Algunas consecuencias del pecado son, entre otras: la muerte, Romanos 6:23. Es tal vez la más clara consecuencia. Tanto física, como espiritual, lo que incluye la segunda muerte, Apocalipsis, 20:14, la ira y el enojo de Dios, Romanos 2:5, 8, la cual se revelará en el día de la revelación del justo juicio de Dios. Otra consecuencia es: tribulación y angustia, Romanos 2:9, lo cual tiene que ver con la maldición que envuelve el pecado. También la de ser destituido de la gloria de Dios, Romanos 3:23, que tiene que ver también con la separación de Dios y todo lo bueno que él tiene.
Los beneficios de la redención que disfruto ahora que estoy en Cristo son muchos, entre ellos: Justificado por la fe en Cristo. Sentirse y saber que se está justificado ante Dios, Romanos 5:1, tener paz para con Dios, también en Romanos 5:1, es la fuente de la estabilidad mental, emocional y espiritual. Uno de los regalos más bellos de la salvación. La paz y la amistad con Dios. Esperanza de la gloria de Dios, Romanos 5:2, la cual está reservada en un futuro glorioso, tanto en esta vida, como en el cielo. Veremos la gloria de Dios. Otro beneficio es tener la presencia del Espíritu Santo y vivir ahora en la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús que me libra de vivir esta vida en la ley del pecado y de la muerte, tal como está registrado en Romanos 8:2. Además, ser adoptado como hijo, Romanos 8:15 y disfrutar de la alegría de tener un Padre, un buen padre, que me quita toda mancha de vergüenza y rechazo. Y también, claro que sí, la herencia de Dios que me espera. La herencia del reino de Dios, Romanos 8:17