Cuando el sustantivo y el adjetivo tienen artículo, y la frase se traduce como una atribución directa, se le denomina atribución directa. En este caso, la construcción expresa una relación clara y específica, donde el adjetivo actúa como una característica inherente del sustantivo sin necesidad de un verbo explícito. A esto se le conoce como frase atributiva directa, por ejemplo, "הַגָּדוֹל" (ha-gadol), que significa "el grande". En contraste, en las frases con función predicativa, el adjetivo describe o califica al sustantivo mediante un verbo, generalmente "ser" (es, son, fue, fueron, etc.), aunque también pueden usarse verbos copulativos como "estar" o "parecer". Estos verbos conectan al sujeto con su cualidad, indicando un estado o característica, como en "הוּא צַדִּיק" (hu tsaddiq), que significa "Él es justo". Finalmente, cuando el sustantivo tiene artículo pero el adjetivo no, la frase cambia su función y se traduce como una predicación. En este caso, el adjetivo ya no es solo un atributo, sino que forma parte del predicado nominal, requiriendo un verbo implícito para completar el significado. Esta estructura se conoce como frase predicativa o predicación indirecta, como en "הַאִישׁ טוֹב"(ha-ish tov), que significa "el hombre es bueno".