que Dios tiene y quiere que Sus hijos tengamos con los extranjeros.
Estimado Julio me gustó mucho que reconocieras a Jesús como el modelo perfecto de inteligencia emocional: tu manera de enlazar ejemplos concretos de los Evangelios para ilustrarlo es muy buena. Me identifico con tu honestidad al reconocer la distancia que nos separa de la estatura de Cristo, esto nos lleva a refleja una actitud de humildad muy valiosa en el proceso de transformación espiritual. Es importante ver estas habilidades no como herramientas meramente humanas, sino cómo componentes esenciales del discipulado cristiano, y lo expresas con mucha claridad y profundidad. Sobre la inteligencia cultural estoy de acuerdo en que no se trata de adaptarse indiscriminadamente, sino de discernir con sabiduría, sosteniendo la verdad bíblica mientras se muestra amor genuino hacia otras culturas. Esto es especialmente relevante en el contexto de misiones y evangelismo, donde fácilmente podríamos caer en extremos.
El Señor, me ha revelado principios y enseñanzas a lo largo de las Escrituras que no solo guían nuestra relación con Él, sino también cómo nos relacionamos con los demás, en especial en un mundo tan diverso. La Inteligencia Emocional y la Inteligencia Cultural son herramientas necesarias para cultivar relaciones efectivas y empáticas, sin perder de vista los principios bíblicos que nos orientan. La empatía es clave para la buena relación. La inteligencia emocional entendida de como manejar nuestras emociones es determinante de como tratar a los demás. Aplicando la inteligencia emocional puedo aprender a responder con compasión y sobre todo a la comunidad LGBTQ+
En la inteligencia cultural significa aprender a valorar la diversidad cultural sin perder la fidelidad a los principios bíblicos, promoviendo un ambiente inclusivo y de respeto para todos, sin importar su orientación sexual. Creo que debo practicar una escucha más empática, estudiar más su condición que me permitan abordar los desafíos emocionales y culturales para que el ministerio sea mas efectivo.
En la inteligencia cultural significa aprender a valorar la diversidad cultural sin perder la fidelidad a los principios bíblicos, promoviendo un ambiente inclusivo y de respeto para todos, sin importar su orientación sexual. Creo que debo practicar una escucha más empática, estudiar más su condición que me permitan abordar los desafíos emocionales y culturales para que el ministerio sea mas efectivo.
José Luis, al igual que tú quiero dar los cuatro pasos que menciona Livermore para relacionarme en contextos variados, aceptar desafíos interculturales y ver si me comporto como embajadora de Cristo. Tengo que analizar mi cosmovisión, la manera como me relaciono con la cultura y cómo veo a Cristo: Lo veo como Cristo y la cultura, o lo veo contra la cultura; lo veo como el Cristo de la cultura, o por encima de la cultura; lo veo en paradoja o como el Cristo transformador de la cultura.
La aplicación en la 7ª clase de todo lo visto desde la Inteligencia Espiritual me deja con un llamado a dedicarme con una nueva perspectiva a hacer prácticas las verdades de Dios en Su Palabra.
La aplicación en la 7ª clase de todo lo visto desde la Inteligencia Espiritual me deja con un llamado a dedicarme con una nueva perspectiva a hacer prácticas las verdades de Dios en Su Palabra.
Lo primero: que ha aportado a mi vida en diferenciar la Inteligencia Emocional de la Inteligencia Cultural, partiendo de la misión de Dios y como la trinidad es coparticipe en la tarea de ayudarnos a entender al individuo y luego a la colectividad.
Lo segundo: es el énfasis de la materia no tan solo en la doctrina, (aunque se tocaron algunos puntos), sino en la complejidad de nuestras emociones y de la cultura, dejando entre ver que todavía falta mucho mas por comprender y aplicar.
Lo tercero: es que tenemos que dejar de impactar desde nuestra propia cultura creyendo que esta es la correcta, y hacer un esfuerzo por recopilar información "para poder ver con los ojos de otros".
Lo cuarto: los libro de texto que se escogieron fueron muy acertados, para ayudarnos a comprender los conceptos como: culpa, vergüenza, temor, como impactar a los jovenes.
Lo ultimo: es que ya he tenido la oportunidad de compartir estos conceptos con lideres de la iglesia.
Lo segundo: es el énfasis de la materia no tan solo en la doctrina, (aunque se tocaron algunos puntos), sino en la complejidad de nuestras emociones y de la cultura, dejando entre ver que todavía falta mucho mas por comprender y aplicar.
Lo tercero: es que tenemos que dejar de impactar desde nuestra propia cultura creyendo que esta es la correcta, y hacer un esfuerzo por recopilar información "para poder ver con los ojos de otros".
Lo cuarto: los libro de texto que se escogieron fueron muy acertados, para ayudarnos a comprender los conceptos como: culpa, vergüenza, temor, como impactar a los jovenes.
Lo ultimo: es que ya he tenido la oportunidad de compartir estos conceptos con lideres de la iglesia.